Las medidas de seguridad necesarias en las fábricas de Bangladesh siguen sin aplicarse

Más de la mitad de las fábricas que trabajan para H&M en Bangladesh aún no han instalado medidas básicas contraincendios más de dos años después de que la catástrofe de la fábrica de Rana Plaza provocara un movimiento internacional para mejorar la seguridad laboral en el país. Más de un tercio de los centros que abastecen a H&M que cuentan con la categoría “oro” y “platino” (por su nivel de respeto a las normas) no han eliminado las puertas correderas y las rejas, según un informe realizado por grupos de derechos laborales, incluida la Campaña por la Ropa Limpia.

El informe añade que el 13% de esos suministradores no han adoptado el paso básico de eliminar las cerraduras en las puertas que impiden a los trabajadores escapar de un fuego.

1.100 trabajadores murieron cuando el edificio de Rana Plaza se vino abajo en abril de 2013. En ese edificio había varias fábricas que hacían ropa para marcas como Primark, Matalan y Benetton. El desastre llevó a la creación de dos comisiones internacionales con la intención de valorar y poner en marcha medidas de seguridad para las miles de fábricas textiles que hay en Bangladesh.

La mayoría de las empresas europeas firmaron el Acuerdo sobre fuego y seguridad de edificios de Bangladesh, que afecta a más de 1.600 fábricas utilizadas por marcas como H&M, Marks & Spencer y Primark.

Los inspectores del acuerdo han establecido planes de reforma estructural, eléctrica y en relación a incendios para la mayoría de las fábricas. Pero dos años y medio después, todos menos un 10% de ellos no están aún aplicados o van con retraso, y sólo dos estaban concluidos en diciembre, la fecha del último informe actualizado.

La lista de fábricas del acuerdo no da los nombres de las marcas. H&M es la única de un pequeño grupo de marcas que revelan una lista con todos sus suministradores en el extranjero, y los miembros de la campaña la han utilizado para confirmar el nivel de progreso en las reformas.

“Estamos especialmente preocupados por el lento ritmo de estas reformas que son básicas para salvar vidas en caso de incendios”, dice el informe. “El riesgo aún existente es de carácter muy grave”.

Anna McMullen, del grupo Labour Behind the Label, un grupo de presión que es parte de la red Campaña por la Ropa Limpia, elogió a H&M por hacer pública la lista de suministradores, lo que permite a otros grupos medir el ritmo de los progresos en las fábricas. “Pero esta gran colaboración no está sirviendo para que se cumpla lo que se prometió. Las grandes marcas necesitan liderar este proceso y las mayores son las que tienen la mayor responsabilidad”, dice. 

“Las salidas de incendios son uno de los requisitos más importantes que se exigen a un suministrador para que pueda trabajar para H&M”, dice un portavoz de H&M. “Siempre hay rutas claras de salida en nuestros centros, aunque ahora están en proceso de mejora de acuerdo con los nuevos requerimientos. Tenemos una relación fluida con los suministradores y seguimos trabajando en las tareas pendientes”.

“Hemos continuado con un papel muy activo dentro del acuerdo. Vemos que hay progresos, pero para acelerarlos estamos trabajando con el grupo IndustriALL con plena transparencia y utilizando toda nuestra capacidad de presión conjunta”, continúa el portavoz.

Un portavoz del acuerdo admite que el progreso en algunas fábricas ha sido demasiado lento y que ha contratado a más de 30 ingenieros para agilizar los controles. También ha enviado más de 200 cartas de aviso a las fábricas, que podrían ser eliminadas de la lista de centros suministradores bajo las cláusulas vinculantes del acuerdo.

Cinco fábricas fueron despedidas en diciembre y una este mes, lo que lleva el total de fábricas sancionadas a nueve.