Una nueva presa china en Guinea podría matar hasta 1.500 chimpancés al inundar un importante santuario para este primate en peligro, según advierten los expertos.
La presa Koukoutamba, de 294 megavatios, la construirá Sinohydro, la empresa más grande del mundo en la construcción de plantas de energía hidroeléctrica, en medio del Parque Nacional Moen-Bafing, declarado recientemente como zona protegida.
La empresa china ya se enfrenta a críticas similares por construir una presa en Indonesia que amenaza el único hábitat conocido de unas especies de orangután descubiertas hace poco.
Sus ejecutivos han firmado un contrato esta semana con representantes locales que quieren asegurar un proyecto energético que traería fondos y energía a uno de los países más pobres de África.
Se espera que la inundación de partes del parque fuerce el desplazamiento de 8.700 personas. También aumentará la presión sobre los chimpancés occidentales, que en los últimos 20 años su número se ha reducido un 80% y que actualmente se considera en peligro crítico de extinción –el nivel de riesgo más elevado– por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Las montañas de Guinea son el hogar de unos 16.500 chimpancés occidentales, la población más próspera de África. En la mayoría de otros países, esta subespecie está extinguida o muy amenazada en poblaciones de menos de 100 ejemplares.
La reserva Moyen-Bafing se creó en 2016 como un lugar seguro para los chimpancés y está financiada por dos empresas mineras –Compagnie des Bauxites de Guinée y Guinea Alumina Corporation– a cambio de recibir una autorización para abrir nuevos puntos de excavación en otros territorios del primate.
Rebecca Kormos, primatóloga que ha estado investigando a estos animales durante décadas, advierte que una presa dentro del parque tendría el mayor impacto que un proyecto de desarrollo jamás ha tenido sobre los chimpancés.
“Espero que Sinohydro reconsidere su participación en un proyecto que podría extinguir al chimpancé occidental. Una vez que desaparece una especie, desaparece para siempre”, señala Kormos. Kormos calcula que entre 800 y 1.500 chimpancés morirán como resultado del proyecto, ya sea porque se inundan sus hábitats o por conflictos territoriales si intentan desplazarse.
El simio no es la única especie en peligro. Los científicos han descubierto recientemente una planta acuática en peligro cerca de las cascadas de Koukoutamba.
El plan para la presa es popular en Guinea, pero los ecologistas señalan que la población local no es consciente de que la electricidad no se generará para ellos. “Este no es un caso de la comunidad internacional poniendo a los chimpancés por encima de las personas. Tres cuartas partes de la energía se venderá a países vecinos y el cuarto restante es para la industria minera”, cuenta Kormos.
Unas 150.000 personas han firmado peticiones instando a Guinea a frenar la construcción de la presa y adoptar energía solar, la cual el Banco Mundial se ha ofrecido a facilitar. Si la presa sigue adelante, los ecologistas señalan que Sinohydro debería trabajar con biólogos para mitigar el impacto. La empresa no ha querido hacer declaraciones.