Un símbolo del pasado y una brújula para el presente. Así han descrito a Manolis Glezos (1922-2020), el partisano que en 1941 arrancó la esvástica de la Acrópolis junto con su compañero Apostolos Santas, dirigentes de diferentes grupos políticos de la Eurocámara en el día en que cumpliría su 100 cumpleaños, 72 horas después de que Italia encumbrara a la ultraderecha de Giorgia Meloni.
Era el 30 de mayo de 1941, y la bandera nazi desapareció de la Acrópolis, donde llevaba ondeando desde el 27 de abril de 1941 como sinónimo de dominación nazi de Grecia. “¿Dónde has estado?”, le preguntó su madre a Glezos al llegar a casa, donde le estaba esperando preocupada: “Me desabroché la camisa y le enseñé un trozo de la bandera de la Acrópolis”. Así recordaba Manolis Glezos (1922-2020) la hazaña de aquella noche con su amigo Apostolos Santas (1922-2011) en el documental El último partisano, sobre su larga vida política, marcada por aquel acontecimiento cuando apenas contaba con 18 años.
“De Gaulle lo llamó el primer luchador de la resistencia europea”, ha recordado la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola: “Una fuerza infinita le empujaba, luchó por la libertad y por el pluralismo. Aquí [como eurodiputado] estuvo entre los que no se rendían. Nunca cedió un ápice para defender a las personas, la libertad y democracia. Estuvo en prisión, en el exilio, y siempre defendiendo a los más vulnerables ante la autocracia. y estaría destrozado al ver la crueldad del ataque ruso. Pero también de la unidad que reina en este EP en contra de la guerra. Hoy, en presencia de su familia, rendimos honor a la memoria y legado de Glezos. Le seguimos en sus pasos contra la tiranía, por Europa, por sus pueblos y por sus ciudadanos”.
Glezos, a lo largo de sus 97 años –murió en marzo de 2020– transitó desde el KKE –partido comunista griego– al PASOK –socialista– para luego militar en Syriza –con la que fue elegido eurodiputado– y Unidad Popular –la escisión a la izquierda surgida tras el referéndum de 2015 sobre el rescate griego–.
Simon Gronowski (Bruselas, 1931), superviviente del Holocausto tras escapar del tren que le conducía el 19 de abril de 1943 a Auschwitz, ha participado en el homenaje en Bruselas: “Tengo el recuerdo de Manolis muy vivo en mi memoria, un héroe griego de la resistencia contra los nazis. Fuimos víctimas de la misma barbarie, y libramos y sigo librando, la misma lucha contra el fascismo, el nazismo, el racismo y el antisemitismo, contra el colonialismo y el imperialismo. Esa es nuestra lucha. Yo sé lo que es el nazismo, mataron a mi madre y a mi hermana en las cámaras de gas en Auschwitz. Mi padre murió desesperado. Y yo mismo, con 11 años, fui arrestado por la Gestapo, la policía de Mitler y me metió en una cárcel en Malinas. Un mes después, me metieron en un vagón, el 20 convoy, en abril de 1943. No entendía nada de lo que estaba ocurriendo, no sabía que había sido condenado a muerte y que iba a ser conducido a mi muerte. Salté del tren de milagro y escapé. Y todo porque mis padres habían nacido en una religión, la judía. Mi padre escapó de los progromos del Este en 1918 y entró en Bélgica de manera ilegal, era un sin papeles, como los refugiados y los migrantes: hay que tratar a todos los refugiados de la misma manera, no hay buen refugiado y mal refugiado. La vida es bella, pero es una lucha permanente porque hoy en el mundo hay aún personas y pueblos que sufren”.
Pero Glezos, escribe la prensa griega, no quería ser llamado “héroe”, porque reservaba esa distinción para su hermano pequeño, Nikos, quien fue ejecutado por colaboracionistas alemanes en Kaisarianí, localidad en la periferia de Atenas, en mayo de 1944 y dejó garabateado en el interior de una gorra un último mensaje.
“En el camino al lugar del fusilamiento, el joven logró lanzar la gorra que llevaba por la ventana del coche”, explican Ed Vulliamy y Helena Smith en Viento Sur: “Un amigo la encontró y la entregó a la familia; esta gorra figura entre las cosas que Glezos conservó con más cariño. Esto es lo que había dejado escrito su hermano Nikos: 'Querida madre. Te envío un beso. Recuerdos. Hoy van a ejecutarme, caído por el pueblo griego. 10-5-44”.
“Otros normalizan el auge de la extrema derecha”
El exprimer ministro griego y líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha declarado que este miércoles se ha vivido en el Parlamento Europeo “un día histórico en el que se rinde homenaje a un griego, a un luchador, a un europeo importante, a un símbolo europeo de resistencia, lucha por justicia social y contra el fascismo, en un momento histórico muy importante. Para todos nosotros, Manolis no era un símbolo, es nuestra historia, el rostro de la Grecia que lucha, el alma de una Grecia que nunca se doblega ante el totalitarismo”.
Tsipras ha recordado aquella noche en la que “sin pensar en el peligro, se atrevieron a subir a la Acrópolis y bajar la esvástica”. El líder de Syriza ha añadido: “Esa valentía, ese golpe de brillantez, la conservó incluso con 80.y 90 años. Ese valor de Manolis venía de las ideas que tenía, de su fe en sus ideas, la convicción en que la justicia y la libertad son valores inquebrantables. Dio ejemplo a todos los pueblos del mundo. Manolis era socialista, de izquierdas, pero ante todo era universal, con valores universales, un símbolo de lucha contra el fascismo y la injusticia”.
“Manolis no vivió para ser un símbolo orgulloso del pasado y útil en todas las luchas de hoy y de mañana”, ha dicho Tsipras: “Siempre estaba en primera línea. Es su enseñanza más importante. En el mundo que vemos, con la fuerza del autoritarismo que se quiere imponer, no nos regalan nada. Es un mundo construido con la explotación y la injusticia, en el que hay que ganarlo todo luchando cada día”.
Así, el líder de Syriza ha añadido: “Manolis nos deja un legado y una idea: que el mundo puede cambiar si luchamos con pasión, y si unimos todas nuestras fuerzas, dejando de lado nuestras posibles diferencias. Este legado es más actual que nunca. Es nuestra brújula en las nuevas luchas contra la oscuridad de la extrema derecha y el autoritarismo que amenaza con atrasar el reloj de Europa en el tiempo. Esta es la lucha más urgente que tenemos ante nosotros, una lucha necesaria porque Europa está siendo amenazada”.
“Mientras estamos todos aquí honrando al primer partisano de Europa, otros están cerrando los ojos y normalizando el auge de la extrema derecha en países europeos importantes. Este homenaje a Manolis es un deber, una obligación, es la lucha de las fuerzas progresistas por la libertad, democracia y justicia. A veces hemos necesitado héroes para defender estos valores y tirar del carro de la historia. Pero hoy es deber de todos nosotros que no volvamos a necesitar en el futuro héroes como Manbolis. Europa debe permanecer en el camino de democracia, la paz, la prosperidad. Es nuestra obligación, el homenaje, trabajar todos en este sentido”.
En el homenaje han participado diferentes referentes políticos, tanto en persona como a través de vídeos, como el que ha mandado el ex vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, compañero de bancada de Glezos en 2014 y 2015: “Es un símbolo del antifascismo, y fue una persona encantadora. Merece todo mi reconocimiento”.
“Siempre escuchó su conciencia”
La presidenta de la bancada socialista europea en la Eurocámara, Iratxe García, por su parte, expresaba en el homenaje en la sala el Parlamento Europeo en Bruselas bautizada con el nombre del partisano griego: “Hoy el Parlamento Europeo honra a un símbolo de la resistencia griega, el primer partisano de Europa. Nunca dejó de defender sus creencias, luchó por la libertad, contra la represión. Era un héroe. Su vida fue una lucha constante, intentó entrar en el ejército con 18 años para proteger a su patria de la invasión nazi. Pero era demasiado joven cuando los nazis entraron en Atenas y trepó a la Acrópolis para arrancar la bandera con su compañero y amigo Apostolos Santas. Siempre escuchó su conciencia. Tras la guerra civil en Grecia, le condenaron a pena de muerte en tres ocasiones”.
“Manolis también defendió sus ideas en esta Cámara como miembro de Syriza”, ha proseguido García: “Defendía la Europa de los pueblos, y estaría preocupado por la guerra en Ucrania y por lo que sucede en la UE con la extrema derecha, que quiere atacar nuestros valores de justicia social e igualdad... Es más importante que nunca recordarle, honrar su memoria, sus sacrificios y los de todos los que lucharon por la libertad y la democracia, Aunque otros lo olviden, nosotros no olvidamos”.
En el homenaje también han estado las eurodiputadas de Unidas Podemos María Eugenia Rodríguez Palop, Sira Rego e Idoia Villanueva.
La copresidenta de los Verdes, la alemana Ska Keller, ha aludido, así mismo, a los éxitos electorales de la extrema derecha en Italia y Suecia: “El fascismo vuelve al poder, es una realidad. Necesitamos muchas voces frente a esa realidad. Honrar su memoria es seguir con su trabajo y luchar contra el fascismo día a día”.
Martin Schirdewan (Die Linke), copresidente de La Izquierda recordó que Glezos no dejó de luchar contra el fascismo y nazismo, siempre fue un líder de la izquierda europea, luchó por la libertad, contra el fascismo“.
El eurodiputado del KKE, Konstantinos Papadakis, ha afirmado: “Hoy honramos a un luchador de la resistencia, un precursor en un acto de resistencia valiente, siempre luchó contra el fascismo, el nazismo y por la paz”.