Qué supone la inminente anexión de los territorios ocupados por Putin en Ucrania
Rusia ha terminado de celebrar los pseudorreferéndums en la Ucrania ocupada, allanando el camino para la anexión de más territorio ucraniano soberano. El Kremlin ha amenazado con anexionar esos territorios esta misma semana, mientras intenta chantajear a Ucrania para que detenga su exitosa contraofensiva.
Pero Kiev, con el respaldo de Occidente, pretende desafiar lo que considera un farol de Putin. ¿Cómo puede acabar todo esto?
¿Qué está ocurriendo en la Ucrania ocupada?
Rusia ha concluido la celebración de un falso “referéndum” en los territorios ocupados en cuatro regiones de Ucrania –Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia– en las que han exigido a los votantes que solicitaran su incorporación a Rusia. Soldados rusos armados han vigilado las votaciones en los territorios ucranianos ocupados, donde muchas personas que apoyan al Gobierno ucraniano han huido del control ruso. Los ucranianos lo han calificado como una votación organizada a punta de pistola.
Como era de esperar, Moscú ha obtenido los “resultados” que quería. Con una solicitud de anexión sellada (y universalmente no reconocida), el Gobierno ruso se está preparado para anexionar los cuatro territorios, que incluyen algunas tierras que no están actualmente bajo control ruso.
¿Por qué lo hace Putin?
En las últimas semanas, Rusia ha ido perdiendo terreno en el campo de batalla. Un contraataque ucraniano ha capturado miles de kilómetros cuadrados en cuestión de semanas. Sus tropas fueron expulsadas de gran parte de la región de Járkov, donde habían prometido a los habitantes que “Rusia había llegado para siempre”, y han empezado a perder territorios en Donetsk y Lugansk que habían mantenido desde antes del 24 de febrero. Era una humillación para Moscú.
Los analistas dicen que Rusia está llevando a cabo estas anexiones ahora para detener su retirada. Al declarar estas localidades como parte de Rusia, Moscú amenaza con una respuesta contundente, incluido un posible ataque nuclear, como parte de una guerra defensiva, a menos que Ucrania detenga su exitoso empeño en liberar sus propios territorios. Al amenazar con una escalada masiva, Rusia pretende frenar sus pérdidas hasta que sus fuerzas puedan reagruparse.
¿Cuál es el calendario de la anexión rusa?
Muchos esperaban que Putin diera un discurso al Parlamento este viernes 30 de septiembre y anunciara la decisión de anexionar formalmente los territorios. Por ley, esos tratados deben presentarse primero al Consejo de la Federación, la cámara alta, y luego a Putin para que los firme.
Eso podría organizarse en poco tiempo. Pero ahora el Consejo de la Federación ha indicado que no celebrará una sesión especial este viernes. Si eso es cierto, la próxima sesión prevista tendría lugar el 4 de octubre, el próximo viernes.
Esto puede indicar que Rusia se está tomando una pausa para entablar negociaciones con Kiev y Occidente con el fin de frenar el avance de Ucrania. O que está tanteando el apoyo local a una anexión. Pero con la poca confianza en Putin que hay fuera de Rusia, un acuerdo parece poco probable y la anexión se antoja como el resultado más probable.
¿Qué puede pasar después de la anexión?
Esta es la cuestión principal. Putin y otros altos cargos han sugerido que empezarán a tratar los ataques a las regiones anexionadas como si fueran ataques a territorio soberano ruso. Rusia ya ha acusado a Ucrania de efectuar ataques transfronterizos durante la guerra, incluso en la región de Belgorod y en una base aérea rusa en la Crimea ocupada, que Moscú asegura que es su territorio soberano.
Sin embargo, Moscú dice ahora que va en serio y amenaza con una escalada.
En cuanto a las operaciones militares, Rusia podría empezar a apuntar a más núcleos de población y edificios gubernamentales con los misiles que le quedan, de forma similar a los ataques contra la infraestructura energética ucraniana cerca de Járkov a principios de este mes.
Moscú también podría, posiblemente, comenzar a efectuar simulacros nucleares o incluso llevar a cabo ataques nucleares tácticos para asustar a Occidente. Además, llevará a los hombres movilizados al frente para mantener las líneas y evitar que Rusia pierda más territorio ante la contraofensiva ucraniana.
En casa, Rusia podría cerrar las fronteras o introducir la ley marcial en determinados territorios. Las medidas estipuladas por la ley marcial podrían incluir la incautación de propiedades, la instauración de toques de queda, la detención de los críticos del Gobierno, los centros de internamiento para los ciudadanos extranjeros y otras medidas duras que harían que la vida en Rusia refleje aún más la de un Estado totalitario.
¿Cuál es la respuesta occidental?
Ucrania ha dicho que no aceptará el chantaje nuclear de Rusia y que tiene la intención de liberar todo el territorio que ha sido ocupado por Rusia desde el comienzo de la guerra. Representantes occidentales se han mostrado de acuerdo, diciendo que han hecho advertencias muy serias al Kremlin para que no escale este conflicto mediante el uso de armas de gran alcance, incluyendo la opción nuclear.
Esto genera una increíble incertidumbre durante los próximos días. Putin, al lanzar su amenaza la semana pasada, dijo directamente: “No voy de farol”. Puede que sea un farol, pero el presidente ruso se verá sometido a una fuerte presión para mantener el territorio que ha arrebatado.
¿Cuál es el desenlace?
A largo plazo, Putin parece tener el mismo objetivo: el control político de Ucrania. Aunque antes de la guerra decía que quería garantías de seguridad sobre la no expansión de la OTAN, ahora está claro que busca un cambio de régimen en Kiev y el dominio del futuro político del país.
La anexión de territorio en el este de Ucrania probablemente no le satisfaga. Aunque quiere detener el avance ucraniano a corto plazo y dar tiempo a sus tropas para reagruparse, muchos esperan que quiera volver a la ofensiva tan pronto como sus tropas estén listas.
Traducción de Lara Lema
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