Donald Trump ganó la primera contienda electoral de Estados Unidos en 2024, imponiéndose fácilmente a un puñado de rivales republicanos que no lograron seducir tanto a los participantes como el culto a la personalidad que rodea al ex presidente.
La agencia Associated Press dio por ganada la carrera para Trump muy pronto, mientras los votantes en gran parte del estado de Iowa aún estaban depositando sus papeletas, una señal de la amplia ventaja que tenía el ex presidente.
“Éramos una gran nación hace tres años y ahora somos una nación en declive”, dijo dirigiéndose a sus seguidores después de que los resultados confirmaran su victoria. A continuación, hizo una letanía de promesas sobre lo que haría en un segundo mandato, entre ellas la perforación descontrolada del subsuelo y la concesión de plena inmunidad a los agentes de policía.
La acalorada batalla por el segundo puesto llevó mucho más tiempo, con Ron DeSantis superando a Nikki Haley, algo inesperado.
Con el 95% escrutado, Trump ganó este lunes los caucus de Iowa con el 51,1% de los votos, casi 30 puntos más que el segundo, el gobernador de Florida, Ron DeSanti, con un 21,2%. La tercera fue la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley, con un 19,1%. El empresario Vivek Ramaswamy, que anunció que se retiraba de las primarias tras saber el resultado, fue cuarto con un 7,6%.
En los caucus de Iowa se reparten 40 delegados, que de momento se llevan 20 Trump, 8 DeSantis, 7 Haley y 3 Ramaswamy. Los dos restantes todavía dependen del resultado definitivo.
El gobernador de Florida hizo campaña al estilo tradicional de Iowa, visitando los 99 condados, con la esperanza de que los votantes de allí le recompensaran como han hecho con los candidatos en el pasado. Mientras tanto, Haley, la ex gobernadora de Carolina del Sur, había sido vista como la opción más moderada de los republicanos, con más posibilidades de vencer a Joe Biden en las elecciones generales que los candidatos situados a su derecha.
DeSantis podría lograr un impulso en su campaña después de la actuación en Iowa, aunque a distancia de Trump. Después de todo el tiempo y los fondos que su campaña invirtió en Iowa, su candidatura ha sobrevivido para seguir en la batalla.
DeSantis compareció ante sus simpatizantes sonriente y visiblemente feliz de haber quedado en segundo lugar, ya que había centrado su campaña en Iowa. “Estaban escribiendo nuestro obituario hace meses”, se quejó DeSantis, quien a continuación agradeció el apoyo a sus simpatizantes. “Gracias a vuestro apoyo, a pesar de todo lo que nos echaron encima, todos en contra de nosotros, conseguimos nuestro billete de salida de Iowa”, añadió.
Anteriormente, en un comunicado, DeSantis ya había acusado a los medios de comunicación de haber “interferido” en los resultados al haber declarado la victoria de Trump solo media hora después de que empezaran a celebrarse los caucus.
La particularidad de los caucus es que son un tipo de asambleas ciudadanas, y en el momento en el que los medios proyectaron la victoria de Trump, la mayoría aún no había depositado su voto.
Haley, que quedó en tercer lugar, aprovechó su discurso para transmitir la idea de que ella es la única que puede vencer a Trump y, sin llegar a mencionar a DeSantis, menospreció las oportunidades que este tiene de hacerse con la nominación. “Cuando ves cómo nos va en Nuevo Hampshire, en Carolina del Sur y más allá, puedo decir con seguridad que haré de estas primarias republicanas una carrera de dos personas”, dijo Haley.
Las encuestas dan a Haley un resultado mejor en el siguiente estado de las primarias, Nuevo Hampshire, aunque también por debajo de Trump. Su estrategia es aguantar en Nuevo Hampshire para superar todas las expectativas en el siguiente estado, Carolina del Sur, donde fue gobernadora entre 2011 y 2017.
Otros tres candidatos cayeron muy por debajo de DeSantis y Haley, aterrizando en los porcentajes de un solo dígito. El empresario Vivek Ramaswamy lideraba el grupo de los menos conocidos, antes de abandonar la carrera el lunes por la noche y respaldar a Trump, seguido de Asa Hutchinson, el ex gobernador de Arkansas, y el pastor Ryan Binkley.
Según el presidente del Partido Republicano de Iowa, Jeff Kaufmann, se calcula que unos 100.000 republicanos votaron en las asambleas electorales del lunes, una cifra significativamente inferior a la de 2016.
Los votantes del lunes se reunieron en escuelas, bibliotecas, centros comunitarios e incluso un elevador de grano, para debatir entre vecinos, pero el severo clima invernal supuso que se enfrentaran a temperaturas bajo cero, vientos amargos y acumulaciones de nieve. Algunos no pudieron acceder a su distrito electoral debido al cierre de carreteras y otros obstáculos.
Entre los votantes que apoyaron a Trump, muchos ningunearon los problemas legales del ex presidente y la preocupación por la propia democracia. La razón de Ron Osborn, un granjero jubilado, para apoyar a Trump, el más votado en Malcolm (Iowa), era sencilla. “Creo que es el único que puede vencer a los demócratas tramposos”, dijo el hombre de 73 años.
Los que eligieron a otros candidatos dijeron que estaban hartos del caos de Trump y querían avanzar sin el ruido de su forma de hacer política. Kent Christen, un votante de Cedar Rapids que apoyó a DeSantis, dijo de Trump: “El caos le persigue. Es como un instrumento del caos. Estoy cansado de todo eso, estoy cansado de él”.
La contienda de Iowa da el pistoletazo de salida al ciclo electoral de 2024, si bien se prevé que las primarias deparen al final una eventual revancha entre Trump y Biden.
En el camino hacia la primera cita electoral republicana, el campo se estrechó, con Trump nunca perdiendo su ventaja dominante. Sus fervientes seguidores acudieron a los mítines y trabajaron sobre el terreno, desestimando los continuos problemas legales y la retórica cada vez más dura que el ex presidente utilizó durante la campaña, donde prometió un segundo mandato centrado en la venganza contra sus enemigos políticos. Las amenazas de violencia política ya se ciernen sobre las elecciones, mientras funcionarios y jueces se enfrentan a un acoso cada vez mayor.
La atención se centra ahora en New Hampshire, las próximas elecciones en el calendario político de los republicanos. Los demócratas eligen Carolina del Sur como primera contienda oficial.
Chris Stein y David Smith contribuyeron con información desde Des Moines, Iowa.