El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, se mostró hoy partidario de fijar un tope máximo a las ganancias de los ciudadanos para reducir la desigualdad social en el Reino Unido.
Corbyn declaró a la emisora Radio 4 de la BBC que le gustaría imponer “un límite al volumen de ingresos” personales y criticó lo “ridículo” que resultan los salarios estratosféricos de los futbolistas.
No especificó cuál sería el tope máximo de ingresos pero señaló que sería “algo más alto” que el salario de 138.000 libras (158.000 euros) anuales que percibe él mismo como diputado y líder del primer partido de la oposición.
La semana pasada, el High Pay Centre, un centro de estudios que analiza las tendencias en los sectores mejor pagados, aseguró que a mediodía de su primera jornada de trabajo, los directivos de las empresas que cotizan en la Bolsa de Londres habían ganado más que el sueldo medio anual del país.
Corbyn indicó también que, si llega al Gobierno, introducirá un sueldo mínimo de al menos 10 libras la hora (11,5 euros), frente a las 7,20 libras (8,26 euros) que perciben actualmente solo los mayores de 25 años.
El dirigente laborista expuso algunas de sus prioridades económicas ante la próxima negociación del Gobierno con Bruselas sobre el “brexit” (salida del Reino Unido de la Unión Europea, UE).
“No debemos convertir al Reino Unido en una economía de ganga en las costas de Europa, donde continuamente reducimos el impuesto de sociedades y alentamos una economía de bajos sueldos”, dijo.
“En lugar de eso -añadió-, lo que queremos es una economía de alto valor con trabajos cualificados y que promueva exportaciones de alta calidad”.
En relación al “brexit”, Jeremy Corbyn parece haber cambiado de postura ya que tiene previsto anunciar en un próximo discurso que no está “casado” con la idea de libertad de movimientos en la UE y que lo que quiere es una inmigración bien gestionada.
Según un extracto adelantado de ese discurso, el líder de la Oposición pedirá al Gobierno que dé prioridad al acceso al mercado único en las negociaciones con la Comisión Europea que deben empezar a finales de marzo.