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Corbyn, sobre el Brexit: “Reino Unido puede estar mejor fuera de la Unión Europea”

Anushka Asthana

Jeremy Corbyn utilizó su primer discurso de 2017 para afirmar que Gran Bretaña puede estar mejor fuera de la Unión Europea y para insistir en que el Partido Laborista no se opone a poner fin al libre movimiento de trabajadores europeos en Reino Unido.

Con la intención de ofrecer la posición de su partido sobre el Brexit en el año en el que Theresa May activará el artículo 50, el líder laborista también utilizó los argumentos de los partidarios de la salida de la UE para prometer que cumplirá el compromiso de gastar millones de libras extra en el servicio nacional de salud (NHS).

Dijo también que la prioridad de los laboristas durante las negociaciones con la UE será conservar el acceso completo al mercado único europeo pero que su partido quiere una “migración controlada” y recuperar las competencias que ostenta ahora Bruselas para que los gobiernos puedan intervenir en industrias con problemas como la del acero. 

El discurso de Corbyn y las comparecencias ante los medios planeadas representan el primer ejemplo de un nueva iniciativa laborista contra el establishment diseñado por estrategas que impulsan la imagen de Corbyn como un populista de izquierdas que se dirige a un nuevo grupo de votantes. Esperan que la renovación ayude a cambiar la tendencia de las encuestas de todo el país, particularmente ante la inminente elección parcial en el distrito de Copeland, Cumbria.

Durante su discurso en Peterborough, elegida porque es una circunscripción en la que los tories ganaron en las generales por una diferencia no muy grande pero en la que se votó ampliamente a favor del Brexit, Corbyn atacó a May por fracasar a la hora de planificar el Brexit, y dijo que los laboristas no dejarán al gobierno vía libre en las negociaciones.

Después de comparar el comportamiento de la primera ministra con el de Enrique VIII por negarse a proponer una votación parlamentaria sobre el acuerdo final del Brexit, Corbyn dijo: “Desde la Segunda Guerra Mundial, no ha habido una élite gobernante tan imprudente como para poner al país en una posición tan delicada sin tener preparado un plan”.

Inmigración sí, pero controlada

En una ciudad que ha experimentado grandes cambios en cuanto a inmigración, habló en los términos más claro que haya empleado nunca sobre el tema. “Los laboristas no están comprometidos con la libertad de movimiento como una cuestión de principios. Pero tampoco podemos permitirnos perder el acceso pleno al mercado único europeo del que dependen tantos trabajos y empresas británicas. Los cambios en la manera en que las normas sobre migración operan ideadas por Europa serán parte de las negociaciones”, dijo.

“Los laboristas apoyan las reglas justas y la migración razonablemente controlada como parte de la relación con Europa tras el Brexit”. Sin embargo, también dijo que no habrá “falsas promesas sobre inmigración” y que su partido no hará como los conservadores, que prometieron reducir la inmigración neta a menos de 100.000 personas al año.

En lugar de eso, repitió el argumento de que actuar contra la reducción de salarios y condiciones laborales, acabar con las lagunas legales en temas laborales, y prohibir las ofertas de trabajo hechas exclusivamente en el extranjero puede servir para reducir el número de personas que se desplazan al Reino Unido.

“Esto tendría el efecto de reducir el número de trabajadores procedentes de la UE en los sectores con menos regulación, independientemente del acuerdo final sobre el Brexit”, aseguró.

El discurso se produce a medida que crecen las tensiones dentro del partido. Importantes figuras laboristas, entre las que se incluye el vicepresidente, Tom Watson, y la portavoz de temas de Interior, Yvette Cooper, creen que el partido tiene que cambiar su posición en cuanto al libre movimiento de trabajadores.

