Claves básicas para entender el motivo de las multitudinarias protestas en Hong Kong
¿Qué propone la ley?
La nueva ley de extradición de Hong Kong permitiría por primera vez que los sospechosos de haber cometido un delito que residan en Hong Kong sean extraditados a China continental. Los partidarios del proyecto de ley señalan que esta reforma legal es clave para garantizar que la ciudad no se convierta en un refugio para delincuentes. Sin embargo, los detractores temen que la ley se convierta en una herramienta para que las autoridades chinas puedan extraditar a opositores políticos y otros enemigos para juzgarlos en China continental, donde no está garantizado que se respeten sus derechos.
El Gobierno afirma que su motivación para impulsar este proyecto de ley, que también afectaría a Taiwán y Macao, se deriva del hecho de que el año pasado una mujer de Hong Kong fue asesinada en Taiwán. Según las autoridades de Taiwán, el novio de la mujer es el principal sospechoso. Sin embargo, el hombre se encuentra en Hong Kong y la ley actual no les permite cursar una petición de extradición y juzgarlo.
El proyecto de ley prevé que los acusados de delitos castigados con penas de cárcel de siete años o más puedan ser extraditados. En virtud de la nueva ley, la líder de Hong Kong, conocida como la jefa ejecutiva, sería competente para autorizar extradiciones, previa evaluación de un tribunal. El poder legislativo de Hong Kong, el consejo legislativo, no tendría ninguna autoridad para supervisar el proceso de extradición.
¿Por qué la ley ha provocado indignación en la ciudad?
Muchos hongkoneses temen que las autoridades se sirvan de la nueva ley de extradición para atacar a sus enemigos políticos. Les preocupa que la reforma marque el fin de la política de “un país, dos sistemas” y socave los derechos civiles que han disfrutado los residentes de Hong Kong desde que Hong Kong dejó de estar bajo control del Reino Unido en 1997. Muchas de las personas que participaron en las protestas del pasado domingo indicaron que no se fían de las autoridades chinas ya que en el pasado han utilizado el pretexto de crímenes no políticos para atacar a los opositores. También señalaron que temen que las autoridades de Hong Kong no puedan cuestionar las peticiones de Pekín.
Los expertos legales también han mostrado su preocupación por el hecho de que no se garanticen los derechos de aquellos que vayan a ser juzgados en China continental. Un 99% de las personas que son juzgadas en territorio chino son declaradas culpables. Son frecuentes las detenciones arbitrarias, la tortura y la denegación del derecho a que el acusado sea defendido por el abogado que elija.
¿Qué alegan los partidarios de esta reforma legal?
Los partidarios de la reforma legislativa indican que es necesaria para subsanar una “laguna” en la ley actual y evitar que Hong Kong se convierta en un “refugio para los fugitivos internacionales”.
Las autoridades han asegurado que crearán salvaguardas para evitar que se cometan abusos y han prometido que no deportarán a nadie que corra el riesgo de sufrir persecución política o religiosa. También han destacado el papel que desempeñan los jueces de Hong Kong como “guardianes” del proceso de extradición. Tampoco serán extraditados aquellos sospechosos que puedan ser condenados a la pena de muerte.
¿Está presionando Pekín para que se apruebe esta ley?
Las autoridades de Hong Kong han señalado en numerosas ocasiones que este proyecto de ley no ha sido impulsado por el gobierno chino. Sin embargo, las autoridades de Pekín han defendido públicamente la reforma legal. En un comunicado que emitió el lunes, el ministro de Exteriores chino indicó que “apoya con firmeza” el proyecto de ley.
En un editorial publicado el mismo día, el diario China Daily, de titularidad estatal, señala que “cualquier persona imparcial consideraría que se trata de un proyecto legítimo, justo y razonable que refuerza el Estado de Derecho y la justicia de Hong Kong”.
¿Cuáles son los principales temores sobre la presión que pueden ejercer las autoridades chinas sobre Hong Kong?
Muchos de los que participaron en las protestas del domingo dijeron que se sentían abrumados por un sentimiento de impotencia ante la creciente influencia política, económica y cultural de China continental en Hong Kong. El principal líder político de Hong Kong no es elegido por los ciudadanos, sino por un comité electoral de 1.200 personas que rinde cuentas a Pekín. La mitad de sus miembros son elegidos a través de sistemas electorales indirectos que propician que las autoridades chinas tengan un mayor peso.
Muchos hongkoneses también ponen como ejemplo el encarcelamiento de líderes y activistas del movimiento “Occupy” en Hong Kong [en 2014 ocuparon el distrito financiero de la ciudad durante 79 días].
El resentimiento hacia China se ha intensificado por el aumento de los precios de las viviendas; cada vez hay más residentes de China continental que compran propiedades en la ciudad, así como por la campaña de “educación patriótica” del gobierno, y por el gran número de turistas que visitan Hong Kong.
A muchos hongkoneses también les preocupa que las autoridades chinas cada vez ejerzan un mayor control sobre los medios de comunicación de la ciudad, que tienden a autocensurarse cada vez más y siguen las órdenes tácitas de Pekín.
¿Qué pasará a partir de ahora?
El lunes, la jefa ejecutiva de la ciudad autónoma, Carrie Lam, señaló que está decidida a aprobar el proyecto de ley de extradición. Aunque ha prometido mejorar el texto final, no parece que con ello haya conseguido convencer a los ciudadanos.
A primera hora de este miércoles se ha conocido la suspensión del debate parlamentario sobre el asunto, que estaba previsto para este día. La sesión queda pospuesta sin una nueva fecha.
Grupos de activistas habían convocado huelgas, boicot para que los alumnos no puedan ir a clase y protestas para hoy.
Traducido por Emma Reverter