La mayoría de las miradas siguen fijas en el aeropuerto de Kabul, donde los europeos apuran las horas de las evacuaciones antes de que las tropas estadounidenses recojan el petate y salgan de Afganistán el 31 de agosto. Pero, mientras, por las montañas y carreteras secundarias los refugiados comienzan a agolparse en puntos fronterizos con Pakistán, un país en el que tradicionalmente se han escondido, precisamente, los talibanes de los que ahora huyen los refugiados.
Y, para evitar que esos refugiados lleguen a Europa, la UE ya ha comenzado hablar con el primer ministro paquistaní, Imran Khan. Este jueves el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, saludaba los esfuerzos al Gobierno de Islamabad: “Agradezco al primer ministro de Pakistán, Imran Khan, la recepción de los evacuados en tránsito. También hemos hablado de la seguridad de los ciudadanos en Afganistán, así como de la seguridad regional e internacional. Garantizar el despliegue de la ayuda humanitaria es fundamental”.
“Pakistán ofrece su cooperación a todas las legaciones (diplomáticas) extranjeras, a las organizaciones y medios de comunicación internacionales para trasladar temporalmente o repatriar a su personal”, repite el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mahmood Qureshi, informa Efe.
Según el ministro de Información, Fawad Chaudhry, hasta ahora un total de 22.400 personas han salido de Afganistán a través de Pakistán, 22.000 de ellas extranjeras. Del ese total, 3.400 han salido en aviones desde Kabul a Islamabad. Y otras 19.000 a través de los pasos fronterizos entre Pakistán y Afganistán.
“Gracias a Pakistán y al embajador Farooq por su increíble asistencia para llevar a cabo la operación de evacuación danesa para sacar a los daneses y afganos de Kabul”, afirmó en Twitter el ministro de exteriores danés, Jeppe Kofod. Un agradecimiento similar realizó el embajador alemán en Islamabad, Bernhard Schlagheck, al igual que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva: “Los esfuerzos de Pakistán al más alto nivel han sido absolutamente claves para evacuar de forma segura y rápida al personal del FMI y a sus familias de Afganistán”.
Ya lo dijo el pasado martes Michel tras la reunión del G7: “Queremos mantener los flujos migratorios bajo control y las fronteras de la UE, protegidas. Trabajaremos con los países de la región, especialmente Irán, Pakistán y los de Asia central, para abordar las diferentes necesidades. Se necesitará protección internacional para las personas perseguidas y vulnerables. Y los Estados miembros de la UE contribuirán a este esfuerzo internacional”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, insistió en la misma línea: “Nuestro principal esfuerzo debe ser asegurar que los desplazados internos afganos reciban ayuda o que la comunidad internacional contribuya a su apoyo en los países vecinos. Por tanto, el apoyo a la región es de suma importancia y seguiremos, por supuesto, trabajando con los países de la región”.
“El reasentamiento es voluntario, sin ninguna duda”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, este martes, descartando la posibilidad de un plan europeo para los refugiados y, por supuesto, nada que tenga que ver con cuotas de acogida en la UE.
Fin de las evacuaciones
“Este es un momento doloroso”, explicaba este jueves el Gobierno holandés, “porque personas que son elegibles para la evacuación por parte de los Países Bajos se quedarán atrás”. ¿Por qué? Porque EEUU ha ordenado salir ya del aeropuerto para trasladar tropas y equipos estadounidenses. Además de los motivos logísticos, las autoridades hablan de posibles amenazas de atentados en el aeropuerto. El 31 de agosto también es una fecha límite ineludible para el régimen talibán.
Y es que a los países europeos les quedan pocas horas para retirar a funcionarios y colaboradores de Afganistán. La operación de evacuación francesa del aeropuerto de Kabul “muy probablemente” terminará este jueves, según anunció el miércoles el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune, a la emisora CNews. Bélgica, por su parte, ya ha terminado sus vuelos de evacuación. Y los británicos, así mismo, recogerán entre el viernes y el sábado.
En este contexto, la Comisión Europea anunció el martes aumentar a 200 millones de euros la ayuda humanitaria “no solo para Afganistán, sino también para los países vecinos, que tendrán que hacer frente a la afluencia de refugiados de Afganistán”, ha explicado este jueves un portavoz comunitario: “Estamos analizando la situación sobre el terreno y propondremos una distribución adecuada de los fondos adicionales, tanto para Afganistán como para los países vecinos. Pero estamos hablando de asistencia puramente humanitaria”.
En cuanto al reparto de refugiados, Bruselas insiste en que el “foro adecuado es el convocado por la Comisión Europea, con la ONU, con la OIM, con Estados Unidos y Canadá y otros. Los Estados miembros tienen hasta mediados de septiembre, en el contexto de este foro de reasentamiento, para hacer propuestas. Este es el momento que se ha acordado para que los países presenten compromisos específicos de cuotas. está bien”.
Mientras tanto, la presidencia eslovena de turno de la UE ha convocado para el próximo martes una reunión de ministros de Interior comunitarios para abordar la crisis afgana en su dimensión migratoria.