Fue una discusión en Twitter a altas horas de la noche que Christin Evans nunca planeó tener. La propietaria de una librería de San Francisco y defensora de las personas sin hogar utilizó la red social para expresar su frustración por un comentario del CEO de Salesforce, Marc Benioff. Ella nunca pensó que él respondería.
“¿Esto es real?”, dijo ella sobre un comentario de Benioff en el que se refería a San Francisco como “el Four Seasons de los sin techo”. Etiquetándolo en el tuit, añadió: “Cómo puede estar tan desconectado de la realidad un multimillonario”, junto con una propuesta para apoyar la Proposición C, una iniciativa de la ciudad que se presentará a los votantes en noviembre y que gravaría con impuestos a las compañías de mayor ingreso de la ciudad para financiar nuevas estrategias para combatir la mendicidad.
El comentario que se le atribuyó resulta que fue sacado de contexto y el tuit sobre esto llamó su atención. Unas horas después, contestó. Las idas y venidas se convirtieron en mensajes directos, dice Evans, y poco después había ayudado a que un multimillonario se convirtiera en uno de los defensores más enérgicos de la Prop C.
Negándose a tener todo el mérito por convencerlo, Evans dijo que podría decir que Benioff ya había estado pensando en la mendicidad y en soluciones a largo plazo, y que había estado esperando un informe del impacto económico sobre la iniciativa.
“Al final, la disputa nos llevó a tener una conversación sincera”, comenta. “Él sentía que había hecho mucho por el tema y hablamos de los desafíos que quedaban y lo que quedó claro básicamente es que se trata de un tema en el que estamos de acuerdo. Lo que necesitamos es un cambio constante y eso viene a través de una fuente de ingresos constante. Eso es lo que ofrece la Prop C”, apuntó.
Desde dicha conversación vía Twitter, Benioff ha discutido públicamente en la red con Jack Dorsey, que está en contra de la medida, donó un millón de dólares de su propio efectivo y más de 4 millones de su compañía, la que más trabajo da en San Francisco. Ha escrito un artículo de opinión en el New York Times, ha acusado a otros multimillonarios de la tecnología de “amontonar dinero”, ha hablado con los periodistas, pasado horas en la tele y radios locales y tuitea a diario sobre las personas sin hogar a sus 996.000 seguidores. Insiste en cómo la aprobación de esta propuesta ayudaría a toda esta gente. Incluso ha cambiado su foto de portada dando a poyo a la iniciativa.
Tal y como publicó Mission Local, Benioff ha sido sincero sobre cómo su conversación y la experiencia de Evans en el tema ayudaron a formar sus puntos de vista. “Muchos me han preguntado en las últimas dos semanas qué fue lo que me hizo decidir finalmente apoyar la Propuesta C”, tuiteó. “Fue después de leer el informe de los reguladores de nuestra ciudad, de revisar la actual crisis y de colaborar con @cristinevans que escribió este artículo en mi 54 cumpleaños”.
Publicado en Noteworthy el 25 de septiembre, Evans explica por qué cree que apoyar la iniciativa es esencial y “obvio”. Abogar por las personas que duermen en las calles fuera de su librería de San Francisco cada noche es algo personal.
“También son nuestros vecinos”
Nacida en el Área de la Bahía de San Francisco y propietaria de Booksmith, un espacio con décadas de antigüedad que vende libros a turistas y residentes del centro histórico del vecindario de Haigt Ashbury, dijo que se convirtió en una defensora y comenzó a trabajar para ayudar a las personas sin hogar de la ciudad porque son sus vecinos, amigos y clientes. Y, además, no tienen a dónde ir.
“Ver a alguien completamente desesperado, que no recibe ayuda, realmente me hizo meterme en esto”. Comenzó organizando encuentros y foros comunitarios sobre el tema en la librería cuando la compró en 2007. Se ofreció como una de las tres impulsoras de la medida, guiándola durante la recogida de firmas hasta llegar a la votación. Por eso, cuando llegó la oportunidad de hablar con Benioff, estaba preparada.
El giro de los acontecimientos en torno al apoyo de Benioff puede haber provocado un cambio en toda la ciudad. Las contribuciones del empresario al fondo “Nuestra ciudad, nuestro hogar” han eclipsado la financiación en contra de la propuesta.
La medida, que se presenta este mes de noviembre, ha sido muy polémica. Entre otras cosas, ha enfrentado a los líderes de la industria de la tecnología y ha puesto a los políticos progresistas en desacuerdo.
Las compañías tecnológicas como Lyft, Stripe, Square y Visa han invertido cientos de miles en contra. El nuevo alcalde de San Francisco, también se ha pronunciado en contra de la medida, alegando preocupaciones sobre cómo se utilizarán los fondos. Mientras que la senadora Dianne Feinstein y la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la han apoyado.
Una ciudad con problemas de vivienda
Según estimaciones, el impuesto generaría hasta 300 millones de dólares al año que se utilizaría para combatir la continua crisis de la ciudad que ha dejado a 7.500 personas sin casa. Con los ingresos de entre 300 y 400 empresas locales, que aportan más de 50 millones de dólares anuales, la medida aumentaría sus impuestos en un 0,5%, y casi el doble de lo que se gasta actualmente en la lucha contra este problema.
La mitad se destinaría a aumentar las unidades de viviendas asequibles, en una ciudad donde la vivienda asequible es escasa y la vivienda, en general, difícil de conseguir.
Evans ve con optimismo lo que pueda suceder en noviembre, incluso en medio de toda esta división. Destacó que 600 voluntarios consiguieron recoger 28.000 firmas, el triple de lo que se necesitaba. “Esa fue la primera indicación de que se trataba de una lucha que nacía de las bases. Es algo que la ciudad ha querido que ocurra desde hace mucho tiempo”, añade.
La oposición está alimentando su propia campaña. Trata de convencer a los residentes de la ciudad de que el impuesto sobre los ingresos no es aconsejable en empresas o podría llevar a una falta de rendición de cuentas a la hora de gastar lo que se recaude. Evans, con la ayuda de Benioff, espera que los votantes lo vean como ellos.
“No es solo una idea de negocio práctica. También es el hecho de que somos una ciudad rica”, puntualiza. “La desigualdad de ingresos ha crecido mucho y queremos cuidar de los nuestros. Y podemos permitirnos el lujo de cuidar de los nuestros”, concluye.
Traducido por Cristina Armunia Berges