Los familiares de menores que han muerto o han quedado gravemente heridos mientras trabajaban en minas de cobalto en la República Democrática del Congo han interpuesto una demanda contra las compañías tecnológicas más importantes del mundo. En esta acción legal, que si prospera sentaría un precedente histórico, alegan que el cobalto que se extrae en estas minas sirve para alimentar teléfonos móviles, ordenadores portátiles y coches eléctricos fabricados por los gigantes tecnológicos.
Apple, Google, Dell, Microsoft y Tesla son algunas de las compañías demandadas. El bufete de abogados especializado en derechos humanos International Rights Advocates ha presentado la demanda ante un tribunal de Washington DC en nombre de 14 padres, madres o menores. En la demanda, se acusa a estas compañías de haber propiciado o instigado estas muertes o lesiones graves.
Según los abogados de las víctimas, los menores que trabajan en las minas de cobalto integran la cadena de suministro de estas compañías. Las familias y los niños lesionados reclaman una indemnización por trabajos forzados y una compensación adicional por enriquecimiento injusto, supervisión negligente y haberles causado intencionalmente un gran daño emocional. Es la primera vez que las empresas tecnológicas se enfrentan a un desafío legal de esta envergadura.
El cobalto es un elemento esencial para alimentar las baterías recargables de litio utilizadas en millones de productos que Apple, Google, Dell, Microsoft y Tesla venden anualmente. La insaciable demanda de cobalto, impulsada por el deseo de contar con tecnología portátil barata, se ha triplicado en los últimos cinco años y se espera que se duplique de nuevo a finales de 2020. La RDC, uno de los países más pobres e inestables del mundo, proporciona más del 60% del cobalto utilizado.
La demanda argumenta que Apple, Google, Dell, Microsoft y Tesla son colaboradores e instigadores de las compañías mineras que se beneficiaron de la situación de unos niños que fueron forzados a trabajar en condiciones peligrosas; condiciones que les causaron la muerte o lesiones graves. Los demandantes alegan que los menores trabajaban ilegalmente en minas de la compañía minera británica Glencore.
Señalan que el cobalto que se extrae en las minas de esta compañía es vendido a Umicore, un comerciante de productos mineros y de metal con sede en Bruselas, que vende baterías con cobalto a Apple, Google, Tesla, Microsoft y Dell. Otros demandantes señalan que los menores trabajaron en minas de Zhejiang Huayou Cobalt, una gran compañía china líder en el sector, que, según la demanda, suministra este material a Apple, Dell, Microsoft y probablemente a otras de las compañías demandadas.
En la acusación, las familias señalan que los menores se vieron obligados a trabajar en el sector minero debido a la extrema pobreza del país. Afirman que se les pagaba tan poco como 2 dólares por una extenuante y peligrosa labor que consistía en excavar rocas de cobalto con utensilios rudimentarios en oscuros túneles subterráneos. Los familiares alegan que algunos de los niños murieron cuando los túneles se derrumbaron y otros se quedaron paralíticos o tendrán lesiones graves el resto de sus vidas como consecuencia de estos accidentes.
Una demandante, identificada con el nombre de Jane Doe 1, afirma que su sobrino se vio obligado a buscar trabajo en las minas de cobalto a muy temprana edad porque la familia no podía seguir pagando la cuota mensual de 6 dólares de la escuela. Según los documentos presentados ante el tribunal, en abril del año pasado el menor trabajaba en una mina gestionada por la Kamoto Copper Company, una subsidiaria de Glencore. Trabajaba en un túnel subterráneo, excavando entre rocas de cobalto, cuando el túnel se desmoronó y fue enterrado vivo. Su familia señala que nunca ha podido recuperar el cuerpo del menor.
Otro niño, identificado como John Doe 1, afirma que empezó a trabajar en las minas a los nueve años. En la demanda se indica que a principios de este año el menor trabajó como mula humana para la empresa minera Kamoto Copper Company, transportando sacos con rocas de cobalto por 0'75 dólares diarios. El niño se cayó en un túnel y algunos de sus compañeros consiguieron salvarlo. Afirma que lo dejaron solo en el suelo del sitio minero hasta que sus padres se enteraron del accidente y lo fueron a buscar. Ahora está paralizado desde el pecho hacia abajo y nunca más volverá a caminar.
Otras familias que han demandado a las compañías afirman que sus hijos murieron cuando un túnel se derrumbó o sufrieron lesiones graves mientras se arrastraban por los túneles o cargaban con mucho peso, como roturas en brazos y piernas, o lesiones en la columna vertebral. También señalan que nunca se les indemnizó por estas muertes o lesiones.
Las acusan de saber que había menores trabajando
Una de las acusaciones clave de la demanda es que Apple, Google, Dell, Microsoft y Tesla sabían y tenían conocimientos “detallados” de que el cobalto que utilizaban en sus productos se obtenía a partir del esfuerzo de menores que trabajan en condiciones peligrosas y que, por lo tanto, son cómplices de una violación de los derechos humanos.
En el escrito presentado, las familias argumentan que todas las compañías demandadas cerraron acuerdos comerciales con las compañías mineras que operan en la RDC. También afirman que la contratación masiva e ilegal de menores para que trabajaran en las minas de cobalto les proporcionó un beneficio económico considerable. El cobalto extraído por niños sigue formando parte de la cadena de suministro.
La demanda afirma que Apple, Dell, Microsoft, Google y Tesla tienen los recursos y la autoridad suficiente para supervisar la cadena de suministro de cobalto, así como para establecer unos criterios que garanticen que se cumplen unos estándares que respeten los derechos humanos. Consideran que las muertes y las lesiones de los niños mineros son el resultado de su incapacidad para gestionar correctamente la situación.
Qué dicen las compañías
Un portavoz de Glencore ha indicado que la compañía “toma nota de las alegaciones de la demanda presentada ante un tribunal de Estados Unidos el 15 de diciembre de 2019. Glencore apoya y respeta los derechos humanos conforme a lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La producción de cobalto de Glencore en la República Democrática del Congo es un derivado de nuestra producción industrial de cobre. En las operaciones de Glencore en la República Democrática del Congo no se compran o procesan minerales extraídos de forma artesanal. Glencore no tolera ninguna forma de trabajo forzoso o la explotación de menores”.
Por su parte, Apple ha asegurado que “está profundamente comprometida con el suministro responsable de los materiales que forman parte de nuestros productos”. “Hemos liderado la industria estableciendo los estándares más estrictos para nuestros proveedores y estamos trabajando constantemente para elevar el listón para nosotros mismos y para la industria”, prosiguen.
“En 2014, fuimos los primeros en comenzar a localizar en mapas nuestra cadena de suministro de cobalto a nivel de minas y desde 2016, hemos publicado una lista completa de nuestras refinerías de cobalto identificadas cada año, de las cuales el 100% son auditadas por terceros independientes. Si una refinería no puede o no está dispuesta a cumplir con nuestros estándares, será eliminada de nuestra cadena de suministro. Hemos eliminado seis refinerías de cobalto en 2019”, detallan.
También ha respondido Dell, que asevera que “está comprometida con el suministro responsable de minerales, lo que incluye la defensa de los derechos humanos de los trabajadores en cualquier nivel de nuestra cadena de suministro y su tratamiento con dignidad y respeto”.
“Nunca hemos efectuado operaciones a sabiendas utilizando cualquier forma de trabajo involuntario, prácticas de reclutamiento fraudulentas o trabajo infantil. Trabajamos con los proveedores para gestionar sus programas de aprovisionamiento de forma responsable. Cualquier proveedor con denuncias de mala conducta es investigado y, si se detecta esta mala conducta, se le aparta de nuestra cadena de suministro”, indican.
“Estamos investigando estas acusaciones, y hemos informado a la Iniciativa de Minerales Responsables como parte de su mecanismo de quejas”, añaden.
Microsoft no ha contestado a la solicitud de The Guardian, pero un portavoz ha dicho al Daily Telegraph que “si hay un comportamiento cuestionable o una posible violación por parte de uno de nuestros proveedores, investigamos y tomamos medidas”.
The Guardian también ha contactado con Huayou, Google y Tesla, pero no ha recibido respuesta.
Traducido por Emma Reverter