Una foto reciente ha relanzado el debate sobre la creciente influencia de China en el Pacífico y la interpretación que los extranjeros deben hacer de las costumbres locales. En ella aparece el embajador de China en el país insular de Kiribati caminando sobre las espaldas de un grupo de hombres tumbados durante una ceremonia de bienvenida.
Tang Songgen, como se llama el embajador, visitó la isla de Marakei a principios de agosto. En la foto aparece agarrado de la mano de dos mujeres vestidas con ropa tradicional mientras avanza sobre las espaldas de los jóvenes tumbados en el suelo.
Algunos analistas han argumentado que la fotografía simboliza la creciente influencia de China en este archipiélago del Pacífico, pero muchos kiribatianos han destacado que se trata únicamente de una práctica tradicional. Su malinterpretación, dicen, es deliberada. En septiembre de 2019, el Gobierno de Kiribati cambió de manera repentina y polémica sus relaciones diplomáticas pasando de tener una alianza con Taipéi, capital de Taiwán, a tenerla con Pekín, en China.
El comandante Constantine Panayiotou, agregado de defensa de EEUU en Fiji, Tonga, Nauru, Tuvalu y Kiribati, escribió en su cuenta de Twitter: “Simplemente no puedo imaginar un escenario en el que caminar sobre las espaldas de niños sea un comportamiento aceptable para un embajador de ningún país (¡o para ningún adulto!) Sin embargo, a eso hemos llegado gracias al embajador de China en Kiribati”.
“Me sorprendería mucho que un representante australiano participara en una ceremonia de esta naturaleza”, declaró a la cadena de televisión ABC el parlamentario australiano Dave Sharma, exdiplomático en la misión de Australia en Papua Nueva Guinea. Por su parte, el actual alto comisionado de Australia en la zona, Bruce Cowled, no participó en ninguna ceremonia similar, aseguró el martes el jefe de la Oficina para el Pacífico de Australia.
“Autodeterminación cultural”
Pero muchos kiribatianos han subrayado que se trata de una práctica habitual en muchas islas del archipiélago y que se ha sacado de contexto su forma de dar la bienvenida. “Esta es la manera en que en nuestra isla se muestra respeto hacia los invitados”, escribió en la redes sociales Adlih Ztuhcs. “Si un extranjero entra en una nueva familia al casarse, los hombres se tumban para darle la bienvenida. Para las mujeres, los hombres las llevan sobre los hombros hasta su destino. La misma forma de bienvenida se hace durante las bodas y cuando alguien visita por primera vez. No manipulemos los hechos para que encajen en nuestros relatos”.
Katerina Teaiwa, profesora adjunta del Colegio de Asia y el Pacífico en la Universidad Nacional Australiana, reconoce el simbolismo de la imagen, pero considera que se trata de una muestra de respeto y hospitalidad de la gente de Marakei, no de sometimiento.
“El pueblo de Marakei puede dar la bienvenida a los dignatarios de la forma que quiera, es bien sabido que siguen muchas de las costumbres de su tierra. Todo el mundo debería ponerse menos nervioso con este tema y ser más respetuoso con la diversidad de las costumbres del Pacífico, los isleños deberían tener autodeterminación cultural”, dijo.
“Los pueblos del Pacífico pueden decidir por sí mismos las costumbres que mantener, las que pueden tener una forma nueva de acuerdo con los tiempos, las que deben cambiar si son violentas, discriminatorias, etc...”, indica la profesora. “Siempre me ha impresionado cómo los kiribatianos siguen respetando el espíritu de abara –nuestras tierras– a pesar del dominio colonial”.
Tang fue nombrado en marzo embajador de China para Kiribati. A principios de agosto publicó en Internet el siguiente texto sobre su visita a Tabiteuea Norte, Tabiteuea Sur y Marakei: “Fuimos recibidos con las cortesías tradicionales, invitados a las ceremonias locales de maneaba [casa de reuniones], donde todo el equipo se sintió apabullado por una cultura y hospitalidad únicas”. “Nuestro objetivo principal es que la relación China-Kiribati beneficie a más gente de Kiribati”, añadió.
Rivalidad geopolítica
Excolonia británica formada por tres archipiélagos en una superficie oceánica del tamaño de la India, Kiribati ha adquirido importancia estratégica por la rivalidad entre Estados Unidos y China en el Pacífico. Las inquietudes de Estados Unidos se avivaron el año pasado cuando Taneti Maamau, presidente de Kiribati, tomó la repentina y polémica decisión de darle reconocimiento diplomático a China, tras 17 años de alianza con Taiwán.
El ejército estadounidense ha alertado por la posibilidad de que Kiribati permita a China construir instalaciones de doble uso (militar y civil) en Kiritimati, su isla más grande, a tan solo 2.000 km al sur de Hawai, donde tiene su puerto la Flota del Pacífico de EEUU.
Asociado con una empresa china, el país insular ya está desarrollando una infraestructura pesquera en Kiritimati. Pero según las declaraciones que el presidente Maamau hizo este mes al periódico The Guardian, “nunca ha habido ninguna intención ni plan por parte de este Gobierno de permitir a China una base secundaria en Kiritimati”.
Traducido por Francisco de Zárate