Uber ha despedido a más de 20 empleados después de llevarse a cabo una investigación por acoso sexual y por el mal ambiente laboral en el entorno de trabajo. Los despidos fueron anunciados en una reunión de toda la compañía que se llevó a cabo el martes, cuyos primeros detalles fueron filtrados y publicados por the New York Times y Bloomberg News. Uber ha confirmado los despidos a the Guardian.
No se han revelado las identidades de los 20 despedidos, aunque the Guardian ha podido saber que entre ellos hay algunos altos ejecutivos.
Los despidos se producen después de una investigación llevada a cabo por el bufete de abogados Perkins Coie a raíz de las acusaciones de acoso sexual hechas por Susan Fowler, una antigua ingeniera de Uber que publicó un relato que se hizo viral sobre el acoso sexual y la discriminación en la compañía.
Fowler, que trabajó en Uber desde noviembre de 2015 hasta diciembre de 2016, relató en un post una serie de acusaciones en las que aseguraba que su director le propuso tener sexo cuando se unió al equipo y que un directivo justificó una cada vez menor presencia femenina en la organización diciendo que “las mujeres de Uber necesitaban dar un paso adelante y ser mejores ingenieras”.
También describió un caso de discriminación “ridículamente cómico” en el que su empresa prometió cazadoras de cuero para todo el mundo, pero decidió no encargar para mujeres porque “no había suficientes mujeres en la empresa como para que hacer un pedido estuviera justificado”.
Cuando se quejó, la compañía le dijo a las seis mujeres afectadas que “si querían las chupas de cuero, tendrían que encontrar chaquetas que tuvieran el mismo precio especial que las de los hombres”. Travis Kalanick, el consejero delegado de Uber, dijo en aquel momento: “Lo que cuenta es repugnante, y está en contra de todo lo que Uber defiende y cree”.
El día después de que las denuncias de Fowler aparecieron, Uber creo una línea telefónica anónima para que el personal informase de casos de acoso sexual, discriminación, acoso laboral y comportamientos poco profesionales.
Perkins Coie investigó las 215 denuncias que se hicieron a través de esta vía –la mayoría procedían de los miembros del equipo en San Francisco– y no tomaron ninguna medida en 100 de estos casos. Teniendo en cuenta las recomendaciones de la firma legal, el equipo de recursos humanos de Uber despidió a “más de 20 empleados”.
“Nunca en mi carrera había llegado a oír que se despidiera a grupos de personas por acoso sexual como en este caso”, cuenta Leslie Miley, una veterana ingeniera de software que ahora trabaja en Slack, que fue entrevistada por Uber en 2015 y rechazó el trabajo por el ambiente laboral que se respiraba. “Todo esto deja ver un problema mucho más grande. ¿Cómo puede ser que tanta gente esté denunciado acoso sexual hasta el punto en que tienes que contratar a una firma externa para que se haga cargo? ¿Qué diablos ha estado haciendo tu departamento de recursos humanos?”.
Uber ha estado tomando medidas con la intención de cambiar el ambiente laboral que se ha creado después de una serie de escándalos que parecen demostrar prácticas de negocio abusivas y un ambiente de trabajo tóxico.
Aparte de las denuncias por acoso sexual, la compañía también se enfrenta al vídeo en el que Kalanick reprende a un conductor de Uber, a una batalla legal con Google sobre el supuesto robo de la tecnología de los coches sin conductor, a la revelación de que Uber utilizó el software secreto Greyball para engañar a la policía municipal y a acusaciones de que la compañía tenía otro programa llamado Hell diseñado para espiar a la app rival Lyft.
Varios empleados de puestos importantes han abandonado la compañía en los últimos meses. Entre ellos, la vicepresidenta de políticas globales y comunicaciones Rachel Whetstone y el segundo al mando de Kalanick, Jeff Jones, que dejó la compañía por lo que él describió como desacuerdos de liderazgo. La semana pasada, la compañía anunció que su director financiero, Gautam Gupta, también se iba.
El mes pasado, la directora de recursos humanos de Uber, Liane Hornsey, dijo en una entrevista que, a pesar de las numerosas denuncias, el acoso sexual no era un problema para la compañía. “El post de Fowler me impactó”, aseguró Hornsey en USA Today. “Pero lo que me sorprendió fue que cuando escuché las grabaciones no vi ese problema. No como un asunto grave para nosotros. Sí que aparecieron otros, como que nuestros valores son masculinos y un tanto agresivos, pero yo no vi acoso, no vi nada de eso”.
Para Miley, el momento en el que Hornsey hizo estos comentarios es alarmante. “Solo hace tres semanas, la directora de recursos humanos dijo que no era un problema y ahora trasciende que han tenido 100 incidentes más. Entonces, ¿cuándo algo empieza a suponer un problema? Es una declaración inoportuna y mal diseñada”.
Uber también contrató al exfiscal general de EEUU, Eric Holder, y a su bufete, Covington & Burling, para que lleve a cabo una investigación independiente de la cultura general, los valores corporativos y la gestión dentro de la compañía. Los resultados de estas investigaciones se harán públicos a la semana que viene.
Traducido por Cristina Armunia Berges