Dos hombres armados con cuchillos han asesinado ese martes a un sacerdote de 84 años en el asalto a una iglesia en la localidad francesa de Saint-Etienne-du-Rouvray, en la región de Normandía, y que ya ha sido reivindicado por ISIS. Según los medios franceses, los dos asaltantes gritaron “Alahu akbar” (“Dios es el más grande”) durante su ataque antes de ser abatidos por disparos de la policía.
Los agresores, que dijeron allí mismo ser miembros del grupo terrorista, tomaron como rehenes a las otras cuatro personas que se encontraban en el recinto religioso. Uno de los rehenes se encuentra en estado crítico, según fuentes del Ministerio del Interior francés citadas por medios locales.
Según los primeros datos, los asaltantes accedieron a la iglesia por una puerta trasera pasadas las 10:00 de la mañana mientras se celebraba una misa. Los hombres, armados con cuchillos tomaron como rehenes al sacerdote, dos monjas y dos feligreses.
Hacia las 11:00 horas la policía mató a los dos asaltantes, que, según los medios locales habían salido al atrio de la Iglesia. Las autoridades registran ahora el edificio en busca de posibles artefactos tras localizar el cadáver del sacerdote, que, según diversos medios, habría sido degollado.
El presidente francés, François Hollande, ha asegurado que ISIS ha “declarado la guerra” a Francia, tras anunciar que los dos atacantes dijeron en el templo que eran miembros de ISIS. El jefe del Estado galo, que ha acudido a Normandía junto al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, ha anunciado que la Fiscalía Antiterrorista de París, que ha asumido la investigación del ataque, daría más detalles de lo ocurrido.
El primer ministro, Manuel Valls, ha señalado que el ataque ha sido un golpe para los católicos y toda Francia. Además, el portavoz del Ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet, ha evitado pronunciarse sobre las “motivaciones y el perfil” de los hechos, aunque ha señalado que se trata de una “acción violenta deliberada y seguramente preparada”.
El Vaticano ha calificado los hechos de “asesinato bárbaro”, con el agravante de que ha ocurrido en un templo sagrado.
Francia ya evitó un ataque contra una iglesia
En abril de 2015, la Policía francesa desbarató un atentado que tenía como objetivo una o dos iglesias, al detener en París de forma fortuita al presunto terrorista, un estudiante de electrónica argelino que recibía órdenes desde Siria y al que se responsabilizó del asesinato de una mujer previamente. En ese mismo día, día habitual de misas, tenía previstos los ataques contra los templos.
Las autoridades francesas identificaron al sospechoso como Sid Ahmed Ghlam, de 24 años, llamó a los servicios de urgencia porque estaba herido de bala. Los policías sospecharon desde el principio de la versión de este hombre, que contó que se había disparado accidentalmente cuando trataba de desembarazarse de las muchas armas que tenía lanzándolas desde un puente del río Sena.
Entre los documentos que encontraron había textos manuscritos “con objetivos potenciales” para la comisión de atentados y otros en árabe sobre Al Qaeda y el ISIS. El análisis del material informático permitió recuperar comunicaciones que tuvo con un interlocutor en Siria con el que hablaba de las modalidades para atentar y que le fijó como objetivo iglesias.