Google se ha gastado millones de euros financiando investigaciones académicas en Estados Unidos y Europa para intentar influir en la opinión pública y en los legisladores, señala la organización estadounidense Campaign for Accountability (CfA) en un informe reciente.
En la última década, Google ha financiado artículos académicos que parecen apoyar los intereses comerciales de la compañía tecnológica y defender a la empresa ante los retos regulatorios, tales como la legislación antimonopolio y antipiratería.
“Google utiliza su inmenso poder y riqueza para intentar influir en los legisladores a todos los niveles”, asegura Daniel Stevens, director ejecutivo de CfA. “Como mínimo, los reguladores deberían saber que Google les ha llevado el supuesto trabajo académico independiente en el que están confiando”, añade.
En su informe Google Academics Inc, CfA identifica 329 trabajos de investigación sobre políticas públicas publicados entre 2005 y 2017 y financiados por la compañía. Los autores de estos documentos son académicos y economistas de algunas de las instituciones internacionales más destacadas, incluidas Oxford, Edimburgo, Stanford, Harvard, MIT y Berlin School of Economics, entre otras.
En más de la mitad de los casos Google ha financiado directamente a estos académicos. En el resto, los autores fueron financiados indirectamente a través de grupos o instituciones respaldadas por Google, explica CfA. Los autores, que recibieron entre 4.300 y 350.000 euros de Google, no revelaron la fuente de su financiación en el 66% de los casos y en un 26% de esos casos fueron financiados directamente por la compañía tecnológica, apunta el informe.
CfA pide a todos los académicos financiados por Google que hagan pública la fuente de su financiación para asegurarse de que su trabajo puede ser evaluado en contexto.
Google ha declarado que el informe es “muy engañoso” dado que incluye cualquier trabajo financiado por toda organización a la cual Google ha donado dinero alguna vez. “Muchos académicos e instituciones con una larga historia en estudios de este tipo –sobre importantes asuntos como copyright, patentes y libertad de expresión– comparten nuestro apoyo a los principios de un internet abierto”, ha afirmado la directora de política pública de Google, Leslie Miller, en un post. “Les apoyamos para ayudarles a investigar más y difundir el conocimiento de sus ideas”, ha añadido.
Google espera que los académicos revelen sus fuentes de financiación y mantengan su independencia, según ha indicado Miller. Algunos de los académicos citados en el informe han criticado la política de Google en temas de antimonopolio, privacidad y neutralidad de red.
Miller añade que es irónico que CfA hable de transparencia y rendición de cuentas cuando no revela sus propios patrocinadores financieros, uno de los cuales es Oracle, una compañía “que está llevando a cabo una campaña de lobby contra Google sobre la que existen pruebas”. La directora señala que Oracle financia centenares de piezas de investigación y eventos.
Stevens, director ejecutivo de CfA, afirma: “Cuando se expone el mal comportamiento de Google, la compañía siempre apunta a otros. En lugar de desviar las culpas, Google debería abordar su historial de propaganda oculta, el cual sitúa a la empresa junto a las grandes petroleras y tabaqueras”.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti