EEUU está convencido de que el ataque es inminente. Y, ante esta posibilidad, la UE ha decidido permitir a su personal “no esencial” abandonar Ucrania. “Al personal no esencial se le ha dado la oportunidad de salir del país”, explican fuentes comunitarias tras la conversación de los presidentes de las instituciones europeas y algunos líderes continentales con el presidente de EEUU, Joe Biden: “Continuamos evaluando la situación a medida que se desarrolla de acuerdo con la responsabilidad que tenemos sobre nuestro personal y, en estrecha consulta y coordinación con los Estados miembros de la UE”.
“No estamos evacuando”, insisten las fuentes, “lo que hacemos es dar la oportunidad de teletrabajar desde fuera del país”. Noruega, Países Bajos y Reino Unido también están aconsejando a sus ciudadanos que lo hagan. Y Estados Unidos, por su parte, ha pedido a los estadounidenses que abandonen el país. “Es la hora de salir”, dice Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que ha anunciado que todos los estadounidenses deben irse en las próximas 24 a 48 horas.
Sullivan ha explicado que EEUU dispone de información de que “una posible invasión rusa de Ucrania, podría comenzar durante los Juegos Olímpicos de invierno a pesar de la especulación de que solo podría suceder después”. Una idea que ha trasladado el presidente de EEUU, Joe Biden, a sus homólogos europeos.
Una opción posible, según Sullivan, es “un asalto rápido a la ciudad de Kiev”. Moscú, en todo caso, siempre ha descartado la posibilidad de una invasión sobre Ucrania, al tiempo que ha pedido garantías de que la OTAN no siga su expansión hacia el Este, cosa que lleva haciendo desde 1997.
Así, Sullivan ha reconocido que no tienen información de que el presidente ruso, Vladímir Putin, haya tomado una decisión final sobre la invasión a Ucrania.
Todos estos movimientos llegan después de una conversación entre Joe Biden, los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel; de la Comisión Europea; Ursula von der Leyen, así como el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el primer ministro italiano, Mario Draghi; así como el presidente del país que preside la OSCE, el polaco, Andrzej Duda; y el rumano, Klaus Iohannis.
Además, los embajadores de la OTAN han convocado una reunión poco habitual, este viernes por la noche, para abordar la situación.
Durante la conversación con Biden “para hacer un balance de la evolución de la crisis provocada por el comportamiento agresivo de Rusia frente a Ucrania, y discutir los esfuerzos continuos para garantizar una respuesta unida y efectiva”, según portavoces de la Comisión Europea, “los líderes evaluaron las gestiones diplomáticas para convencer a Rusia de rebajar la crisis y elegir el camino del diálogo”.
El Ejecutivo comunitario ha informado del “rápido progreso realizado en la adopción final del paquete de apoyo de 1 200 millones en forma de ayuda financiera de emergencia para Ucrania”.
“La presidenta Von der Leyen describió el estado de las sanciones sectoriales e individuales en caso de una nueva agresión militar de Rusia contra Ucrania y reafirmó que todas las opciones estaban sobre la mesa y que las sanciones afectarían a los sectores financiero y energético, así como a las exportaciones de productos de alta tecnología”, explica la Comisión Europea: “Paralelamente, se ha continuado el trabajo de preparación, en particular en el área de la energía, para garantizar suministros adicionales de gas natural en caso de interrupciones en el suministro por parte de Rusia”.
Según un comunicado de la OTAN, el secretario general Stoltenberg “advirtió de que el riesgo de conflicto en Europa es real y agradeció los recientes despliegues adicionales de los miembros de la OTAN en la parte oriental de la Alianza”.
Los ministros de Defensa de la OTAN se reunirán la próxima semana para abordar la crisis.
El Pentágono enviará otros 3.000 soldados de combate a Polonia para unirse a los 1.700 que ya se están concentrando allí, según informó EEUU.
El anuncio se produjo poco después de que Sullivan emitiera una advertencia pública a todos los ciudadanos estadounidenses en Ucrania para que abandonaran el país lo antes posible y de que dijera que Putin podría dar la orden de lanzar una invasión a Ucrania en cualquier momento.
Biden y Macron mantendrán sendas llamadas telefónicas con Putin este sábado.
“Respuesta irrespetuosa” de Borrell
Este jueves, tanto el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, enviaron sendas cartas como respuesta a las enviadas por el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, el pasado 28 de enero en las que planteaba las preocupaciones del Kremlin sobre la seguridad en Europa, como la expansión hacia el Este de la OTAN, asunto ya tratado por Rusia con EEUU y la OTAN.
De acuerdo con un comunicado del ministerio de Exteriores ruso, que recoge una declaración de la portavoz Maria Zakharova, “no hay una respuesta sustancial en los documentos recibidos, pero se invita a entablar un diálogo sobre el fortalecimiento de la seguridad”.
“Recordemos que el mensaje de Lavrov fue dirigido a los ministros de Relaciones Exteriores de 37 Estados de Europa y América del Norte”, dice la portavoz rusa: “Y subrayó singularmente que esperábamos una respuesta detallada a nivel nacional. En cambio, nos escriben Stoltenberg y Borrell, a quienes no nos dirigíamos. Tal cosa no puede describirse de otra manera que como una manifestación de falta de cortesía diplomática y de respeto. Los documentos de la OSCE y el Consejo Rusia-OTAN, que contienen el principio de indivisibilidad de la seguridad, llevan las firmas de los jefes de Estado y de gobierno de los respectivos países. Los Estados participan en la OSCE a título nacional, y es en esta capacidad que se han comprometido a no mejorar su seguridad a expensas de la seguridad de los demás”.
“Por lo tanto”, prosigue el ministerio de Exteriores ruso, “no podemos aceptar una respuesta colectiva, esperamos una respuesta detallada a nuestras preguntas por parte de cada destinatario. Esquivar la respuesta significa que Occidente no quiere reconocer los compromisos asumidos a través de la OSCE y el Consejo Rusia-OTAN, y que está tratando de buscar su seguridad a nuestra costa. La OTAN y la UE insisten en su papel de liderazgo para garantizar la seguridad en el área euroatlántica. Tal enfoque es categóricamente inaceptable para nosotros”.