Los personajes (que no existieron) de 2016: del portavoz de Trump al diputado vendedor de lavadoras

Emine Saner

1. John Miller, el portavoz de Donald Trump

Nuestro principal candidato para ocupar el cargo de secretario de Prensa de Donald Trump en la Casa Blanca: John Miller, su portavoz desde hace años. Es cierto que no ha aparecido en los últimos tiempos pero, según sus propias palabras, Miller es alguien que Trump “conoce… que le cae bien y en quien confía”. Decimos en sus “propias” palabras, pero es bastante obvio que, en realidad, Miller y Trump son la misma persona (Trump lo niega). En mayo, el periódico The Washington Post publicó la grabación de una entrevista telefónica de 1991 entre Miller y un periodista de la revista People. Miller, que tiene la peculiaridad de hablar muy parecido a Trump, elogia a “su” jefe: “Es un buen tipo”, dice. “Le está empezando a ir muy bien económicamente”.

Conoce todos los detalles de la vida amorosa de Trump. Dice que las actrices llaman “para ver si pueden salir con él”. También, que había tenido una relación con Marla Maples, que además tenía “otras tres novias” y que su primera esposa, Ivana, quería volver con él. Decía que Carla Bruni era una de sus novias (lo cual ella negó) y que, según el propio Miller, había dejado a Mick Jagger por Trump. Pero ¿quién era este portavoz misterioso e inusualmente honesto que sabía tanto de la vida privada de su cliente? “Soy nuevo aquí”, dijo Miller. “Voy a hacer esto como un trabajo de media jornada y luego voy a seguir con mi vida”.

2. Jim, un vendedor de lavadoras

Para ocultar su identidad, en un extraño ejemplo de interpretación, el diputado laborista británico Keith Vaz se hizo pasar por un vendedor de lavadoras llamado Jim frente a dos trabajadores sexuales masculinos de Europa del Este. Pero no cualquier lavadora: “Las que yo vendo son lavadoras industriales”, dijo en una grabación publicada por el periódico The Sunday Mirror. “Industriales. Para cosas grandes… para hoteles”. Aclaró que no eran “pequeñas lavadoras para casas rodantes”. Lo entendemos, Keith, son grandes. Enormes, dijo, “como toda esta pared”. Uno puede sentir compasión por un hombre cuya vida personal es explotada por la prensa sensacionalista y aún así seguir preguntándose cosas sobre el incidente. ¿También venderá secadoras?

3. Neil Turner, el bot de Twitter

Neil Turner, el usuario ultraderechista de Twitter que tiene los dedos más rápidos que cualquier otro ser humano, era habitualmente el primero en responder a los tuits de Donald Trump. Quizás ni siquiera era realmente humano… o no del todo. La gente que notó la presencia de Neil Turner (“luchando contra la #CorrecciónPolítica y el #GenocidioBlanco”) empezó a mirar su cuenta y descubrió que había sido programada para responder automáticamente a los tuits de Trump.

Así que se ganó el tan deseado lugar de ser el primero en responder, lo que le trajo atención e influencia (Trump le retuiteó varias veces). Un programador, Nathan Bernard, inició un podcast para descubrir quién estaba detrás de la cuenta. Bernard dice que cuando comenzó a comunicarse con él por mensaje privado, “Turner” le dijo que era estudiante de informática, pero que mantenía la discreción.

4. El “Jefe de prensa” de la constructora Vinci, en Francia

Una tarde de noviembre, los medios de comunicación recibieron un alarmante comunicado de prensa que decía provenir de la constructora francesa Vinci y en el que se anunciaba que su director de finanzas iba a ser despedido porque se habían descubierto errores de contabilidad por un valor de 3.500 millones de euros. La noticia apareció en Bloomberg rápidamente y el precio de las acciones de Vinci cayó un 18%. Perdieron 6.000 millones de euros antes de que la gente se diera cuenta de que la noticia era falsa.

Al día siguiente, el regulador del mercado de valores francés inició una investigación. Como le dijo alguien a la agencia de noticias Agence France-Presse, causaron un daño enorme con “un correo electrónico, un teléfono móvil, Photoshop y nada más”.

5. Los falsos muñecos de nieve de John Lewis

Es comprensible que la gente se dejara engañar por el trabajo de fin de curso de un estudiante sobresaliente de Comunicación Audiovisual, creyendo que era la esperada publicidad navideña de la cadena británica John Lewis. Tenía todos los puntos clave: una historia de rareza agridulce, una débil canción versionada y un mensaje #parahacertepensar.

Nick Jablonka había subido su vídeo a YouTube en verano. El protagonista era un muñeco de nieve encerrado en un globo de nieve que añoraba estar con una muñeca de nieve. Se llamaba “Publicidad navideña de John Lewis 2016” y, en diciembre, ya tenía miles de visitas (ahora ya tiene más de un millón y medio). “Realmente creo que el vídeo estaría mejor con más producción”, escribió Jablonka, que aclaró no tener relación con la tienda. Es demasiado sincero y humilde… Le hubieran venido bien los servicios de relaciones públicas de un tal John Miller.

Traducido por Francisco Zárate