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Un juez estadounidense dice que la violación es consecuencia directa de las redes sociales

Maria L. La Ganga

Un juez de Idaho ha dejado en libertad al violador de una joven de 14 años con la condición de no tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, a la vez que vinculó el suceso al derrumbe de la moralidad en la era de las redes sociales. “Si por mi fuera, acabaría con Internet”, aseguró durante el juicio.

El inusual requisito del celibato extramatrimonial como una condición para la libertad condicional del agresor captó gran atención mediática esta semana, después de que se hicieran públicos extractos del fallo del juez del distrito de Twin Falls, Randy J. Stoker.

“Si este tribunal le concede la libertad condicional, una condición de esta libertad será que no podrá tener relaciones sexuales con nadie más que la persona con la que esté casado, si está casado, y punto”, aseguró el juez.

Sin embargo, otros detalles del fallo (que aparecen en una transcripción obtenida por the Guardian), revelan cómo Stoker dio una especie de sermón sobre la moralidad de hoy en día, en el que conectó a la víctima de violación de 14 años con “el sistema de las redes sociales”.

El requisito de celibato extramatrimonial es muy raro, pero tiene algo de fundamento jurídico en el conservador Estado de Idaho, donde el sexo antes del matrimonio todavía es técnicamente un delito. Sin embargo, la ley que prohíbe la “fornicación” rara vez o nunca se aplica.

El fiscal de Twin Falls Grant P. Loebs explicó que se comprobaría con un polígrafo si el agresor sexual estaba cumpliendo con la obligación impuesta por el juez. “El agente de libertad condicional cuyo trabajo es asegurarse de que no eres una amenaza para la comunidad te preguntará ¿has estado haciendo esto o lo otro?”, explica. “Así se comprobarán estos requisitos. No espiando a nadie”.

Stoker dijo que podía haber sentenciado a Cody D. Herrera a cadena perpetua por la violación de una chica de 14 años en 2005. En lugar de eso, envió al chico de 20 años a un programa de tratamiento dirigido por el sistema de prisiones de Idaho. Si Herrera lo completa en un año, obtendrá la libertad condicional. Pero si viola las condiciones de su libertad, continuó Stoker, será sentenciado hasta a 15 años de prisión.

El juez odia las nuevas tecnologías

El mes pasado, al presentar su sorprendente sentencia, Stoker impuso la condición adicional de celibato extramatrimonial y también clamó contra lo que él considera que es la 'cultura del polvo' ('hook-up culture' en el texto original). Cuestionó el nivel de remordimiento de Herrera e hizo hincapié en las predilecciones del joven: el gusto por la pornografía, un asombroso número de parejas y fantasías sexuales con una chica de 13 años.

Las modernas tecnologías de hoy en día tienen la culpa, dice el juez: “He visto docenas, cientos de casos relacionados con sexo desde que estoy sentado en este banco”, dijo. “Nuestra sociedad ha llegado a un punto en el que... no sé ni cómo explicarlo. Tengo 66 años. Cuando tenía 19 años, las predilecciones sexuales de la gente joven no eran estas, nada de lo que veo hoy”.

“Creo que esto es una consecuencia directa de las redes sociales que tenemos en este país”, continuó Stoker. “No puedo decir el número de veces que he visto este tipo de casos. '¿Cómo sucedió?', 'Bueno, conocí a alguien en las redes sociales'”.

Stoker reconoció que Snapchat, Facebook, Instagram y otras plataformas quizá no sean la causa directa de todos los casos de ataques sexuales que ha dirigido en el tremendamente conservador Idaho. Pero aseguró que “la inmensa mayoría” de casos comenzaba en Internet.

“No puedo cambiarlo”, comentó. “Si por mí fuera, acabaría con Internet y todos tendríamos una mejor vida. Pero no puedo hacer nada de eso. Supongo que también dice algo sobre el nivel de la moralidad de este país. No puedo cambiar la moral. La gente va a hacer lo que va a hacer”.

Según documentos legales, Herrera y la víctima se conocieron en 2014. En ese momento él tenía 17 años. La chica le dijo a él que tenía 16. Salían con amigos, iban al centro comercial y se comunicaban vía Facebook. Pero cuando su madre se enteró de la relación, trató de frenarla.

La madre de ella llamó a Herrera y a su madre. Les explicó que su hija tenía solo 14 años y era demasiado joven para tener novio. Pero Herrera y la chica continuaron con su relación por Internet.

El 2 de marzo de 2015, Herrera se coló en el cuarto de la chica supuestamente para ver una película con ella. Él empezó a acariciarla. Ella le pidió que parase. Después, la violó sin usar condón.

Poco después, según la declaración jurada del inspector de policía de Twin Falls Benjamin Mittelstadt, Herrera se enteró por un rumor de que la chica estaba embarazada. Pidió a su madre que lo averiguase en una conversación que después fue descargada del móvil de la mujer.

“Durante la conversación el señor Herrera admitió saber que la chica era menor de edad”, asegura Mittelstadt. “Dijo también que no quería terminar entre rejas y ser violado y apuñalado por lo que había sucedido”.

La madre de la chica le dijo al juez que su familia se sentía presa de un “depredador” manipulador. Herrera no solo violó a su hija, aseguró la mujer, también acosó y amenazó a la joven, a sus amigos y a sus familiares. “Su intención desde el primer momento fue conseguir lo que quería de mi hija de 14 años, su virginidad. Y estuvo rondándola hasta que lo consiguió”, le dijo a Stoker. Cody nunca entenderá lo que le ha hecho a nuestra familia. Cody robó su inocencia. Destrozó a la niña que todavía era. Esto nunca podrá ser devuelto“.

El abogado defensor de Herrera, Dan Brown, le dijo al juez que su cliente “llegaba ante el tribunal siendo joven y, en algunos aspectos, ingenuo”. Su afición a la pornografía quizá sea “desagradable”, pero “en realidad no le ha hecho daño a nadie”.

Herrera se declaró culpable de un delito de violación. Según él mismo confesó, dijo el juez, Herrera tuvo “34 encuentros sexuales con diferentes personas” cuando todavía era un adolescente y su actitud era, “utilizar a jóvenes para su satisfacción sexual”.

“Nunca había visto tal nivel de actividad sexual en un chico de 19 años en esta corte y llevo trabajando en esto 15 o 16 años”, aseguró Stoker. “Lo que yo pienso es que lo que haces en el pasado es un buen indicador de lo que vas a hacer en el futuro”.

Traducido por Cristina Armunia Berges