El sábado, la presentadora de Fox News Jeanine Pirro comenzó su programa semanal pidiendo por segunda semana consecutiva una purga en el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Señaló que había dentro de las fuerzas del orden federales “una conspiración criminal” para socavar a Donald Trump.
Una semana antes había pedido “una limpieza... en nuestro FBI y Departamento de Justicia”: “Necesita limpiarse de individuos que no sólo deben ser despedidos, sino que deben salir esposados. Ha habido momentos en nuestra historia en los que la corrupción y la anarquía eran tan generalizadas que había que dar ejemplo. Este es uno de esos momentos”.
El mismo día, el también presentador de Fox News Jesse Watters sugirió que la investigación de Robert Mueller contra Trump por Rusia era “un golpe de Estado” para derrocar al presidente.
Pirro, Watters, Laura Ingraham y Sean Hannity son los presentadores de Fox News que han hecho público su rechazo a la investigación por Rusia, a Mueller y al FBI. Por el contrario, y con el fin de proteger a Trump de las investigaciones por su campaña, insisten en que el Departamento de Justicia debería comenzar nuevas investigaciones sobre Hillary Clinton.
Fox News: una cobertura positiva de Trump
Hace tiempo que Fox News es considerado un lugar aliado de los conservadores. Sus más famosos programas de opinión en la noche, como Hannity, de Sean Hannity, y el de su excolega, Bill O' Reilly, han impulsado durante mucho tiempo la agenda de la derecha.
Propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch, el canal siempre ha tenido a Donald Trump como un espectador habitual. El presidente, que a menudo tuitea de inmediato sobre sus programas, ha concedido 20 entrevistas a periodistas del canal, mucho más que con cualquier otro medio.
Fox News devuelve el favor con una cobertura de la investigación por Rusia en la que el presidente sale favorecido. En las últimas semanas, el canal se ha centrado en los sms antiTrump enviados por Peter Strzok, un agente del FBI que participó tanto en las investigaciones de Trump como en las de Clinton.
Fox News se ha centrado en un texto en el que Strzok (que también envió textos despectivos sobre otras figuras políticas de ambos partidos) se refirió a la investigación rusa como “una póliza de seguro”. La interpretación del canal es que esa frase significaba que la investigación era una forma alternativa de detener la presidencia de Trump si Clinton perdía.
Aunque el canal desestimó durante mucho tiempo la investigación rusa, con algunos de sus estrellas viéndola como una distracción innecesaria de los que consideran que son los escándalos reales que involucran a Hillary Clinton, el tono ha cambiado en las últimas semanas. Ha aumentado la retórica del “golpe de Estado” y de la amenaza que “el Estado profundo” ejerce sobre Trump.
Las críticas crecientes de Fox News llegan en un momento en que la investigación de Mueller ha avanzado aún más gracias a un acuerdo de admisión de culpabilidad por parte del exconsejero de Seguridad Nacional, Mike Flynn, a principios de diciembre. A pesar de ello, y con pocas excepciones, los republicanos del Congreso todavía no se han unido a los ataques contra Mueller.
Fuente de noticias de los votantes de Trump
Fox News puede desempeñar un papel fundamental en la forma en que los partidarios de Trump perciben la investigación. El canal es seguido predominantemente por conservadores y es una fuente de información clave para gran parte de la base electoral de Trump. Una encuesta en julio reveló que el 33% de los republicanos sólo recibe noticias de Fox News y que los votantes de derechas sienten una profunda desconfianza por los principales medios de comunicación.
Según Rick Wilson, un prominente consultor conservador y que siempre ha estado en contra de Trump, Fox News “refuerza a la base de Trump, no hace que nadie salga de su refugio”. “No es su intención convencer a otros estadounidenses de que Bob Mueller es corrupto y partidario de Hillary Clinton y que necesita ser despedido”, dijo.
En su opinión, “el ecosistema mediático conservador se ha convertido en un muro de protección y en un mecanismo de defensa para la base electoral de Trump, antes que en medios capaces de cambiar las opiniones y actitudes del resto”.
