Según las leyes tailandesas de lesa majestad, difamar a la monarquía se castiga con hasta 15 años de prisión. A pesar de ello, este lunes se producía una manifestación contra la corona, en la que la policía no detuvo a los seis oradores de la protesta, por ahora.
Muchos de los 200 protestantes iban vestidos como Harry Potter y otros personajes de la popular franquicia, en un intento de hacer un “conjuro” para que la democracia se aparezca en Tailandia.
Anon Nampa, un abogado de 34 años, acusó a la familia real de aumentar sus poderes a costa de la democracia y de no hacer nada ante los ataques del gobierno del primer ministro Prayuth Chan-ocha, ex líder de la junta militar, contra la oposición.
En un discurso del mes de junio, Prayuth afirmó que, a petición del rey, no ha habido ninguna acusación reciente contra personas que hayan infringido las leyes de lesa majestad, pero lanzó advertencias contra quienes critiquen a la monarquía. Durante los 70 años de reinado de Bhumibol Adulyadej, padre del actual rey y fallecido en 2016, era extremadamente inusual oír críticas.
“Es la primera vez en la historia del país que se realizan este tipo de críticas abiertas a la monarquía tailandesa en boca de personas que no pertenecen a la aristocracia y en un sitio público, con la policía presenciándolo todo”, asegura Paul Chambers, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Naresuan de Tailandia.
Después de que Maha Vajiralongkorn asumiera el trono en 2016, el palacio hizo revisar la nueva constitución para incluir nuevos poderes de emergencia para el monarca. Desde entonces, el rey ha asumido el control personal de algunas unidades del Ejército y bienes de la monarquía con valor de miles de millones de euros.
A la vez, algunos activistas han denunciado acoso por parte de las autoridades, afirmando que al menos nueve opositores que vivían en el exterior han desaparecido. Dos de ellos fueron luego encontrados muertos. Reuters no ha podido confirmar de forma independiente qué les sucedió. “Hablar de esto no es un intento por derrocar a la monarquía, sino que queremos una monarquía que conviva con la sociedad tailandesa, bajo leyes legítimamente democráticas y constitucionales”, le dijo Anon al grupo de 200 protestantes bajo el monumento a la Democracia en Bangkok. Luego, dos grupos de estudiantes leyeron sus reclamos, que incluían “anular y reformar las leyes que aumentan los poderes del monarca y que podrían vulnerar a la democracia en la que el Rey es el jefe de estado”.
La Casa Real no ha querido hacer comentarios a estas críticas. La portavoz interina del gobierno dijo que es tarea de la policía actuar contra las protestas. “El gobierno quiere que los jóvenes respeten las leyes para que puedan hacer uso de su derecho a la protesta y el país pueda seguir en paz”, señaló Ratchada Thanadirek.
Los estudiantes de las universidades de Mahanakorn y Kaset también reclamaron a las autoridades que modifiquen las leyes que prohiben criticar a la monarquía. Casi cada día hay protestas que piden la renuncia del gobierno de Prayuth y la creación de una nueva constitución. Si bien algunas pancartas critican encubiertamente a la monarquía, esta es la primera vez que las críticas son explícitas y públicas. Surapong Thammapitak, agente de policía, dijo: “Aún no hemos podido determinar qué delitos se han cometido. Cualquier infracción de las leyes será investigada”.
Traducido por Lucía Balducci