No han pasado ni 12 horas desde que Matt Gaetz renunció a la nominación como fiscal general, que Donald Trump ya ha nombrado su nueva sustituta: la exfiscal general de Florida, Pam Bondi. La abogada, de 59 años, formó parte del equipo de defensa de Trump durante su primer impeachment, en el que fue acusado de presionar a Ucrania para que realizara una investigación de corrupción sobre Joe Biden y su hijo Hunter Biden. Trump vuelve a elegir a una figura leal para que ocupe uno de los cargos más importantes dentro del Departamento de Justicia.
“Durante demasiado tiempo, el partidista Departamento de Justicia ha sido utilizado en mi contra y en contra de otros republicanos. Eso se acabó. Pam redirigirá el DOJ hacia su propósito original de combatir el crimen y hacer que América sea segura nuevamente. Conozco a Pam desde hace muchos años — Es inteligente y firme, y es una luchadora AMERICA FIRST que hará un trabajo magnífico como fiscal general”, ha escrito Trump la madrugada de este viernes en su perfil de Truth Social.
Bondi, a diferencia de Gaetz, también presenta un perfil mucho más favorable a ojos de los senadores republicanos, lo que también ha sido un punto a favor suyo a la hora de elegirla como fiscal general. Gaetz, salpicado por la investigación del comité de Ética del Congreso por haber mantenido relaciones sexuales con una menor, renunció este jueves ante la perspectiva de que no conseguiría los apoyos suficientes para que el Senado certificara su nominación. Incluso Trump había reconocido en conversaciones privadas que no creía que lograra los votos mínimos.
A diferencia de Gaetz, sobre la exfiscal general de Florida al menos no pesa una investigación por abuso de menores y no se ha ganado la enemistad de algunos congresistas republicanos. En comparación con su predecesor, a pesar del perfil trumpista de Bondi, los senadores republicanos no tendrán ningún problema a la hora de votar en su favor.
Cuando el Senado certifique su nombramiento, Bondi verá premiada una larga carrera de lealtad hacia Trump que se inició con la primera campaña electoral de 2016. Ya en ese momento se convirtió en una abierta y feroz defensora del magnate. Durante las elecciones de 2020, Bondi también se sumó a la retórica negacionista asegurando que la victoria de Joe Biden había sido un fraude y este año fue una de los muchos republicanos que asistieron a las puertas del tribunal de Manhattan en muestra de apoyo a Trump por el juicio del caso Stormy Daniels. Un proceso que terminó con una sentencia de culpabilidad por los 34 delitos graves de los que se le acusaba, pero que ahora podría quedar congelado hasta que acabe el mandato.
Bondi no es la única antigua abogada de Trump que ha acabado a bordo de su nuevo gabinete. La semana pasada, el presidente electo eligió al exfiscal federal Todd Blanche como su fiscal general adjunto y a Emil Bove como fiscal general asociado principal. Ambos defendieron a Trump en sus juicios, incluido el caso Stormy Daniels.
Ahora estará en manos de Bondi el poder desestimar los dos casos federales contra Trump, el de los papeles clasificados de Mar-a-Lago y el del asalto al Capitolio, y de destituir el fiscal especial Jack Smith, quien lidera ambas acusaciones. Las perspectivas para Smith siguen siendo igual de negativas, con Bondi como fiscal general que cuando el nominado era Gaetz. La letrada formó parte del grupo de abogados que redactó un escrito amicus curiae en el caso de los documentos clasificados de Mar-a-Lago en apoyo a Trump y que decía que Smith había sido nombrado fiscal especial de forma inconstitucional.
Gracias a este documento, el juicio de Mar-a-Lago aún se dilató más, lo que contribuyó a la estrategia de la defensa del magnate de conseguir atrasar los juicios hasta pasadas las elecciones.
Durante su tiempo como fiscal general de Florida tuvo la reputación de ser dura contra el crimen y se espera que ayude a Trump a llevar a cabo su agenda política. Se espera que el Departamento de Justicia y los fiscales federal tengan un papel importante en el plan de deportaciones de Trump y se les pida priorizar los casos de migrantes ilegales.
En la primera administración Trump, Bondi también formó parte de la Comisión de Opioides y Abuso de Drogas. Recientemente, había estado colaborando con el aparato legal del America First Policy Institute, un centro de estudios de inclinación conservadora cuyo personal ha trabajado estrechamente con la campaña de Trump para ayudar a dar forma a las políticas de su próxima administración.