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Egipto se enfrenta a la crisis en el canal de Suez con poca transparencia y vídeos de propaganda

Ruth Michaelson

26 de marzo de 2021 22:37 h

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La primera reacción de Egipto cuando el buque portacontenedores encalló y se quedó atascado en una de las rutas comerciales más importantes del mundo fue su silencio habitual. Lo mismo cuando 12 horas después empezaron a hacerse públicos los primeros detalles del problema.

Para Egipto, el canal de Suez es mucho más que una ruta comercial: es una fuente de orgullo nacional y una fuente vital de divisas. Debido al fervor que rodea a esta vía navegable y al férreo control que las autoridades egipcias ejercen sobre la información, pocos analistas esperan transparencia sobre las circunstancias del encallamiento o el calendario de rescate del barco. Hay quien estima que podría llevar días o incluso semanas.

Según Timothy E. Kaldas, del Instituto Tahrir sobre la Política de Oriente Medio, “el canal de Suez ocupa sin duda un lugar destacado en la historia nacional de Egipto. Se trata de una vía navegable estratégica que ha elevado históricamente la importancia de Egipto”.

Los 193 kilómetros del canal se empezaron a construir en 1859. La nacionalización por parte de Gamal Abdel Nasser en 1956 arrebató el control del canal a la empresa británico-francesa que lo explotaba. “Fue un hito en el asentamiento de la independencia de Egipto”, explica Kaldas. “Contribuyó a aupar como líder a Nasser [presidente de Egipto entre 1954 y 1970]”.

Tras el golpe de Estado que dio en 2013, el presidente egipcio Abdel Fatah al-Sisi explotó el mismo sentimiento de orgullo nacional cuando anunció en 2014 que las obras de ampliación y profundización de un tramo de 37 kilómetros del canal se completarían en un año en lugar de los tres previstos. Los 8.200 millones de dólares del proyecto se financiaron con bonos del Estado adquiridos con entusiasmo por un público al que le decían que la vía navegable ampliada sería “una arteria de prosperidad”. En 2015, las autoridades egipcias calificaron el relanzamiento del canal como “un milagro y un regalo de Egipto al mundo”.

Un vídeo de película

Pero el Ever Given sigue atascado en la parte más antigua y de un solo carril del canal. Las autoridades egipcias no han querido sino dar visiones optimistas de los intentos de reflotar el barco, incluyendo un vídeo con música peliculera que publicó la Autoridad del canal de Suez (SCA, por sus siglas en inglés) y que trata de presentar a las autoridades como si estuvieran controlando la situación. Ya se ha demostrado la inexactitud de la información que aseguraba que el barco había sido parcialmente reflotado o trasladado así como de las primeras declaraciones de Osama Rabie, el almirante y jefe de la SCA, que dijo que el problema se solucionaría en cuestión de días.

Pilotos distraídos con el tabaco o los sobornos

Según el capitán Ranjan Chowdhury, que a lo largo de sus 35 años de carrera marítima ha navegado con frecuencia por el canal de Suez, los pilotos que la SCA asigna a los barcos para dirigir el tránsito y ayudar a la difícil navegación en la vía navegable contribuyen a los problemas en el canal. “Los pilotos del canal ponen música dentro del puente y falta apoyo AIS”, dice en referencia al sistema de seguimiento que se usa en los barcos.

Según Chowdhury, los pilotos se conectan al sistema AIS con un ordenador “pero tienen un exceso de confianza a la hora de navegar a ojo”. “Siempre están comiendo, fumando, hablando mucho y pidiendo sobornos, y eso les hace distraerse. La navegación es un arte y si pierden la concentración por un segundo mientras navegan por un canal estrecho es algo que hay que investigar”, dice.

“Llamamos al canal de Suez el país de Marlboro. Si les damos un gran cartón de cigarrillos Marlboro son felices; no todos los capitanes hacen sus deberes antes de transitar por el canal de Suez”.

Chowdhury se muestra escéptico sobre los esfuerzos por investigar el incidente. “La investigación no será transparente y llevará mucho tiempo debido a la burocracia”, dice. “Y lo que es más importante, la Autoridad del canal de Suez no asume responsabilidades. El capitán del barco es el principal responsable, una laguna legal en comparación con las reglas del canal de Panamá”.

En opinión de Kaldas, un mayor grado de transparencia ayudaría a relajar la tensión en torno al incidente, tanto para Egipto como para sus socios internacionales. “Para mantener su credibilidad, es esencial que el Gobierno egipcio sea transparente a partir de ahora con esta crisis”, dice. “La actual estrategia de comunicación no está ayudando a sus intereses”. Traducido por Francisco de Zárate