En las fotos, Jack Teixeira aparece elegante en su uniforme azul oscuro de la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos. Identificado como el principal sospechoso de filtrar documentos clasificados de inteligencia, a sus 21 años tiene un aspecto juvenil, no mucho mayor que el de los amigos adolescentes con los que chateaba en el grupo de Internet donde se publicaron los archivos.
El FBI detuvo a Teixeira y registró su domicilio en la tarde del jueves. Una cadena de televisión local mostró la grabación en vídeo del momento en que se lo llevaban esposado.
El periódico The New York Times identificó a Teixeira como la figura principal en el Thug Shaker Central, un grupo de chat para gamers creado dentro de la red social Discord. Los detalles que se han conocido sobre Teixeira lo han convertido en lo que se conoce como una 'persona de interés' dentro de las pesquisas sobre la filtración. Este viernes, el Departamento de Justicia ha hecho públicos los documentos de acusación. Teixeira se enfrenta a dos cargos: la retención y transmisión no autorizada de información de defensa nacional y la la retención y extracción no autorizada de material o documentos clasificados que podrían conllevar hasta 10 años de prisión.
Destinado al ala de inteligencia número 102 de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, Teixeira también era uno de los miembros clave en otro grupo de Internet formado por unas 30 personas con afición a las armas, los videojuegos y los memes racistas.
Según The New York Times, Teixeira podría ser el individuo conocido por los miembros del grupo como OG, el usuario al que un día antes había atribuido la filtración el periódico The Washington Post.
Creado en 2020 durante el punto álgido de la pandemia, Thug Shaker Central era un grupo de chat al que solo se podía entrar con invitación.
Al parecer el filtrador trató desde el principio de impresionar a los jóvenes miembros del grupo, escribiendo mensajes llenos de jerga y acrónimos y publicando documentos confidenciales. Al principio mecanografiaba transcripciones literales. Después comenzó a filtrar directamente los documentos, que parecían haber sido extraídos físicamente de un lugar seguro para luego ser fotografiados.
Según The Washington Post, OG le dijo a miembros del grupo que había llevado los documentos a su casa desde una “base militar” donde a veces trabajaba, dentro de una instalación segura en la que los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos estaban vetados.
Para sustentar la sospecha de que Teixeira podría ser esa persona, The New York Times explicó la similitud que había entre los márgenes de las fotografías hechas a los documentos filtrados y los detalles del interior de la casa donde creció Teixeira, obtenidos en fotos familiares subidas a las redes sociales.
La madre de Teixeira, Dawn, confirmó a The New York Times que su hijo formaba parte de la Guardia Nacional Aérea, que hacía poco había estado trabajando en el turno de noche de una base de Cape Cod y que había cambiado de número de teléfono en los últimos días.
En el número de teléfono de la floristería Bayberry Farm and Flower Co, que al parecer es propiedad de la madre de Jack Teixeira, no atienden las llamadas. Un mensaje grabado anuncia que la empresa está cerrada durante la semana.
La dirección de la sede de la floristería en North Dighton (Massachusetts) es la misma donde se cree que vive Teixeira. Según los registros públicos, los propietarios de la floristería son Tom Dufault y Dawn Dufault, antes conocida como Dawn Teixeira.
En junio de 2021, hay una mención a Jack Teixeira en la página de Facebook de la floristería. “¡Jack está de camino a casa hoy, con la escuela de tecnología terminada y listo para comenzar su carrera en la Guardia Nacional Aérea!”, decía el mensaje bajo la fotografía de un globo con la frase “Bienvenido a casa”.
Teixeira había empezado a progresar en su carrera dentro de la Guardia Nacional. En una foto publicada en julio de 2022 por la página de Facebook del ala de inteligencia número 102 de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts felicitaban a Jack por un aparente ascenso a soldado de primera clase. El post seguía activo en la tarde del jueves.
Mientras EEUU seguía las pistas hasta llegar a casa de Teixeira, la pregunta sobre qué puede haber motivado al autor de la filtración se ha hecho más urgente. Las repercusiones de la filtración se han extendido desde Kiev a Seúl, entre otras capitales, con la opinión pública conmocionada por la magnitud de la filtración y la evidencia de que Estados Unidos estaba espiando a sus aliados.
La explicación dada por los miembros del grupo de chat es de una frivolidad sorprendente. El autor de la filtración, insisten, no era un informante sino un joven que quería alardear ante sus jóvenes amigos enseñándoles documentos que nunca pensó que saldrían del grupo de chat.
“Es una persona inteligente; por supuesto que sabía lo que hacía cuando publicó estos documentos; de ninguna manera las filtraciones fueron un accidente”, dijo a The Washington Post uno de los miembros del grupo.
Lo cierto es que se filtraron. Primero se publicaron en otras redes sociales y luego llegaron a los canales rusos.
Según los miembros del grupo, OG los aleccionaba en temas internacionales y sobre operaciones confidenciales del Gobierno.
“Este tipo era cristiano, estaba contra la guerra y solo quería informar de lo que estaba pasando a algunos de sus amigos”, dijo un conocido. “En nuestro grupo hay algunas personas que están en Ucrania, nos gustan los juegos de lucha, nos gustan los juegos de guerra”.
Pero OG también tenía un lado más siniestro. En un vídeo al que tuvo acceso The Washington Post aparece un hombre identificado como OG profiriendo insultos racistas y antisemitas ante la cámara en un campo de tiro y armado con un rifle de gran calibre.
A medida que la investigación se acercaba al culpable han comenzado a surgir serias preguntas sobre esta última, y muy incómoda, filtración de la inteligencia estadounidense.
Tal vez la primera de la lista sea cómo pudo tener acceso a un lugar con información de inteligencia altamente confidencial una persona tan joven y emocionalmente insegura, con opiniones racistas y antisistema. A medida que se van conociendo los detalles, resulta igualmente sorprendente que esa persona pudiera llevarse material confidencial de un sitio seguro sin levantar sospechas.
Tom Nichols, de la revista The Atlantic (que tuvo acceso a documentos confidenciales durante 35 años) resumió los cuestionamientos en una aguda publicación por Twitter: “Espero que este tipo no sea el filtrador porque [si es así] voy a tener algunas preguntas sobre cómo es posible que un tipo de la Guardia Aérea de Massachusetts haya conseguido las diapositivas de las sesiones informativas para el Presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos”.
Traducción de Francisco de Zárate