Aunque el abogado de Trump, Ty Cobb, ha estado pidiendo calma en de la Casa Blanca y ha insistido en que la investigación habrá terminado pronto, los asesores externos han seguido un rumbo diferente. Breitbart, la publicación dirigida por el exconsejero de la Casa Blanca Steve Bannon, ha sido hostil con Mueller constantemente. Jay Sekulow, abogado personal de Trump, se ha mantenido activo como suplente arrojando dudas sobre la investigación.
Sam Nunberg, que fue asesor de la campaña de Trump, coincide en la misma idea. “El asunto es que Fox News y su impacto ayudan a mantener viva a la oposición republicana contra la investigación”, dice a the Guardian. En su opinión, el canal también fue clave en los 90 para reforzar el apoyo conservador a la investigación del fiscal Ken Starr sobre Bill Clinton.
“Desde un punto de vista práctico, esta investigación se está acercando cada vez más, quizá no necesariamente al presidente, sino a [Jared] Kushner [el yerno y asesor del presidente] y a información potencialmente dañina. Así que están usando la táctica de matar al mensajero, de ahí todo este alboroto con Mueller recibiendo los correos electrónicos”, dijo Nunberg en referencia a la acusación republicana de que la investigación de Mueller había accedido de forma ilegal a los emails del equipo de transición de Trump. Una acusación que el portavoz de Mueller ha negado.
Jeanine Pirro se ha convertido en la cara más pública de este esfuerzo para socavar a Mueller y animar a los votantes republicanos. Tiene una larga relación con Trump. Su exmarido lo representó como abogado y Trump apareció en su programa de televisión incluso antes de la exitosa candidatura presidencial. Una exfiscal que usa en el programa su título anterior como juez local, Pirro trató dos veces de convertirse en candidata republicana en Nueva York antes de dedicarse a la televisión.
No es la única. Otros presentadores de Fox News también se han sumado a la campaña.
Laura Ingraham, una veterana presentadora de radio conservadora que llegó a ser considerada como posible secretaria de prensa de la Casa Blanca, también ha asumido un papel protagonista en este discurso. Ingraham ha dicho que Muller está tratando de “deshacer las elecciones de 2016” y ha vapuleado al equipo de Mueller, acusándolos de “intenciones claramente partidistas” y diciendo que “todos deberían dimitir”.
Sean Hannity, el conocido presentador de Fox News que antes impulsó teorías de conspiración en torno a la muerte de un exempleado del Comité Nacional Demócrata, también ha tratado activamente de desacreditar la investigación de Mueller.
En la sección de su programa que comparte con el analista legal de Fox News Gregg Jarrett comparó al FBI con la “vieja KGB”. Hannity siguió adelante y dijo que la comparación de la agencia federal con la policía secreta soviética no era una “hipérbole”. Jarrett lo llamó “un gobierno en la sombra”. Hannity también dijo que la investigación de Mueller era “una desgracia” y que representaba “una amenaza directa para usted, el pueblo estadounidense, y nuestra república americana”.
El viernes pasado, mientras Trump se preparaba para pronunciar un discurso en la academia de entrenamiento del FBI en Quantico (Virginia), el subsecretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Hogan Gidley, salía en Fox News diciendo que ha habido un “sesgo extremo” en la selección de los “miembros de alto rango” del equipo de Mueller.
La pregunta es si la ardiente defensa que Fox News hace del presidente tendrá un impacto político. Nunberg se muestra escéptico. “En primer lugar, si Jared (Kushner) es finalmente acusado, el presidente estará en ese momento en una situación muy precaria. Creo que no hay nada que Fox News o Rupert Murdoch puedan hacer al respecto.”
Según Rick Wilson, la reacción de Fox tiene que ver con lo que él llama “un tornado diario de mierda”, en el que los medios de comunicación conservadores “lanzan todas las teorías de la conspiración que pueden con la esperanza de que alguna se sostenga”. El resultado es que las historias se vuelven “completamente exageradas y locas”. “No se trata sólo de oponerse a Hillary Clinton, sino (de decir) que Hillary Clinton, George Soros y Al Qaeda están unidos para derrocar al presidente Trump”.
Traducido por Francisco de Zarate