Los trabajadores cualificados sí interesan

Este fin de semana dos parlamentarios –Emma Reynolds y Stephen Kinnock– sugirieron que había llegado el momento de un sistema de dos niveles bajo el cual los trabajadores altamente cualificados como los doctores podrían viajar a Reino Unido a ocupar puestos de trabajo ya confirmados, mientras que habría cuotas para trabajadores menos cualificados. Argumentaron que el referéndum del Brexit “fue una votación por un cambio en la inmigración”, un argumento que también ha hecho la primera ministra May.

Reynolds aseguró que daba la bienvenida al compromiso de una migración regulada pero que el partido tenía que comprender lo que eso significa.

Corbyn ha recibido críticas en el partido por no referirse nunca a cambios en cuanto al libre movimiento, y sí limitarse a subrayar el impacto positivo de la inmigración. Algunos parlamentarios temen que esta posición pueda costarle al partido votos en todo el norte de Inglaterra y las Midlands donde los votantes han estado abandonando a los laboristas durante la última década.

Corbyn también utilizó su discurso para intentar dejar claras las diferencias entre laboristas y conservadores en torno al NHS después de que la Cruz Roja Británica dijera que el servicio sanitario está haciendo frente a una crisis humanitaria.

“Los conservadores favorables al Brexit y sus aliados del UKIP prometieron que el Brexit garantizaría fondos extra para el NHS de alrededor de 350 millones de libras (400 millones de euros) a la semana. Este compromiso ya se ha tirado por la borda”, argumentó, prometiendo terminar con la escasez de financiación y la privatización.

“Los ciudadanos británicos votaron por refinanciar el NHS, y nosotros lo cumpliremos”. Las mismas fuentes no dicen si esto equivaldría necesariamente a un compromiso de 350 millones semanales.

El líder del partido proporcionaró su interpretación (sobre los objetivos del Brexit), argumentando que esa votación trataba sobre recuperar el control de la economía, la democracia y la vida de la gente.

“Presionaremos por mantener acceso pleno al mercado único europeo para proteger el nivel de vida de la gente y los puestos de trabajo”, insistió. “Pero también vamos a presionar por repatriar las competencias que ostenta Bruselas para que el gobierno británico pueda desarrollar una novedosa estrategia industrial esencial para la economía del futuro”.

Corbyn se ha opuesto a la normativa de ayuda estatal de la UE que impide a los gobiernos intervenir en industrias como la del acero. También aportó razones sobre retomar el control del mercado de trabajo con acuerdos de negociación colectiva en sectores clave y sobre poner fin “a las agencias de empleo sin escrúpulos y los falsos autónomos”.

Corbyn pide una ley de salarios máximos

Este mismo martes, el líder laborista pidió una ley que permita regular el salario máximo de los que más ganan en declaraciones para el programa Today de la BBC. Ha comentado que teme que, tras el Brexit, Reino Unido se convierta en una “economía de desigualdad total, de mercadillo de garaje”.

Corbyn no ha dado cifras específicas pero sí que ha dicho que se necesitan acciones importantes para abordar esta desigualdad. “Me gustaría que existiera algún tipo de límite para los que más ganan”, ha asegurado en la BBC.

Cuando le preguntaron que a qué nivel de ganancias debería ponerse dicho límite, respondió: “No puedo estimar ahora una cifra y no quiero hacerlo en este momento. Lo que trato de hacer es señalar que tenemos los peores niveles de desigualdad salarial de los países de la OCDE”.

“Está empeorando. Y los impuestos sobre sociedades es parte de esto. Si queremos vivir en una sociedad más igualitaria y financiar nuestros servicios públicos, no podemos seguir creando estos niveles de desigualdad”. Corbyn, que gana como diputado unos 160.000 euros al año, dijo después en Sky News que anticipaba que cualquier salario máximo sería “algo más que eso”.

“Creo que los salarios que cobran los futbolistas son simplemente ridículos, algunos salarios de altos ejecutivos son completamente ridículos. ¿Por qué alguien necesita ganar más de 50 millones al año?”, añadió.

Traducido por Cristina Armunia Berges