Uno de los traficantes de personas más buscados del mundo, que los fiscales italianos dicen tener encarcelado en Sicilia, vive libre en Uganda y se gasta el dinero en clubes nocturnos, según afirman numerosos testigos.
En junio de 2016, fiscales de Palermo anunciaron la captura de Medhanie Yehdego Mered en Sudán, calificándolo como “el arresto del año”. El sospechoso fue extraditado a Italia con ayuda del Ministerio de Exteriores y la Agencia Nacional contra el Crimen de Reino Unido, que habían participado en la operación.
Un documental de la cadena pública de televisión sueca SVT en colaboración con The Guardian ha revelado que este eritreo de 35 años conocido como 'el general' jamás fue arrestado por ninguna fuerza policial europea.
En su lugar, el que fue extraditado a Italia fue un refugiado de 29 años llamado Medhanie Tesfamariam Behre, que permanece en prisión acusado de tráfico de personas. SVT también posee un archivo que revela que las autoridades policiales europeas están al tanto de que el verdadero traficante sigue libre, pero no logran convencer a los fiscales italianos para que emitan una orden de arresto.
El periodista de la SVT Ali Fegan y el periodista eritreo y activista Meron Estefanos viajaron a la capital de Uganda, Kampala, en marzo y recogieron decenas de testimonios de ciudadanos ugandeses y eritreos que aseguran que han visto y conocido a Mered.
“Hicimos un mapa de todos los sitios, bares y hoteles en Kampala en los que Mered había sido visto antes de que nosotros llegáramos”, explica Fegan. “Era una misión muy arriesgada y 'el general' obviamente no quiere que salga a la luz su paradero. Así que decidimos utilizar una cámara oculta y logramos documentar muchos testimonios de gente que afirma que él vive allí”.
La investigación sobre la red de traficantes de personas liderada por Mered comenzó tras un naufragio del 3 de octubre de 2013 en el que murieron 368 migrantes cerca de la isla de Lampedusa. Los fiscales italianos de Palermo lideraron la caza de Mered.
En junio de 2016, después de dos años durante los cuales interceptaron más de 20.000 llamadas telefónicas, los fiscales de Palermo anunciaron la captura de Mered. La Agencia Nacional contra el Crimen de Reino Unido describió al detenido como “uno de los traficantes de personas más buscados del planeta”.
Desde el primer momento en que se anunció la detención, comenzaron a surgir serias dudas en torno a la identidad del hombre. Decenas de víctimas de Mered aseguraban que el hombre juzgado no era el correcto. Según la familia del hombre extraditado, sólo era un refugiado eritreo que se ganaba la vida ordeñando vacas.
The Guardian ha hablado con al menos 10 personas, incluyendo empleados de una ONG dirigida por eritreos en Kampala, que han llevado a cabo una investigación por su cuenta y que dicen estar seguros de que Mered está en la capital.
Un testigo afirma que Mered apareció por sorpresa en el Hotel Diplomate en Muyenga, un barrio de clase alta en las afueras de Kampala. Allí, el testigo añade, intentó conversar con dos mujeres eritreas. Supuestamente les dijo a las mujeres que a su esposa “no le importaba que saliera con otras chicas”.
“Estaba muy borracho”, asegura el testigo. “Intentó bailar con las chicas, pero estaba muy hecho polvo. Aquí es alguien muy famoso y nadie intenta arrestarlo”, añade el testigo. “No es que lo hayamos oído. Es que podemos asegurar absolutamente que Mered está aquí”, sostiene otro testigo.
Mered ha sido localizado en otros sitios, por ejemplo en un bar llamado Molober, cerca de la calle Muyenga en Kabalagala, muy popular entre los eritreos, y en el bar Sami’s, en la misma zona.
Cuando le preguntamos por qué no informó a la policía tras ver a Mered, un testigo señala que muchos eritreos en Uganda no lo ven como un criminal. “Para muchos eritreos, él es producto de una necesidad. Es una situación desafortunada, pero la realidad es que Mered ha ayudado a muchas personas a huir de condiciones peores en sus países natales”, afirma otro.
Otro testigo explica que algunas personas simplemente no saben a quién informar de que lo vieron y que temen represalias si lo hacen. “Incluso si se lo dijéramos a la policía ugandesa, no lo arrestarían”, asegura un testigo. “Él es rico y puede pagar por su libertad”.
Otra persona señala que Mered se mueve con tres o cuatro guardaespaldas ugandeses: “Los guardaespaldas son ugandeses y no trabajan para una empresa de seguridad registrada. Los va cambiando”.
La esposa de Mered vive en Suecia y ha dicho muchas veces públicamente que las autoridades europeas han arrestado al hombre equivocado. Según la cadena SVT, información nueva revela que ella alertó del error a la policía sueca hace más de 18 meses.
Periodistas de SVT también han entrevistado al fiscal de Palermo, Calogero Ferrara, que dirigió la investigación, sobre las operaciones para detener a traficantes de personas. Pero cuando el periodista le preguntó por el arresto de Mered, Ferrara dio por finalizada la entrevista y pidió a los periodistas que se marcharan de su despacho.
La madre de Berhe –el hombre que actualmente está en prisión–, Meaza Zerai Weldai, viajó desde Eritrea a Palermo en octubre para realizarse una prueba de ADN que confirmó su vínculo con el hombre en prisión, probando que no es Mered.
Según el documental de SVT, realizado con el apoyo del premio italiano DIG para periodismo de investigación, las autoridades suecas fueron las que dieron el número de teléfono sudanés que fue utilizado para localizar al hombre arrestado en Sudán.
Tanto la Agencia Nacional contra el Crimen como los fiscales italianos se han negado a contestar preguntas sobre un caso que aún no está cerrado.
Traducido por Lucía Balducci