Rex W. Tillerson, máximo directivo de ExxonMobil, la petrolera más importante de los Estados Unidos, será el próximo secretario de Estado de Estados Unidos.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado su elección mediante un comunicado tras varios días de rumores que situaban a Tillerson en ese puesto.
En el texto, Trump destaca de Tillerson “su tenacidad, amplia experiencia y profunda comprensión de la geopolítica” para defender que se trata de una “excelente elección” para ser el jefe de la diplomacia estadounidense.
“Promoverá la estabilidad regional y se centrará en los intereses de seguridad nacional centrales de Estados Unidos”, ha añadido el magnate, que está terminando de ultimar el gabinete con el que espera gobernar a partir del 20 de enero.
Tillerson, de 64 años y al frente de la Exxon desde el 2006, ha sido “fuertemente recomendado” por líderes empresariales para el cargo de jefe de la diplomacia, afirma el New York Times.
Tras conocerse que Tillerson encabezaba las quinielas, el Kremlin confimó que el presidente ruso Vladímir Putin había mantenido varias reuniones de negocios con él durante su etapa en la petrolera. De hecho, el empresario fue condecorado por el propio Putin con la Orden de la Amistad, una de las más altas distinciones que Rusia concede a extranjeros. La relación entre Tillerson y Moscú será objeto de especial escrutinio, ya que el cargo de secretario de Estado necesita la confirmación del Senado.
Tillerson se ha impuesto en la carrera a la secretaría de Estado a Mitt Romney, excandidato republicano a la presidencia en 2012 y duro crítico de Trump durante la campaña electoral, y al exembajador de EEUU ante la ONU, John Bolton, entre otros.
El exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, miembro del equipo de transición, también fue considerado por Trump pero el viernes se informó que prefería continuar trabajando en la empresa privada.