Las predecibles primarias presidenciales estadounidenses han seguido su curso este supermartes en el que más de una docena de estados han acudido a votar. Aunque todavía faltan estados por acudir a las urnas, la prevalencia del presidente Joe Biden y del expresidente Donald Trump prácticamente han puesto fin a la temporada de primarias. Muchos votantes han preferido quedarse en casa o simplemente se han desentendido, reservando su entusiasmo para las elecciones presidenciales de finales de año.
Biden ha afrontado su mayor desafío hasta el momento, por el voto protesta contra su postura en la guerra de Gaza, y Trump ha perdido un estado ante su rival republicana Nikki Haley, que se ha retirado este miércoles de las primarias. Candidatos de extrema derecha han ganado primarias clave en los estados. En las primarias por la candidatura a gobernador de Carolina del Norte, la carrera va a ser entre un hombre que ha hecho declaraciones antisemitas y un hombre que podría ser el primer gobernador judío del estado.
La presencia del voto de castigo
Tal vez la mayor amenaza para Biden en estas primarias no venga de un rival concreto, sino del intento organizado de militantes del Partido Demócrata contrarios a la guerra en Gaza de hacer oír su protesta pidiendo a los electores que elijan la opción “sin preferencia” o “sin compromiso”. Este intento organizado se produce después de que la campaña por la opción “sin compromiso” sacara más de 100.000 votos en las primarias de Michigan, un mensaje para Biden del peligro que corre su base electoral en este estado disputado.
Una señal de que la táctica funciona fue el llamamiento posterior por parte de la vicepresidenta Kamala Harris a un alto el fuego en Gaza inmediato y temporal, aunque los militantes contrarios a la guerra piden que sea permanente. “Están sintiendo la presión, y queremos que la sientan, queremos que sepan que esto es inaceptable”, dijo Khalid Omar, un votante de Minneapolis que ayudó a organizar en su estado la campaña por la opción “sin compromiso”.
A última hora de la tarde del martes, en torno al 20% de los votantes había elegido la opción “sin compromiso” en Minnesota. En Massachusetts, cerca del 9% de los votos se decantaron por la opción “sin preferencia”. En Carolina del Norte, aproximadamente el 12% de los votantes la eligieron. En 2020, Hassan Jama, imán y líder comunitario de Minneapolis, hizo campaña por Biden y le votó. Decepcionado por la inacción del presidente sobre un alto al fuego en Gaza, este martes marcó la opción “sin compromiso” y trabajó para que otros hicieran lo mismo. “Ojalá desde Minnesota enviemos un mensaje contundente a la Casa Blanca”, dijo. “Y si no nos escuchan, ahí está noviembre”.
Aunque Biden, sus aliados y las delegaciones del Partido Demócrata estén tratando de hacer que las elecciones giren exclusivamente en torno al enfrentamiento Trump contra Biden, su portavoz de campaña Lauren Hitt reconoció este martes la existencia del movimiento. “El presidente está escuchando a los votantes que participan en las campañas por la opción no comprometido; comparte su objetivo de poner fin a la violencia y de lograr una paz justa y duradera y trabaja incansablemente para conseguirlo”, dijo al New York Times.
Otros estados aún pendientes de votación están organizando la opción “sin compromiso”, como el de Washington, donde el principal sindicato ha respaldado la campaña. En algunos estados no existe la opción “sin compromiso” ni la posibilidad de escribir en la papeleta o de dejarla en blanco. El movimiento contra la guerra no va a desaparecer. A medida que se transforma y crece, el redoble de tambores de la opción “sin compromiso” mantiene en los titulares los llamamientos a un alto el fuego, obligando a Biden a enfrentar el que es su mayor lastre entre los demócratas.
Un Biden vs. Trump es inevitable
Pese a las esperanzas de muchos votantes y a menos que ocurra algo no relacionado con las primarias, como una sentencia de cárcel o un problema de salud, noviembre va a ser una nueva versión del Trump contra Biden.
Los candidatos que han tratado de desbancar a Biden no han ganado suficiente terreno como para mantenerse en la carrera con posibilidades reales de ganar. En esta temporada de primarias, el único obstáculo que le queda por salvar al presidente es la campaña insurgente para que se haga cargo de lo que está ocurriendo en Gaza.
Hace meses que Trump y Biden se comportan como si ya estuvieran en las elecciones presidenciales, dirigiendo la campaña el uno contra el otro en lugar de apuntar a sus rivales en las primarias.
Las diferencias entre los dos hombres son muy similares a las que tenían en 2020. En el discurso de victoria que pronunció desde Mar-a-Lago, Trump volvió a las declaraciones xenófobas al afirmar que en la frontera entre Estados Unidos y México se está dando “la peor invasión” y que los migrantes sin papeles están “envenenando la sangre de nuestro país”.
Biden, por su parte, ha dicho que a Trump lo mueven “la estafa y el resentimiento” y que está “concentrado en su propio deseo de venganza y revancha, no en el pueblo estadounidense”. “Está decidido a destruir nuestra democracia, a arrancarnos libertades fundamentales como la capacidad de las mujeres de tomar sus propias decisiones en lo referente a su salud y a aprobar otra ronda de recortes fiscales, para los ricos, de miles de millones de dólares”, ha asegurado.
