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India registra todos los albergues de la orden de la Madre Teresa de Calcuta por un escándalo de venta de bebés

Michael Safi

Delhi —

India ha ordenado la inspección inmediata de todos los hogares para menores gestionados por Misioneras de la Caridad, la congregación católica establecida por la monja Teresa de Calcuta, tras la acusación a varios empleados de un albergue de vender bebés para la adopción.

El Ministerio para la Mujer y el Desarrollo Infantil ha anunciado las inspecciones después del cierre este mes de una de las casas de Misioneras de la Caridad en el Estado de Jharkhand y el arresto de una moja y de una trabajadora social.

La hermana Konsalia Balsa y la trabajadora social Anima Indwar han sido acusadas de haber vendido tres bebés del albergue, que da refugio a madres solteras y embarazadas.

También han sido acusadas de intentar vender un cuarto bebé, un chico de dos meses nacido en marzo, por unos 1.500 euros. A los padres, una pareja de Uttar Pradesh, les dijeron que la adopción propuesta era legítima y que el dinero era para gastos hospitalarios.

“Habiendo conocido los últimos casos de adopciones ilegales llevadas a cabo por Misioneras de la Caridad en Jharkhand, Maneka Gandhi (ministra para la Mujer y la Infancia) ha ordenado a todos los estados la inspección inmediata de los hogares para menores dirigidos por Misioneras de la Caridad en todo el país”, ha señalado el Ministerio en un comunicado.

Misioneras de la Caridad, organización creada en 1950 por la Madre Teresa –actualmente Santa Teresa de Calcuta–, no ha querido hacer declaraciones sobre las inspecciones, pero previamente dijo estar horrorizada ante las acusaciones de tráfico de bebés.

“Estamos absolutamente sorprendidos por lo que ha ocurrido en nuestro centro en Ranchi”, señaló la orden en un comunicado. “Nunca debería haber ocurrido. Va en contra de nuestras convicciones morales. Estamos investigando cuidadosamente este asunto”.

La policía sostiene que la monja Balsa ha reconocido su papel en el caso de tráfico, pero el obispo de Ranchi, la capital de Jharkhand, ha afirmado esta semana que la confesión se obtuvo bajo presión y ha acusado a la policía de “tratar a toda la organización de Madre Teresa como una banda criminal”.

Líderes políticos del Estado de Bengala Occidental, donde está radicada la orden religiosa, también han alegado que el caso es parte de una campaña anticristiana promovida por el Bharatiya Janata Party, formación gobernante con ideología nacionalista hindú.

Las Misioneras de la Caridad dejaron de facilitar adopciones en India en 2015 tras las reformas del Gobierno que eliminaron los obstáculos para adoptar a personas solteras, divorciadas y separadas.

India tiene más de 230.000 menores en refugios oficiales y no oficiales, según la Comisión Nacional para la Protección de los Derechos de los Menores, pero las estimaciones del número de huérfanos en el país llegan hasta los 30 millones.

A pesar de haber una lista de espera de unos 15.000 padres, desde principios de 2016 hasta marzo de 2018 solo se produjeron 2.671 adopciones. El proceso es muy lento y requiere una autorización de un tribunal que puede llegar a tardar hasta cuatro años en el sobrecargado sistema judicial indio. El resultado es un mercado negro de bebés boyante y lucrativo.

Las autoridades reconocen que no saben el tamaño de este mercado negro. En febrero del año pasado la policía en Bengala Occidental detuvo a los directores de un centro de adopción acusados de vender al menos 17 menores a parejas en Europa, Estados Unidos y Asia.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti