Bastó una resolución de una sola página para que el congresista Matt Gaetz, republicano de extrema derecha de Florida, pusiera en marcha una medida sin precedentes en la historia del Congreso de EEUU: la destitución de un presidente de la Cámara.
Este martes, un puñado de rebeldes conservadores se unió a Gaetz en la votación para deponer a Kevin McCarthy, el presidente republicano. Por 216 votos a favor y 210 en contra, la iniciativa tuvo éxito, sumiendo de nuevo en el caos a la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y consolidando la posición de Gaetz como uno de los principales antagonistas del Capitolio.
También ha atraído de nuevo la atención de los medios de comunicación sobre un político polémico que se nutre de ella. “Hombre de Florida. Hecho para la batalla”, reza la biografía de Gaetz en X, antes Twitter.
La polémica como algo natural
Desde su llegada a Washington, este pomposo legislador se ha forjado una marca política como provocador de extrema derecha, buscando la polémica como algo natural.
Al igual que Donald Trump, a quien es ferozmente leal, Gaetz está más interesado en enfrentarse a sus adversarios políticos que en la árida tarea de gobernar, según sus críticos. En el Capitolio ha interrumpido repetidamente los procedimientos de la Cámara, incluso una vez irrumpió en una instalación de alta seguridad donde los demócratas estaban celebrando una audiencia.
WATCH: here's the video of when 2 dozen GOP members, led by @mattgaetz entered the secure hearing room (SCIF) to interrupt witness testimony in the #ImpeachmentInquiry as they demand access, despite not being committee members. They're complaining it's a "Soviet-style process". pic.twitter.com/8KddYz3r9D
— Scott Thuman (@ScottThuman) October 23, 2019
En 2018 fue condenado por invitar a un negacionista del Holocausto al discurso de Trump sobre el Estado de la Unión. Un año después, contrató a un redactor de discursos que había abandonado la administración Trump después de hablar en una conferencia que atrae regularmente a nacionalistas blancos.
Meses después del asalto del 6 de enero en el Capitolio, Gaetz se embarcó en una gira 'America First' con Marjorie Taylor Greene, la congresista de extrema derecha de Georgia, en la que amplificaron las mentiras del expresidente sobre el fraude en las elecciones de 2020. También siguió atacando a los republicanos críticos con Trump, utilizando un lenguaje que, al parecer, alarmó a McCarthy, que temía que las palabras de los legisladores pudieran incitar a la violencia.
Líder de los ultras contra McCarthy
A principios de este año, Gaetz lideró el intento de impedir que McCarthy se convirtiera en presidente de la cámara. Cedió en la 15ª ronda de votación después de que McCarthy aceptara hacer concesiones. Entre las promesas que McCarthy hizo a los legisladores ultras figuraba la de permitir que cualquier miembro presentara una moción para destituir al presidente de la Cámara.
Gaetz y otros miembros de la extrema derecha amenazaron con desplegar esa táctica si McCarthy dependía de los votos demócratas para aprobar cualquier ley de gasto, como hizo este fin de semana para evitar por los pelos un cierre del Gobierno. Este lunes Gaetz presentó la moción que provocó la destitución de McCarthy.
Gaetz ha argumentado que está actuando por el bien del pueblo estadounidense y de los votantes republicanos que quieren que McCarthy se enfrente al presidente, incluso si eso significa arriesgarse a un impago de la deuda o a un cierre del Gobierno.
Investigado por el comité de ética
McCarthy ha acusado a Gaetz de actuar en venganza después de que él se negara a interferir en una investigación del Congreso sobre la conducta de Gaetz. Durante los dos últimos años, el comité de ética de la Cámara de Representantes ha dirigido una investigación sobre las acusaciones de conducta sexual inapropiada, incluyendo tráfico sexual y sexo con una menor, consumo de drogas ilícitas y uso indebido de fondos de campaña, entre otras.
En febrero el Departamento de Justicia declinó presentar cargos contra Gaetz. El congresista mantuvo su inocencia en todo momento. “Soy el hombre más investigado del Congreso de Estados Unidos”, dijo a los periodistas el lunes, insinuando que la investigación era un esfuerzo por desprestigiarle. “Parece que el interés del comité de ética por mí aumenta y disminuye en función de mi relación con el presidente de la Cámara”, sostuvo.
En los últimos meses se ha especulado con que Gaetz tiene la vista puesta en un cargo más alto. Sobre sus futuras ambiciones políticas, el congresista de Florida rechazó tanto la sugerencia de que planea presentarse a gobernador o al Senado de EEUU. “Si quiero ir a una comunidad de jubilados, iré a The Villages (ciudad de Florida), no al Senado de Estados Unidos”, dijo a los periodistas el congresista de 41 años.