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Betsy DeVos, una millonaria que apuesta por la privatización se ocupará de Educación en el gobierno Trump

David Smith

Betsy DeVos, una multimillonaria filántropa y activista conservadora, ha sido la elegida por Donald Trump para ocupar el Ministerio de Educación en su próximo gobierno. En un comunicado publicado este miércoles, Trump dijo de DeVos que era una “brillante y apasionada defensora de la educación”.

Sin embargo, DeVos tuvo que hacer frente a las críticas incluso antes de que se formalizase el anuncio el miércoles por la tarde. Los republicanos advirtieron de que la elegida, donante republicana desde hace mucho tiempo, apoyó tiempo atrás los estándares educativos del Common Core contra los que arremetió Trump durante su campaña. DeVos tiene 58 años y actualmente dirige la Federación Americana para Niños.

Su hermano es Erik Prince, el fundador de Blackwater, una empresa militar de servicios de seguridad muy polémica después de que sus operativos matasen a 17 iraquíes e hiriesen a 20 personas más en Bagdad en 2007. Prince abandonó esa compañía, que ahora se llama Academi.

DeVos es una gran defensora de las escuelas concertadas y de permitir que los padres utilicen bonos de matrícula para escuelas privadas y religiosas en nombre del “derecho a decidir” (polémica medida mediante la que el Gobierno se hace cargo del pago de matrículas en colegios privados). Los sindicatos de profesores condenan su nombramiento porque lo consideran un bofetón contra la igualdad de oportunidades.

“Sus esfuerzos durante todos estos años han hecho más por ahondar en los males de la educación que por los estudiantes. Ha hecho presión por estructuras fallidas, como los bonos –que nos arrebatan la financiación y el control local de nuestras escuelas públicas– para financiar escuelas privadas a costa de los contribuyentes”, asegura Lily Eskelsen García, presidenta de la Asociación Nacional de Educación. “Esos programas no hacen nada para ayudar a los estudiantes más vulnerables, y a la vez ignoran y agravan la evidente desigualdad de oportunidades”, protesta.

“Sistemáticamente ha impulsado una agenda corporativa para privatizar, desprofesionalizar e imponer soluciones cortadas por el mismo patrón para la educación pública. Nombrando a DeVos, la nueva administración ha demostrado lo poco que sabe sobre lo que necesitan los estudiantes, los padres, los profesores y las comunidades”, insiste.

DeVos, exlíder del Partido Republicano de Michigan, anteriormente ha apoyado el Common Core, una serie de directrices de matemáticas y pautas de lectura adoptadas por la mayoría de estados que Trump atacó durante la campaña electoral. Es miembro de la directiva de la Fundación para la Excelencia de la Educación, creada por el exgobernador de Florida Jeb Bush.

Tras conocer la noticia, Bush dijo que era una “elección excepcional” para el puesto. “No me puedo imaginar una figura de cambio más eficiente y apasionada para presionar por una nueva visión educativa. Una en la que los estudiantes, más que los adultos y los funcionarios, sean la prioridad en las aulas de nuestro país”, apuntó en un comunicado.

DeVos donó fondos a Bush y a Carly Fiorina durante las primarias republicanas antes de apoyar al senador Marco Rubio. Como Haley, tenía algunas reservas en torno a Trump. En marzo, dijo en the Washington Examiner que lo consideraba un “intruso” que “no representaba al Partido Republicano”. En julio aseguró en AP: “Muchas de las cosas que ha dicho son desagradables y preocupantes”.

Durante décadas la familia DeVos ha sido muy activa en la política republicana, especialmente haciendo donaciones a candidatos y al partido. Su marido Dick es heredero de la fortuna de la empresa de ventas directas Amway y antiguo presidente de la compañía.

También fundaron la empresa Windquest Group, que invierte en tecnología y fabricación. Dieron 22,5 millones de dólares al Centro John. F. Kenedy para las Artes Escénicas de Washington en 2010, lo que supuso en ese momento la mayor donación privada de la historia.

Traducido por Cristina Armunia Berges