Hungría presentará una propuesta a la Unión Europea para proteger las fronteras de Europa mediante la detención automática de cualquier solicitante de asilo durante el tiempo que dure el estudio de su solicitud, según ha informado el portavoz del Gobierno, Zoltán Kovács.
Kovács ha afirmado que la elección de Donald Trump en EEUU está contribuyendo a “un cambio de humor en Europa” que justifica la posición de línea dura del primer ministro húngaro, Viktor Orbán. El portavoz ha señalado que la reciente cumbre de la UE en Malta ha marcado un punto de inflexión en la actitud de la Unión Europea respecto a la inmigración en el Mediterráneo.
En una rueda de prensa en Londres, Kovács aseguró que cualquier persona en búsqueda de asilo y que pase por Hungría será llevado a “refugios” durante todo el periodo de valoración de la solicitud, aunque serían libres de volver a sus países en cualquier momento.
“Ningún inmigrante, ni siquiera aquellos que ya hayan pedido su solicitud de asilo, podrá moverse con libertad hasta que haya una decisión legal sobre su derecho a asilo político, estatus de refugiado o cualquier otra cosa, así que no tienen el derecho a moverse con libertad en el país”, ha señalado Kovács.
El portavoz prevé que llevará muchos meses procesar las solicitudes y que cada caso tendrá que ser examinado de forma individual en lugar de colectiva. No está claro cuántos solicitantes de asilo serían retenidos en los campos, o si la UE aprobará el plan.
Hungría se ha enfrentado en repetidas ocasiones a la UE por su política migratoria, incluida su decisión de levantar una valla en su frontera con Serbia y su negativa a aceptar las cuotas fijadas por la Unión.
Kovács espera más enfrentamientos con Bruselas por su nuevo plan de asilo, pero insiste en que los actuales acuerdos se están violando de forma sistemática, dado que los solicitantes son libres de moverse mientras esperan el recurso de una solicitud rechazada. Kovács afirma que muchos en fase de recurso se fugaron a otros países como Alemania y Reino Unido. “Si mantenemos el actual régimen, no seremos capaces de controlar lo que ocurre en las fronteras o en el interior de Europa”, añadió.
El portavoz ha explicado que aunque a los solicitantes no se les permitiría moverse con libertad en el país, los campos no deberían ser descritos como “centros de detención”. “Todavía no tenemos un término adecuado para ello, esa es la próxima tarea. No se trata de detención, se trata de no darles la misma posibilidad que a los ciudadanos europeos. No se equivoquen. Esto se viola sistemáticamente en Europa. El tema principal hoy es la inmigración ilegal. Todo el mundo que llega aquí como inmigrante lo hace principalmente de forma ilegal”.
Kovács ha asegurado que durante el fin de semana pasado las autoridades húngaras detuvieron a 100 solicitantes de asilo que intentaban entrar en el país de forma ilegal.
Las condiciones existentes en los campos de refugiados en Hungría han sido fuertemente criticadas por grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional. Aun así, Kovács ha asegurado que, bajo el derecho comunitario, no se podría dar acceso a los medios de comunicación a los centros de detención revisados. El portavoz señaló que los refugios proporcionarían comida y educación a los menores, incluidos lo no acompañados. “Los refugios cumplirían todos los estándares requeridos por la Unión Europea”, ha explicado.
“Hungría utilizará todos los medios a su disposición para comprobar la identidad [de los solicitantes] y hacer una exhaustiva investigación para cada caso. De acuerdo con el derecho internacional, no creemos que solo por venir de Siria y que haya una guerra civil, ello de derecho a grupos enteros a venir a la Unión Europea, menos si han pasado por muchos países seguros en su camino”, ha afirmado Kovács.
Hungría ha levantado vallas fronterizas con Serbia y planea emplear a entre 6.000 y 8.000 guardias fronterizos “para arrestar a aquellos que vienen a través de la valla”. Kovács argumenta que la cumbre europea en Malta ha sido un punto de inflexión y que la UE está empezando a implementar propuestas planteadas por Hungría en 2015.
Kovács ha asegurado que cuando Orbán propuso la creación de centros de identificación y campos en el norte de África había sido denunciado como un provocador, pero ha señalado que ahora sus propuestas están en la agenda. “Lo que fue calificado de utópico o loco ahora está empezando a dirigir la agenda”.
“Creemos que un cambio de perspectiva en Estados Unidos ha ayudado a otros a respetar la posición húngara”, ha señalado el portavoz. Lo cierto es que Orbán será probablemente uno de los primeros líderes europeos en reunirse con Trump cuando este venga a Europa en mayo por la cumbre de la OTAN.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti