Trump usa la Fox, su cadena amiga, como cantera para su nuevo Gobierno
La lealtad ha sido uno de los criterios indispensables que ha seguido Donald Trump a la hora de elegir a los miembros de su nuevo gabinete. Sus dotes televisivas también han sido otro de los requisitos que ha aplicado el magnate, lo que ha convertido la cadena afín Fox News en la cantera para muchos de sus nombramientos.
Las personas que estarán al frente de Defensa, Energía, Transporte o la Inteligencia Nacional, salen de la Fox, así como el futuro “zar de las fronteras”. Otros nombres no están directamente vinculados con la cadena, pero también son famosos televisivos, como el del futuro embajador de Estados Unidos en Israel o del doctor Mehmet Oz, que gestionará el Medicare.
Oz pasará de vender suplementos de vitaminas online a estar al frente del Center for Medicare and Medicaid Services (CMS), la agencia que supervisa la cobertura del seguro médico de más de 160 millones de estadounidenses. Durante la pandemia, Oz promocionó el uso de la hidroxicloroquina y la cloroquina, un tratamiento que Trump dijo seguir a pesar de la falta de evidencias sobre la eficacia de estos productos y el riesgo que implicaba.
Chris Wright, que no tiene ninguna experiencia previa en política, llamó la atención de Trump gracias a sus apariciones en la cadena Fox y ahora será el nuevo secretario de Energía. Wright es el director ejecutivo de Liberty Energy, una empresa de fracking ubicada en Denver.
La excongresista Tulsi Gabbard, de perfil prorruso y que ahora será la directora de Inteligencia Nacional, era una de las caras favoritas de la Fox. El futuro secretario de Transporte, Sean Duffy, saltó a la fama en los 90 gracias a un reality show de la MTV y hasta su nominación había estado presentado un programa en Fox Business.
Tom Homan, el “zar de las fronteras” como Trump lo bautizó, ha sido una cara asidua en la cadena Fox, aunque ya había servido en la anterior presidencia del republicano como uno de los arquitectos de la política migratoria consistente en separar familias.
La estrella de la televisión cristiana y exgobernador de Arkansas, Mike Huckabee, será el nuevo embajador de Estados Unidos en Israel. Trump piensa enviar a un evangelista a Tierra Santa en medio de la vorágine de violencia impulsada por Tel-Aviv en la región.
Para el Departamento de Educación, que Trump se ha propuesto desmantelar, ha sido elegida Linda McMahon, quien junto a su marido fundó el conglomerado de World Wrestling Entertainment (WWE). El WWE es una de las grandes plataformas audiovisuales de la lucha libre profesional.
Incluso a la hora de elegir a Pam Bondi como su nueva fiscal general después de que Matt Gaetz renunciara a la nominación, Trump tuvo en cuenta sus apariciones en televisión para seleccionarla.
Aunque seguramente el caso más explícito sea el del presentador de fin de semana de la Fox, Pete Hegseth.
Si el Senado lo certifica, Hegseth pasaría de estar al frente del programa Fox & Friends a supervisar a 1,3 millones de tropas en servicio activo al estar al frente del Pentágono como secretario de Defensa. Más allá de ser una cara conocida de la cadena, Hegseth también luce una serie de tatuajes que se vinculan con el supremacismo blanco (como el de “Deus Vult”) y sobre él pesa una denuncia por una agresión sexual contra una mujer.
A pesar de que Gaetz dimitió en medio de la investigación por haber mantenido relaciones sexuales con una menor, la principal motivación de su renuncia fue porque no lograría los apoyos suficientes en el Senado para que se certificara su caso. Es poco probable que los pocos senadores díscolos que se han atrevido a ir en contra de los designios de Trump quieran exponerse a más presión por parte de la maquinaria del partido. Por lo que no se puede garantizar que Hegseth corra la misma suerte que Gaetz.
La inclinación de Trump por figuras de la cadena Fox no es algo nuevo. La puerta giratoria entre el gobierno del republicano y la televisión ya existió durante su primer mandato.
Entre 2017 y 2020, hubo al menos 20 movimientos desde la Fox hacia el gabinete de Trump, incluyendo a Anthony Scaramucci, Richard Grenell, Heather Nauert, Morgan Ortagus y Bill Shine.
Trump, quien construyó buena parte de su fama gracias al reality The Apprentice, valora mucho la capacidad de los suyos para saber manejarse delante de las cámaras. En el fondo, el presidente electo busca crear un gobierno que, en cierta manera, sea una réplica de él mismo: figuras leales alineadas con su agenda y con los reflejos que requiere la televisión.
Durante una entrevista, Kellyanne Conway, antigua consejera de Trump durante su primer mandato, dijo que el presidente electo valora tener un equipo “que sepa estar de cara al público” y ser capaz de transmitir un mensaje claro. Como ejemplo, Conway puso a la administración de Joe Biden, que a pesar de haber estado todo el mandato intentando transmitir determinados mensajes, estos no han llegado a la gente de a pie. Lo cierto es que uno de los grandes problemas de las políticas económicas de Biden fue que a pesar de lograr unos buenos indicadores macroeconómicos, no supo transmitir el mensaje de que la economía estaba yendo mejor.
Que Trump quiera un equipo que sepa comunicar tampoco es novedoso si se tiene en cuenta que el republicano ha sido capaz de volver a la Casa Blanca gracias a una campaña marcada por las mentiras y que priorizaba crear un relato –ficticio, en muchos casos– a basarse en hechos.
Con cuatro años por delante y una lista de promesas electorales por cumplir, como la deportación “masiva más grande de la historia” de Estados Unidos, es necesario tener a un equipo que sepa vender cualquier pequeño avance como un supuesto logro.
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