Mark Zuckerberg ha dado más peso a la idea de que podría estar interesado en meterse en política, al anunciar su “desafío personal” para 2017.
En años anteriores, el director ejecutivo de Facebook se propuso estudiar chino mandarín, se comprometió a correr al menos 1 milla (1,6 kilómetros) cada día, y programó un asistente virtual llamado Jarvis para controlar su hogar. Este año quiere visitar y conocer personas de todos los estados de su país. Ya ha visitado unos 20 estados, lo que significa que para fin de año tendrá que haber viajado a 30 estados más.
“Después de un fin de año tumultuoso, mi esperanza con este desafío es poder salir y hablar con más personas sobre cómo viven, cómo trabajan y qué piensan del futuro”, escribió en la publicación de Facebook en la que anunció el desafío.
“Durante décadas, la tecnología y la globalización nos han permitido ser más productivos y estar mejor conectados. Esto nos ha traído muchos beneficios, pero también ha generado desafíos para muchas personas. Esto ha contribuido a la sensación de división más grande que he sentido en toda mi vida. Es necesario que encontremos la forma de cambiar las reglas del juego para que funcione para todo el mundo”.
Zuckerberg afirmó que los viajes por el país incluirán recorridos en coche con su esposa Priscilla Chan, visitas a las oficinas de Facebook, reuniones con maestros y científicos, y paradas en pueblos pequeños y universidades.
“¡Estoy muy entusiasmado con este desafío y espero veros por ahí!”, le dijo a la comunidad de Facebook, que cuenta actualmente con 1.790 millones de miembros.
Este es el último de los indicios de que Zuckerberg tendría intención de hacer carrera política. A principios de diciembre, archivos judiciales desclasificados de una demanda colectiva iniciada en abril revelaron que Zuckerberg y otros dos directivos de Facebook estudiaron cómo podría hacer el director ejecutivo para seguir al mando de la empresa y hacer carrera política a la vez.
Marc Andreessen, un inversor de riesgo y uno de los más prominentes de Facebook, envió un mensaje de texto a Zuckerberg en marzo para decirle que el “tema principal” de la propuesta corporativa era “cómo definir la cuestión de la carrera política sin alarmar a los accionistas con el temor de que pierdas compromiso con la empresa”.
El día de Navidad, el director ejecutivo de Facebook confesó que ya no es ateo, lo cual según un estudio del Centro de Investigación Pew es uno de los mayores lastres que puede tener un candidato presidencial. En una nota escribió “Feliz Navidad y Feliz Janucá, de parte de Priscilla, Max, Bestia y mía”, refiriéndose a su esposa, su hija y su perro.
Debajo, un comentarista le preguntó “¿No eres ateo?”, ya que Zuckerberg solía declarar su ausencia de fe en su perfil de Facebook, y él respondió: “No. Fui criado en un hogar judío y luego pasé por un período en el que cuestioné algunas cosas, pero ahora creo que la religión es muy importante”.
Zuckerberg ya hizo una incursión en el mundo de la política en 2013, cuando lanzó el grupo de presión Fwd.us para luchar por una reforma de la ley de inmigración y por la expansión del programa de visas H1B, que es el que utiliza mayormente Silicon Valley para contratar talentos extranjeros. También ha aumentado sus esfuerzos filantrópicos con la Iniciativa Chan Zuckerberg, con la que planea invertir 2.800 millones de euros para “curar, prevenir o controlar todas las enfermedades.”
Al mismo tiempo, Zuckerberg siempre ha evitado alinearse políticamente, incluso cuando su empresa se ha visto envuelta en varias controversias políticas que le han valido acusaciones por la incapacidad de Facebook de detectar noticias falsas que de alguna forma han influido en el resultado de las elecciones de Estados Unidos.
Traducido por Lucía Balducci