La primera ministra británica, Theresa May, ha pedido este viernes “respeto” hacia el Reino Unido a los líderes de la Unión Europea (UE), a quienes ha instado a presentar nuevas propuestas que desencallen las negociaciones sobre el Brexit.
Después de que los 27 socios comunitarios restantes rechazaran el jueves en Salzburgo (Austria) el plan presentado por el Gobierno británico, May ha señalado en un discurso televisado desde Downing Street, su residencia oficial en Londres, que el diálogo con Bruselas atraviesa un “impasse”.
“He tratado a la Unión Europea con todo el respeto y el Reino Unido espera lo mismo. La buena relación al final de este proceso depende de ello”, ha señalado la primera ministra conservadora al hacer balance de la tensa cumbre informal de líderes comunitarios.
“No es aceptable simplemente rechazar las propuestas de la otra parte sin una explicación detallada o propuestas nuevas”, ha afirmado la primera ministra. “Ahora tenemos que escuchar de la UE cuál es el problema y cuál es su alternativa para poder discutirla”, ha añadido.
May ha insistido en que prefiere abandonar la UE sin un acuerdo el próximo 29 de marzo que hacerlo con un “mal acuerdo” para su país, y recalcó que su principal línea roja es mantener la integridad del Reino Unido. La mandataria conservadora subrayó que no aceptará ninguna propuesta que contemple establecer “cualquier forma de controles aduaneros” entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido.
La UE ha puesto sobre la mesa un mecanismo de emergencia que dejaría a Irlanda del Norte dentro de la unión aduanera comunitaria, a pesar de que Inglaterra, Escocia y Gales estarían fuera, para asegurar que no se levanta una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, una solución que May rechaza. “Es algo que nunca aceptaré y creo que ningún primer ministro británico aceptaría nunca. Si la Unión Europea cree que lo haré, están cometiendo un error fundamental”, ha dicho la jefa de Gobierno.
Además del problema norirlandés, May admitió que Londres y Bruselas se mantienen todavía en posiciones “muy separadas” en cuanto a las bases sobre su futura relación comercial tras el Brexit.
La primera ministra considera que la primera opción propuesta por Bruselas -que el Reino Unido se mantenga en el mercado único-, sería una “burla” al referéndum de 2016, en el que el 51,9 % de los británicos votaron por el Brexit. May ha calificado este referéndum como “el mayor ejercicio de democracia que su país ha realizado jamás”. La segunda opción que ofrece Bruselas es firmar un acuerdo de libre comercio “básico”, lo que a sus ojos no solventa el problema aduanero en Irlanda.
El Reino Unido, en cambio, propone crear una zona de libre comercio para mercancías entre ambos lados del canal de la Mancha, una opción que la UE rechaza al considerar que rompe la unidad de las cuatro libertades comunitarias de circulación de bienes, capitales, servicios y personas. Para May, sin embargo, es “la mejor forma de evitar una frontera en Irlanda, respetar el resultado del referéndum y la integridad del Reino Unido”.