Un tribunal de Londres ha condenado a 50 semanas de cárcel al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por violar las condiciones de libertad condicional impuestas por la Justicia británica en 2012 sobre una orden de extradición a Suecia al pedir asilo en la embajada de Ecuador.
Este proceso es al margen de la petición de entrega de Assange a Estados Unidos. Este jueves tiene que comparecer en la primera vista judicial en otro tribunal de Westminster por el proceso de extradición.
La detención de Assange el pasado 11 de abril tras casi siete años en la embajada de Ecuador respondía a una petición de Estados Unidos y también a la violación de las condiciones de la libertad condicional impuesta por las autoridades británicas en junio de 2012, cuando el acusado no se presentó ante el juez cuando fue requerido. En aquel momento, Reino Unido había aceptado la extradición de Assange a Suecia por una presunta violación y abusos sexuales. Horas después de su arresto, el juez británico Michael Snow le declaró culpable y se esperaba conocer este miércoles la sentencia. La condena máxima era de hasta 12 meses de prisión.
El origen de la reclusión de Assange
En 2010, la Fiscalía de Suecia ordenó la detención de Assange, acusado de violación y abuso sexual, y Suecia emitió una orden europea de detención. Reino Unido aceptó extraditarle y Assange entonces pidió asilo en la embajada de Ecuador. Assange siempre ha afirmado que este proceso era una excusa para su extradición a EEUU, donde podría ser juzgado por la filtración masiva de documentos secretos en 2010 a través de Wikileaks.
La presidencia de Ecuador había afirmado en un comunicado que “Assange deberá comparecer ante los tribunales británicos y no tiene al presente ningún pedido de extradición del que tenga conocimiento el Estado ecuatoriano”. Sin embargo, la policía británica ha confirmado que la detención se debe a una petición estadounidense.
Una abogada del equipo legal de Assange, Jen Robinson, ha señalado que la orden estadounidense fue emitida en diciembre de 2017 por conspiración con Chelsea Manning.
Aunque Estados Unidos nunca había anunciado públicamente la existencia de un proceso abierto contra Assange, documentos revelados en noviembre de 2018 sugieren que sí existía un proceso secreto en su contra en este país. El entonces fiscal general adjunto de EEUU, Kellen S. Dwyer, instó en un escrito a un juez a mantener en secreto el caso de Assange “debido a la sofistificación del acusado y la publicidad que le rodea”.