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La UE inicia las sanciones energéticas contra Rusia con el veto a la importación del carbón

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
5 de abril de 2022 13:29 h

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Si no puede ser el gas, que al menos sea el carbón. Y, partir de ahí, el petróleo. Es lo que ha comunicado este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acompañada del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Según ha explicado la jefa del Ejecutivo comunitario sobre la propuesta que ha presentado a los 27, la UE impondrá “una prohibición de importación de carbón de Rusia, por un valor de 4.000 millones de euros al año. Esto reducirá otra importante fuente de ingresos para Rusia”.

Además, la UE quiere aprobar “una prohibición total de transacciones en cuatro bancos rusos clave, entre ellos VTB, el segundo banco ruso más grande. Estos cuatro bancos representan el 23 % de la cuota de mercado en el sector bancario ruso. Esto debilitará aún más el sistema financiero de Rusia”.

En tercer lugar, la UE procederá a la “prohibición de que los barcos rusos y los barcos operados por Rusia accedan a los puertos de la UE. Ciertas exenciones cubrirán elementos esenciales como productos agrícolas y alimentarios, ayuda humanitaria y energía. Además, propondremos una prohibición a los operadores de transporte por carretera rusos y bielorrusos. Esta prohibición limitará drásticamente las opciones de la industria rusa para obtener bienes clave”.

“En cuarto lugar”, ha dicho Von der Leyen, habrá “más prohibiciones de exportación específicas, por valor de 10.000 millones, en áreas en las que Rusia es vulnerable. Por ejemplo, computadoras cuánticas y semiconductores avanzados, pero también maquinaria sensible y equipos de transporte”.

A continuación, habrá “más prohibiciones de importación por valor de 5.500 millones, para cortar el flujo de dinero de Rusia y sus oligarcas, en productos que van desde la madera hasta el cemento, desde los mariscos hasta el alcohol. Al hacer esto, también cerramos lagunas entre Rusia y Bielorrusia”.

Por último, Von der Leyen ha anunciado: “Tomamos una serie de medidas muy concretas, como una prohibición general de la UE de la participación de empresas rusas en la contratación pública en los Estados miembros, o la exclusión de todo apoyo financiero, ya sea europeo o nacional, a los organismos públicos rusos. El dinero de los impuestos europeos no debería ir a Rusia de ninguna forma”.

Tampoco falta en este quinto paquete de sanciones “más listados de personas, que el Alto Representante, Josep Borrell, explicará”.

Y ha añadido Von der Leyen: “Esto no es todo. Estamos trabajando en sanciones adicionales, también sobre las importaciones de petróleo, y estamos reflexionando sobre algunas de las ideas presentadas por los Estados miembros, como impuestos o canales de pago específicos y una cuenta de depósito en garantía”.

Ya lo había adelantado este martes a primera hora el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis: “Necesitamos llegar a un consenso entre los Estados miembros, y hay discusiones sobre lo que se puede hacer en el área de la energía, como el carbón y el petróleo. El quinto paquete de sanciones está ultimándose, no puedo anunciar detalles, pero la energía está siendo considerada como parte del paquete. No será solo sobre energía, afectará también a otros sectores, como en el comercio, el transporte y la energía, como el carbón”. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, visitarán Kiev esta semana para reunirse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en una muestra de apoyo al país, después de que viajara también la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola. El Ejecutivo comunitario también dijo el lunes que ayudará a Ucrania a reunir pruebas de posibles crímenes de guerra cometidos por las tropas rusas en Bucha. Y el PP europeo, principal grupo político de la Eurocámara y al que pertenecen Dombrovskis y Von der Leyen, ha pedido este martes “un embargo inmediato sobre el petróleo y el carbón” y que las importaciones de gas se detengan “lo antes posible”.

En definitiva: se arranca con el carbón y petróleo vendría después, mientras el gas, de momento, no puede tocarse.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, explicaba este martes a su llegada a la reunión de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin) en Luxemburgo: “Estamos discutiendo el estado de las últimas sanciones: su implementación, las lagunas, qué podemos hacer y si es necesario endurecerlas. Porque todos los días nos impactan estas imágenes [de civiles asesinados]; tenemos nuevas imágenes de satélites sobre lo que está pasando en Bucha y tenemos que reaccionar”. Gentiloni, eso sí, ha declarado que el nuevo paquete de sanciones “se está trabajando” y que incluye “abordar los riesgos de elusión” al tiempo que hay “un debate sobre la posibilidad de endurecerlas, pero no se ha tomado ninguna decisión hasta ahora”. Y añade: “Nada está fuera de la mesa”.

No obstante, el lunes por la noche, Gentiloni, después del Eurogrupo, sí informó de algo que, de momento, sí parece fuera de la mesa. “No vamos a tomar ahora decisiones sobre el embargo del gas”, reconocía.

Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas de Francia, país que preside este semestre el Consejo de la UE, ha afirmado en el Ecofin este martes sobre el endurecimiento de las sanciones: “El principio clave de las sanciones es la unidad de los 27. Esto es lo que las hace efectivas. Esto es lo que les da valor en su aplicación contra el estado ruso y contra Vladimir Putin. Las discusiones se llevarán a cabo en las próximas horas. El presidente de la República fue muy claro ayer que en estas sanciones podría estar el sector energético, dejó muy claro ayer que estaba abierto a ampliar las sanciones al carbón y al petróleo. Veremos cuál será la posición de los demás estados miembros. La posición de la presencia francesa es muy clara. Estamos listos para hacer cumplir las sanciones, y el petróleo y el carbón son una posibilidad, y debemos discutir y construir la unidad en los 27 estados miembros”.

La ministra lituana, GintarÄ— Skaisté, también ha sido tajante sobre la energía: “Deberíamos cortar a Rusia de sus principales fuentes de ingresos: su sector energético. Y creo que deberíamos reducir las compras a Rusia: en petróleo, gas y carbón. Lituania es el primer país de la Unión Europea en decir adiós al gas ruso. Y creo que también deberíamos hablar sobre el sistema financiero ruso y eliminar a los bancos rusos más grandes de swift, Sberbank y Gazprombank. Lo que estamos haciendo hoy será la historia del mañana y debemos mostrar solidaridad con el pueblo ucraniano”.

Pero no todos lo ven igual por temor al efecto bumerán en países muy dependientes como Alemania o Hungría. El ministro de Finanzas austriaco, Magnus Brunner, dijo este lunes a su llegada al Eurogrupo que hay que “mantener la cabeza fría” cuando se trata de sanciones: “Los crímenes de guerra nos conmocionan tremendamente. Pero hay que mantener la cabeza fría cuando se trata de sanciones. Nosotros, como Alemania, somos muy cautelosos acerca de un embargo de gas, porque tememos que las consecuencias para nosotros sean mayores de lo que serían para Rusia”.

Y el ministro de Finanzas, Christian Lindner, ha afirmado, por su parte: “La comunidad internacional y especialmente nosotros como europeos debemos preparar el próximo paquete de sanciones. Hay que aumentar aún más la presión sobre Putin sin debilitarnos. Todo tiene que estar sobre la mesa. Nuestra intención es independizarnos de las importaciones de energía de Rusia lo antes posible, y se debe hacer una distinción entre gas, carbón y petróleo, cada uno de los cuales debe ser visto de manera diferente porque los reemplazos requieren diferentes períodos de tiempo. Pero debe quedar claro. Todas las relaciones económicas con Rusia deben terminar lo antes posible. Hay que prever sanciones severas, pero el gas no se sustituye a corto plazo”.