La votación de una resolución sobre el alto el fuego en Gaza se pospuso por tercera vez en el Consejo de Seguridad de la ONU este miércoles, en medio de aparentes diferencias políticas dentro del Gobierno de Joe Biden. Mientras que los esfuerzos diplomáticos en Nueva York se centran en lograr una tregua, se han impulsado las negociaciones sobre un nuevo acuerdo para la liberación de los rehenes, que implicaría una breve pausa humanitaria en los combates para permitir un intercambio con prisioneros palestinos.
El proyecto de resolución de la ONU, redactado por Emiratos Árabes Unidos, se modificó el martes para evitar el tercer veto de Estados Unidos desde que comenzó el conflicto hace más de dos meses. En lugar de pedir un “cese urgente y sostenible de las hostilidades”, el texto modificado se refería a “la suspensión urgente de las hostilidades para permitir el acceso humanitario seguro y sin trabas y que se adopten medidas tendentes al cese sostenible de las hostilidades”.
Según fuentes diplomáticas, la misión estadounidense en Nueva York creía haber negociado un texto sobre el que al menos podría abstenerse, pero cuando se consultó a Washington, surgieron nuevas objeciones, y al parecer la Casa Blanca adoptó una línea más proisraelí que el Departamento de Estado.
Las objeciones de la Casa Blanca incluían la oposición a cualquier mención de la palabra “cese”, el malestar por una cláusula que pone a la ONU a cargo de supervisar el flujo de ayuda humanitaria sin mencionar explícitamente el papel de Israel en el control de la carga que entra en Israel, y la ausencia en el proyecto de resolución de una condena a Hamás por sus atentados del 7 de octubre, en los que murieron unas 1.200 personas.
Mientras proseguían las consultas entre Nueva York y Washington, la votación sobre la resolución de Emiratos Árabes se aplazó al miércoles y, por tercer día consecutivo, se volvió a posponer. “Todavía estamos trabajando en las modalidades de la resolución”, declaró el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby. “Para nosotros es importante que el resto del mundo entienda lo que está en juego aquí y lo que Hamás hizo el 7 de octubre y cómo Israel tiene derecho a defenderse de esas amenazas”.
Lana Nusseibeh, embajadora de Emiratos Árabes Unidos ante la ONU, afirmó: “En última instancia, el punto final es un alto el fuego, pero como saben, eso no se ha aprobado recientemente, así que tenemos que avanzar hacia el espacio que permita a los trabajadores humanitarios trabajar con seguridad y a gran escala”.
Contactos para una nueva tregua
Mientras tanto, se están produciendo nuevos intentos para reactivar un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, lo que propició una pausa de una semana en los combates a finales de noviembre. La reunión celebrada el lunes en Varsovia entre el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani; el jefe del Mossad, David Barnea, y el director de la CIA, William Burns, fue calificada de “positiva” pero no decisiva. Durante la anterior pausa negociada en las hostilidades, Hamás liberó a 110 mujeres, niños y extranjeros que tenía retenidos a cambio de 240 mujeres y adolescentes palestinos retenidos en cárceles israelíes.
“Las conversaciones fueron positivas y los negociadores exploraron y discutieron diferentes propuestas en un intento de avanzar en las negociaciones”, informó Reuters citando a una fuente no identificada, pero la fuente añadió: “Sin embargo, no se espera un acuerdo de forma inminente.”
El jefe de la oficina política de Hamás, Ismail Haniyeh, viajó en Egipto este miércoles para hablar con los responsables de seguridad allí sobre otro acuerdo de intercambio de rehenes, y el presidente de Israel, Isaac Herzog, confirmó el interés de Israel en revivir el pacto.
“Israel está dispuesto a entrar en otra pausa humanitaria y a aportar más ayuda humanitaria con el fin de recuperar a los rehenes, por lo que toda la responsabilidad de este asunto recae en Sinwar [el líder de Hamás en Gaza] y su gente”, declaró Herzog el martes al think tank Atlantic Council, con sede en Washington. Pero el presidente israelí también dejó claro que Israel solo contemplaría una pausa humanitaria en los combates en el contexto de un acuerdo sobre los rehenes. Si Hamás rechazara el acuerdo, dijo, Israel continuará su ofensiva sobre Gaza “sin limitaciones”.