El Tribunal Supremo de Grecia ha inhabilitado a un grupo de extrema derecha de cara a las próximas elecciones generales. De acuerdo con su propia explicación, lo han decidido en aras de proteger a la democracia del país.
El máximo órgano judicial dijo que el partido extremista Griegos por la Patria era claramente “el sucesor” del desaparecido Amanecer Dorado, cuyos líderes neonazis están cumpliendo penas de cárcel por delitos que van desde el asesinato a la agresión.
“El objetivo del acusado, Ilias Kasidiaris, era volver a aparecer una vez más en el escenario político”, escribieron los jueces en la explicación del fallo. Los extractos de la sentencia de 400 páginas se publicaron este jueves. “[Kasidiaris] Fundó el nuevo partido como sucesor y continuador de... la organización criminal Amanecer Dorado, con él mismo como su verdadero líder”.
Nueve de los diez jueces del Tribunal Supremo coincidieron en vetar a Griegos por la Patria, confirmando las enmiendas legales que el Parlamento ya había votado a principios de año. Los diputados habían argumentado que la condena penal del líder del partido impedía a la fuerza de extrema derecha proponer candidatos para las elecciones del 21 de mayo.
Al explicar la decisión del tribunal, los jueces destacaron la predisposición de Kasidiaris a la violencia y a las “ideas intolerantes y racistas”. Sus políticas no sólo “no respetan la democracia”, argumentaron, sino que en última instancia pretenden desmantelar el Estado democrático y las instituciones del Estado de derecho.
Con 42 años y negacionista del Holocausto, Kasidiaris formó Griegos por la Patria antes de ser encarcelado en octubre de 2020 por su papel en Amanecer Dorado, el partido por el que había sido elegido diputado. Desde la cárcel suele dirigirse a sus seguidores mediante las redes sociales.
A Kasidiaris no le ha llevado mucho tiempo anunciar su próximo movimiento tras la sentencia del máximo órgano judicial. En Twitter prometió que llevaría el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y dijo que la sentencia negaba a cientos de miles de griegos su derecho democrático.
“Hoy se han hecho públicas las primeras evidencias independientes demostrando que la decisión inconstitucional del Tribunal Supremo fue premeditada, dictada políticamente y redactada mucho antes de que se reuniera el tribunal”, declaró Kasidiaris, que cumple una condena de trece años y medio de cárcel. “La lucha de Griegos por la Patria por la democracia y la patria llegará hasta el final”.
Organizadas con un sistema de representación proporcional, es poco probable que las elecciones otorguen una victoria clara a uno de los partidos. Lo más probable es que haya una segunda votación el 2 de julio.
En un ambiente polarizado y después de la gestión que el gobierno de centroderecha hizo del letal accidente ferroviario de febrero, son los partidos más pequeños y antisistema los que están ganando apoyos en las encuestas. Esas estimaciones dan a Griegos por la Patria hasta un 4,5%, por encima del 3% que hace falta para entrar en el Parlamento.
“En este país la extrema derecha no desapareció porque los líderes de Amanecer Dorado fueran condenados y encarcelados”, dice Vasiliki Georgiadou, profesora de la Universidad de Panteion y especialista en militantes de extrema derecha. “Ni desaparecerá”.
La administración del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha celebrado “la decisión histórica” del máximo tribunal. Pero la medida no está exenta de polémica en un país donde el partido comunista KKE estuvo ilegalizado durante décadas (tras una sangrienta guerra civil). Es la primera vez que ocurre algo así desde 1974, cuando Grecia recuperó la democracia tras la caída del régimen militar.
En la izquierda muchos creen que la prohibición solo servirá para dar más fuerza a los extremistas. Los críticos de la medida se han apresurado a recordar el repunte que experimentó Amanecer Dorado cuando sus principales figuras fueron detenidas tras el brutal asesinato en 2013 de un rapero griego antifascista. Un año después, el partido sacaba un 9,3% en las elecciones europeas.
“Griegos por la Patria no está en la tradición de la derecha radical populista, quieren derribar abiertamente el sistema”, añadió Georgiadou. “Todo el mundo sabía que Kasidiaris quería que el partido se presentara a estas elecciones, la prohibición podía haberse gestionado mejor y se podía haber decidido mucho antes de que empezara la campaña electoral.”