De EEUU al resto del mundo: así se encendió la llama de las protestas universitarias contra la guerra en Gaza

Neha Gohil y Jon Henley

9 de mayo de 2024 22:19 h

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Por todo el mundo, los campus universitarios se han vuelto el escenario de protestas crecientes en las que los estudiantes exigen a las instituciones académicas la venta de sus participaciones en empresas que suministran armas a Israel. Tras iniciarse en campus de Estados Unidos, las protestas se han extendido a universidades de Europa, Líbano y la India, entre otros.

Los estudiantes se oponen a lo que consideran “complicidad” de las universidades con la ofensiva israelí en Gaza, en la que han muerto unas 35.000 personas, iniciada por el Ejército hebreo en respuesta al atentado de Hamás del 7 de octubre, en el que murieron unas 1.200 personas y otras 250 fueron secuestradas.

Más de 2.500 manifestantes han sido detenidos en Estados Unidos hasta el momento, con la protesta de los campus atrayendo la atención de medios de todo el mundo y provocando reacciones entre los palestinos atrapados en la asediada Franja de Gaza. Se esperan nuevas protestas por el asalto a Rafah, que el Ejército israelí comenzó este lunes –limitado al este de la localidad y a la zona fronteriza con Egipto– y al que se opone toda la comunidad internacional. En protesta por el “silencio y la inacción” de las universidades, algunos estudiantes también han comenzado huelgas de hambre.

De EEUU a Reino Unido y Europa

Desde que comenzaron en la neoyorquina Universidad de Columbia, ha habido manifestaciones en casi 140 campus universitarios, distribuidos por Washington DC y por 45 Estados de EEUU.

La entrada de agentes de Policía al recinto de la Universidad de Columbia produjo la semana pasada unas escenas dramáticas que culminaron con la detención de más de 100 estudiantes. La universidad había pedido ayuda policial para reducir a los manifestantes que ocupaban el Hamilton Hall, rebautizado por los estudiantes como Hind's Hall, en homenaje a una niña palestina de seis años asesinada en la Franja de Gaza.

“Destruir propiedades no es una protesta pacífica, va en contra de la ley”, dijo después Joe Biden, negando que las protestas fueran pacíficas. “No hay lugar para la incitación al odio ni para ningún tipo de violencia, ya sea antisemitismo, islamofobia o discriminación contra estadounidenses de origen árabe o palestino”, añadió el presidente de EEUU.

Desde entonces se han montado campamentos de protesta en unas 14 universidades de Reino Unido. “Es muy importante para la comunidad estudiantil y británica que se luche por la justicia”, dijo la estudiante palestina Hala Hanina, participante en las protestas de la Universidad de Newcastle.

Más de una docena de estudiantes de la Universidad de Princeton, en EEUU, y diez estudiantes de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, anunciaron que se pondrían en huelga de hambre para protestar por la política de sus universidades.

“Se nos ha notificado recientemente sobre la intención de un número indeterminado de estudiantes de ponerse en huelga de hambre como muestra de determinación y firmeza en torno a las cuestiones relacionadas con Israel y Palestina”, dijo el rector de la Universidad de Edimburgo, Peter Mathieson. “Aunque les reconocemos la autonomía con relación a sus cuerpos, hacemos un llamamiento, a ellos y a los demás, para que no pongan en peligro su propia salud, seguridad y bienestar”, añadió. “Estamos en contacto diario con los manifestantes para garantizar que sean conscientes del apoyo a su salud y bienestar del que disponen”.

En México, los estudiantes también han acampado en la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) y en Suiza han ocupado el edificio UniMail de la Universidad de Ginebra (UNIGE), además de movilizarse en otras ciudades del país como Lausana o Zúrich. 

Movilizaciones más limitadas en Europa

En universidades de Francia, Países Bajos, Alemania y España ha habido protestas menores que, en su mayoría, han sido rápidamente desalojadas por la policía, aunque no en el caso español.

