Gibraltar busca a los 823 habitantes que votaron a favor de romper con Europa

Stephen Moss

John Bromfield es un bicho raro. Es uno de los 823 gibraltareños que votaron la semana pasada a favor de salir de la Unión Europea, a pesar de los temores de que perjudicaría al comercio y de que alimentase las demandas españolas de la soberanía sobre la Roca. La mayor parte de los 823 ahora se han escondido. Ser parte de una minoría del 4% es potencialmente desagradable, pero Bromfield no está hecho de esa pasta. “Aquí la gente está intentando encontrar vía Facebook a esos 823 y los votantes del Brexit temen recriminaciones”, explica. “Pensé en poner un anuncio diciendo 'Soy el número uno'”.

A Bromfield no le hacen mucha gracia las negociaciones de esta semana entre el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, y el primer ministro de Escocia, Nicola Sturgeon. Ambos están decididos a encontrar alguna manera de permanecer en la Unión Europea. “Los políticos están jugando con esta situación en lugar de ponerse en marcha con la dirección de sus países”, comenta. “Deberían estar ocupándose de los problemas actuales en lugar de tratar de sortear el resultado del referéndum”.

El Brexit apenas hizo campaña en el peñón, donde tanto el Gobierno como la oposición estaban comprometidos con permanecer en la Unión Europea. “La campaña en contra del Brexit fue extremadamente contundente”, dice este hombre de 71 años que tiene varios negocios de exportación e importación ubicados en Gibraltar y Reino Unido, “y por eso nadie quería hacer campaña a favor del Brexit”. Él se encargó de cubrir el hueco con una serie de artículos en the Gibraltar Chronicle apoyando la salida.

Con una población de solo 30.000 habitantes, Bromfield describe Gibraltar como una gran familia. Pero estar tan estrechamente unido puede ser catastrófico. “El gobierno tiene una política en la que si no estás con ellos, estás contra ellos”, asegura. “Hay una percepción de que el Gobierno puede crear un problema de eso. Pero  yo no he tenido nunca ningún problema”. Explica que el tema clave para él es el de la soberanía. “Quería que mi país tuviese una administración británica de la soberanía, donde los parlamentarios son responsables y rinden cuentas sobre lo que hacen. No quiero ser parte de un estado federal de Europa”. Las amenazas al comercio son, insiste Bromfield, exageradas. “La única empresa que dijo que era probable el Brexit ha renegado de esa afirmación esta semana”.

En cuanto a Picardo y Sturgeon, sostiene que tendrían que tener la elegancia de aceptar la derrota. “Están persiguiendo un objetivo inalcanzable”, apunta. En el pasado, Escocia y Gibraltar tuvieron la oportunidad de salir de Reino Unido y eligieron quedarse. Ahora deben aceptar lo que la población de Reino Unido en su conjunto ha decidido.

“Gibraltar puede fácilmente permanecer en Europa apostando por una soberanía compartida con España”, dice Bromfield, “pero es algo que ellos no harían jamás. Y si lo hicieran, Reino Unido se alejaría de esa asociación y España finalmente se haría con el control”. En Gibraltar, el 4% favorable al Brexit cree que ha perdido el partido.

Traducido por Cristina Armunia Berges