El Gobierno francés quiere que los trabajadores inmigrantes que están en primera línea contra el coronavirus en Francia acceden a un trámite acelerado para obtener la nacionalidad. El Ejecutivo ha enviado una directriz a las autoridades locales para que “recompensen la labor de los trabajadores extranjeros durante el confinamiento” acelerando su proceso para conseguir la ciudadanía francesa.
Entre los que podrían acceder a esa vía rápida figuran sanitarios, recolectores de basura, guardias de seguridad o cuidadores de niños.
La ministra de Ciudadanía, Marlène Schiappa, ha dicho que Francia quiere mostrar su gratitud a los que “demostraron su cariño hacia nuestra nación”. “Nuestro país pudo contar con su solidaridad y con su generosidad ante ese inmenso desafío”.
“Algunos extranjeros se movilizaron y estuvieron particularmente expuestos para luchar contra la epidemia de COVID-19. Participaron activamente con dedicación y valentía en el esfuerzo nacional (...) El Estado desea recompensar su compromiso”, reza la directriz.
El texto sugiere priorizar sus solicitudes de nacionalidad y que las autoridades locales comprueben la contribución hecha por estas personas. También propone que las personas que hayan desempeñado “servicios importantes” puedan reducir de cinco a dos el número de años que deben residir en el país antes de obtener la ciudadanía.
Schiappa ha asegurado desconocer del número de personas que podrían optar a esta vía rápida para adquirir la nacionalidad francesa.
En declaraciones a France24, la asociación francesa Cimade, que defiende los derechos de personas migrantes y refugiadas, ha considerado el anuncio un paso adelante, pero cuestiona lo que considera un “enfoque de 'recompensa' por lo que se consideraría una forma de integración. Pero no facilita esta integración dejando a las personas en situación irregular, aunque lleven años trabajando en Francia, a veces diez o quince años”.
La organización, que ha lanzado una campaña por la regularización “amplia y duradera” de todas las personas indocumentadas, también ha criticado la “lógica de clasificación” que a su juicio esconde la medida. “¿Con qué criterios se va a considerar [a los empleados] como trabajadores de primera línea? ¿Vamos a distinguir a la señora de la limpieza del hospital de la que ha trabajado en una empresa? ¿Y qué hay de la persona que habrá limpiado los vagones del metro de París”, ha dicho una de las responsables de la asociación al medio francés.
Para Cimade, la otra dificultad radica en la aplicación de esta circular, y explica que las autoridades locales no están legalmente obligadas a cumplirla. “Cada gobernador podrá hacer lo que crea conveniente”, explica Lise Caron. Además, según France24, las citas para presentar un expediente para obtener la nacionalidad están en un nivel récord de saturación . “A algunas personas [el trámite] les lleva varios meses, a otras años”, ha advertido la organización, que espera que la promesa de acelerar el acceso a la nacionalidad no quede en papel mojado.
Traducido por Francisco de Zárate
--
Este artículo ha sido actualizado y completado por la redacción de elDiario.es.