Qué harán los últimos candidatos en pie
Pese a que el resultado de las primarias en los dos partidos parece cantado, en algunos estados hubo nombres imprevistos en las papeletas del supermartes. Esos secundarios van a tener que decidir pronto si siguen o no en la carrera por la candidatura a la presidencia.
La autora de libros de autoayuda Marianne Williamson había suspendido su campaña por la nominación demócrata antes de lograr en Michigan un resultado mejor de lo esperado y volver a activarla. Pero por lo general ha cosechado pocos votos.
El congresista demócrata por Minnesota Dean Phillips perdió en su estado natal ante Biden y ante la opción “sin compromiso”. Phillips dejó ver que podría retirarse de la carrera cuando habló de todas las personas frente a las que ha perdido hasta ahora y también ha dicho que los que le piden que abandone podrían hacerlo de una manera más amable. En febrero, cuando tuvo que despedir a gran parte de su personal, escribió en la red social X que no había podido recaudar muchos fondos por enfrentarse a un presidente en ejercicio. Este martes obtuvo 11 de los 21 votos en el condado rural de Cimarron (Oklahoma), su primera victoria en un condado.
Por la derecha, solo Nikki Haley quedaba en pie como republicana no alineada con Trump. El supermartes obtuvo su segunda victoria en Vermont, la única derrota de Trump esta jornada. Haley había ganado antes en Washington DC, pero perdió en su estado natal de Carolina del Sur. Ya no tenía posibilidades, y este miércoles ha anunciado que se retira. Phillips había barajado la posibilidad de presentarse junto a ella con una “candidatura por la unidad”, pero Haley había dicho en muchas ocasiones que no está interesada en presentarse con un tercer partido.
Baja participación
Entre la falta de interés que genera una carrera de resultado previsible y el escaso entusiasmo que despiertan Trump y Biden, los votantes no parecen tener muchas ganas de acudir a las urnas en estas primarias. El nivel de participación ha sido menor que en otras, aunque en algunos estados la campaña por la opción “sin compromiso” ha animado a votantes que tal vez se habrían quedado en casa.
El secretario de Estado de Minnesota, Steve Simon, habló el martes ante los periodistas de los dos factores que afectan a la participación. “Uno, candidatos que inspiran sentimientos fuertes; y otro, la percepción de una carrera reñida”, dijo. “Creo que es seguro decir, y no creo estar diciendo nada nuevo, que tenemos mucho de lo primero y no tanto de lo segundo”.
A las autoridades de California les preocupa el bajo nivel de participación, con pocos votantes considerando relevante su voto en las primarias. Según el medio Politico, una semana antes del día de la votación solo un 8% de los 22 millones de electores de California había devuelto su voto por correo. Las cifras son todavía peores entre los votantes jóvenes (de entre 18 y 34 años), un grupo que suele apoyar a candidatos y programas progresistas: en el mismo período solo el 2% había entregado su papeleta.
Pero la menor participación en las primarias no es indicativa de lo que puede ocurrir en noviembre. De todas las elecciones estadounidenses, las generales presidenciales son las que registran mayor nivel de participación. “En los últimos años, no ha habido prácticamente ninguna relación entre la participación en las primarias a principios de año y la participación en las generales”, dijo Simon.
Los movimientos de la extrema derecha
La explosiva sentencia del Tribunal Supremo de Alabama en febrero, que dictaminó que los embriones congelados deben ser considerados “niños” a efectos de su protección legal, desencadenó una serie de reacciones políticas por todo el país. Por miedo a la reacción que podía provocar el fallo, los republicanos se apresuraron a lanzar declaraciones sutilmente redactadas en las que alababan las virtudes de la fecundación in vitro a la vez que trataban de sostener sus credenciales antiaborto. En varios estados, incluido Alabama, los legisladores empezaron a redactar leyes para proteger la fecundación in vitro.
Pero los republicanos de Alabama han demostrado con su voto de este martes que no ponen en cuestión la política sobre el aborto de los más altos juristas del estado al elegir a Sarah Stewart, jueza asociada del Tribunal Supremo de Alabama, como sucesora de Tom Parker en la presidencia del organismo. Stewart había votado con la mayoría del tribunal en la sentencia de febrero que consideró “niños” a los embriones congelados.
En Carolina del Norte, el vicegobernador republicano Mark Robinson ha sacado este martes cerca de dos tercios de los votos, haciéndose así con la candidatura. Si es elegido, será el primer gobernador negro de Carolina del Norte. Pero Robinson ha pronunciado una serie de declaraciones incendiarias en temas de raza, género, orientación sexual y religión, con repetidos ataques a los judíos. Dijo que la película Black Panther fue “creada por un judío agnóstico y llevada al cine por marxistas satánicos”. “La hicieron solo para sacar los shekels [la divisa de Israel] de vuestros bolsillos schvartze [insulto en yiddish contra las personas negras]”.
Robinson ha comparado a los homosexuales con “gusanos” y hasta la noche del martes mantenía en Facebook un post de 2014 en el que cita comentarios de Hitler sobre el “orgullo de la propia raza”. Sus declaraciones hacen que se le compare con EW Jackson en Virginia y, más recientemente, con Herschel Walker en Georgia, dos conocidos conservadores negros que cortejan a la extrema derecha con posturas políticas extremistas. Por el Partido Demócrata, el rival de Robinson en noviembre será Josh Stein, fiscal general de Carolina del Norte y posible primer gobernador judío del estado.