En la Universidad de Ámsterdam, el rectorado, el Ayuntamiento y la Fiscalía pidieron la intervención de los antidisturbios. Los agentes disolvieron a primera hora del martes un campamento que se había montado el día anterior. Usaron las porras para dispersar a la multitud y derribaron con una pala mecánica las barricadas que los manifestantes habían levantado con bicicletas y palés. Fueron detenidos 125 manifestantes que se negaban a marcharse. Al cabo de unas horas los soltaron a casi todos.

“Compartimos la furia y el desconcierto por la guerra y entendemos que haya protestas por ello”, declaró la universidad en un comunicado. “Insistimos en que, dentro de la universidad, la única respuesta es dialogar sobre el tema”.

Ese mismo días, la policía berlinesa desalojó a un grupo de manifestantes propalestinos que había ocupado un patio de la Universidad Libre (FU) de Berlín y había montado un campamento de protesta. “La universidad ordenó el desalojo y llamó a la Policía. Esta forma de protesta no está dirigida al diálogo. Una ocupación de parte de la universidad no es aceptable. Estamos dispuestos al diálogo pero no en esta forma”, dijo el rector de la Universidad, Günter Ziegler.

En España, las protestas por la masacre en Gaza se han extendido en los últimos días por los campus de la Comunitat Valenciana, Barcelona, Euskadi y Madrid, y de momento no han sido reprimidas ni prohibidas. 

¿Qué persiguen los estudiantes con su protesta?

Muchos quieren que las universidades vendan sus acciones, activos y otras participaciones en empresas vinculadas a Israel y a su guerra en Gaza, lo que se conoce como desinversión. Para los activistas, las universidades que invierten en empresas israelíes o en organizaciones que hacen negocios en Israel son “cómplices” de la masacre en Gaza.

Los manifestantes también piden un alto al fuego, que las universidades reconozcan como “genocidio” el conflicto que está teniendo lugar en el territorio palestino y que “condenen la destrucción de todas las universidades de Gaza”.

Algunos estudiantes unieron a sus demandas por Gaza un llamamiento a las universidades para que ayuden a enfrentar la crisis climática. En Bélgica, más de 100 estudiantes ocuparon la Universidad de Gante exigiendo la ruptura de lazos con empresas relacionadas con el Ejército israelí, así como medidas concretas que aseguren el cumplimiento de los objetivos climáticos que la institución se había fijado para 2030.

La universidad no respondió a las peticiones de comentarios. Su rector, Rick Van de Walle, publicó un comunicado en el que negaba la posibilidad de cambios en los criterios éticos de la institución. “No habrá ninguna desviación en la actual política de derechos humanos con respecto a un país concreto, en este caso Israel”, decía el texto.

¿Cómo han respondido las universidades?

Las instituciones académicas no han respondido de manera uniforme. Entre las reacciones, ha habido medidas drásticas, como los desalojos, y negociaciones.

En Rhode Island, la Universidad Brown llegó la semana pasada a un acuerdo con los estudiantes para que el máximo órgano de gobierno de la institución, llamado la Corporación, votara durante una reunión de octubre sobre la posibilidad de vender sus participaciones en empresas relacionadas con Israel. A cambio, los estudiantes levantaron los campamentos.

Mientras que la Universidad de Columbia suspendió su ceremonia de graduación más importante, la Universidad Northwestern, en Illinois, y el Evergreen State College de Olympia, en Washington, también llegaron a acuerdos con los estudiantes. La ocupación de la Goldsmiths University de Londres llegó a su fin después de que la institución accediera a varias demandas de los estudiantes, como cambiar el nombre de una sala de conferencias por el de Shireen Abu Akleh (periodista de la cadena Al Jazeera asesinada por Israel); conceder becas humanitarias a estudiantes de Palestina y revisar la definición de antisemitismo hecha por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto.