La devastadora epidemia de cólera en Haití que acabó con miles de vidas, y que costará más de 2.000 millones de dólares erradicar, se podría haber evitado si Naciones Unidas hubiera usado unas medidas de salud básicas que cuestan en total menos de 2.000 dólares (1.800 euros). Lo ha descubierto un equipo de epidemiólogos y abogados de la Universidad de Yale, que ha investigado cómo la bacteria del cólera fue introducida en Haití por las fuerzas de paz de la ONU destinadas ahí tras el terremoto de 2010.
El sorprendente hallazgo consiste en que unas pruebas de cribado que cuestan 2,54 dólares cada una (2,26 euros), combinadas con antibióticos preventivos por menos de un dólar por miembro de la unidad de paz, podrían haber evitado uno de los peores brotes de esta enfermedad mortal en la historia moderna.
Los expertos de Yale advierten de que la catástrofe de Haití podría repetirse, ya que la ONU parece no haber aprendido la lección de su falta de pruebas preventivas a sus pacificadores. Unos 150.000 efectivos de las fuerzas de paz de la ONU vuelven cada año de países donde el cólera es endémico, pero sigue sin haber ningún procedimiento rutinario para comprobar que están libres de la infección antes de trasladarlos.
Al menos 9.000 haitianos, y posiblemente muchos más, han muerto en la epidemia de cólera que se desató en octubre de 2010 y que aún continúa, como resultado, según se cree, de vertir en un río aguas residuales no tratadas de los campamentos de pacificadores de la ONU. Fue el prmer brote de esta enfermedad en Haití en 150 años, provocado casi con total seguridad por el traslado de fuerzas de paz de Nepal, donde está presente el cólera, a Haití para tareas de auxilio en la emergencia del terremoto.
En un estudio publicado en la web de investigación de acceso abierto PLOS, el equipo de las facultades de Salud Pública y Derecho de Yale analizan una serie de intervenciones que se podrían haber usado para contrarrestar cualquier infección antes de llevar a los pacificadores de Nepal a Haití. Según su estimación, se podría haber evitado la epidemia por menos de 2.000 dólares, una minucia en comparación con los 2.200 millones de dólares que se calcula que habrá que gastar en la próxima década hasta la erradicación de la enfermedad.
Los epidemiólogos concluyen que hacer una prueba de cribado básica usando muestras rectales junto con antibióticos y vacunas podría haber reducido las probabilidades de un brote en un 98%. “El cribado y la profilaxis son baratos, además de estar entre las opciones más eficaces a nuestra disposición. Los costes de implementar estas estrategias en el futuro son insignificantes en comparación con los costes económicos y sociales que ha producido el cólera para Haití”, valora Joseph Lewnard, autor principal del estudio.
Los investigadores temen que se pueda producir otro desastre de la magnitud del de Haití, ya que la ONU aún no ha establecido como tratamiento rutinario el cribado y los antibióticos preventivos cuando se traslada a efectivos de las fuerzas de paz. Naciones Unidas vacuna a sus tropas, pero los investigadores han hallado que las vacunas por sí solas tienen un índice de eficacia mucho menor para contrarrestar la bacteria del cólera.
“No podemos predecir el futuro, pero a menos que cambie la política de la ONU, las condiciones para que se desencadene otra epidemia de cólera siguen existiendo”, afirma Virginia Pitzer, una de las responsables del estudio de Yale. “Nuestra investigación sugiere que el cribado y/o la profilaxis de los pacificadores son las formas más efectivas de prevenir la propagación involuntaria del cólera, pero la ONU aún no ha implementado ninguna de estas medidas, ni han sido transparentes sobre las razones por las que son tan reacios a hacerlo”.
En declaraciones a the Guardian, la ONU asegura que sigue las recomendaciones del Grupo Especial Mundial de Lucha contra el Cólera de la Organización Mundial de la Salud, en cuanto a la prevención relacionada con el despliegue de sus trabajadores civiles, policiales y militares.
“El secretario general y la organización siguen comprometidos a hacer todo lo que se pueda hacer, junto con el gobierno de Haití y la comunidad internacional, para ayudar a acabar con la propagación del cólera. Ya ha habido progresos en el combate contra la enfermedad a corto plazo, y hacemos todo lo que podemos por reunir los recursos necesarios para apoyar las iniciativas a largo plazo del Gobierno para eliminar la enfermedad y mejorar el agua y la higiene en el país”, dice la organización internacional.
En los últimos años, la ONU ha rechazado repetidas veces asumir responsabilidades y compensar a las víctimas de la epidemia y a sus familias, y miles de haitianos están denunciando a la organización. A principios de este mes, the Guardian desveló un informe filtrado que había sido redactado por los propios expertos de la ONU un mes después del brote de cólera, en el que se describían los alarmantes problemas de higiene en las bases de la misión de estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH).
Traducción de Jaime Sevilla Lorenzo