El duque de York, Andrés, hijo de la reina Isabel II, y el duque de Sussex, Enrique, hijo del ahora rey Carlos III, no están usando sus uniformes militares en los actos del funeral de la reina, como sí están haciendo el resto de hijos de Isabel II y el príncipe de Gales, Guillermo. Ni Andrés ni Enrique son ya miembros en activo de la realeza.
El duque de York fue apartado de la vida pública tras su escándalo de abusos sexuales a una menor. Por su parte, el duque de Sussex y su mujer, Meghan, se apartaron de sus funciones como miembros de la casa real en 2020.
Lo cuenta Lara Lema.
Los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, han despedido en sus redes sociales a Isabel II tras su funeral: “Adiós a una Reina, a una madre, abuela y bisabuela”.
La despedida final a Isabel II se ha producido en la intimidad, rodeada de sus familiares más allegados, en la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor.
El decano de Windsor, el reverendo David Connor, dirigirá el servicio familiar privado para dar el último adiós a la reina Isabel II en la Capilla de San Jorge. Allí también están enterrados los restos de su marido, el Duque de Edimburgo, fallecido en 2021, así como su madre, Elizabeth Bowes, y su hermana Margarita.
La losa de mármol de la sepultura de la soberana quedará grabada con las palabras: “Elizabeth II 1926-2022”.
El féretro con los restos de la reina Isabel II ha sido bajados este lunes a la bóveda real de la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, tras la ceremonia religiosa a la que asistieron miembros de la familia real y de otras casas reales.
Tras retirarse la corona imperial, el orbe y el cetro, símbolos del reinado y poder de Isabel II, el ataúd ha entrado en la cripta al son del lamento de un gaitero escocés.
Más tarde, un nuevo servicio religioso pero de carácter privado, reservado para la familia real británica, dará el último adiós a Isabel II, fallecida en el castillo de Balmoral (Escocia) el día 8 a los 96 años.
Los restos de Isabel II serán enterrados junto a la tumba de su marido, el duque de Edimburgo, en la cripta real de Windsor.
Con información de EFE.
Como si de un gran concierto de rock se tratase, Hyde Park se ha llenado este lunes de decenas de miles de personas para seguir por pantallas gigantes el funeral de Isabel II y la procesión fúnebre por Londres, en un ambiente que mezcló la solemnidad más absoluta con las “buenas vibraciones” de un país unido en torno a su fallecida monarca.
Escenario habitual de eventos multitudinarios, el popular parque londinense acogió a familias de picnic, veteranos de guerra luciendo medallas, hippies o jóvenes estudiantes vestidos de riguroso luto, a muchos de los que no pudieron o no quisieron guardar largas horas de cola en los últimos días para desfilar por la capilla ardiente de Westminster.
“Venimos del sur de Gales, después de tres horas de tren y una hora cruzando Londres a pie para estar con toda esta gente extraordinaria”, celebra Robert, quien sirvió en el Ejército durante 25 años. Su deseo es despedirse de la reina y regresar a casa después con la familia: “Es un día para recordar 70 años fantásticos”, agrega este exmilitar en referencia a longevidad de la monarca en el trono.
“La reina ha sido muy especial para nosotros y como ha sido la jefa de Estado de la Commonwealth y de este país, nosotros aplaudimos todo lo que ha hecho, por eso venimos a presentar nuestros últimos respetos”, asegura por su parte Fommy, británica de origen nigeriano.
La festividad de esta familia contrasta con la seriedad de Joe y Louise, madre e hija que visten riguroso luto y se prestan a hacer declaraciones solo hasta que empiece la retransmisión del funeral, el evento que silenció completamente Hyde Park. “Venimos de Kent -sureste de Inglaterra- y ya estuvimos aquí el pasado domingo, fuimos al Palacio de Buckingham a dejar flores y queríamos volver aquí hoy para despedirnos de nuestra maravillosa reina”, apunta Joe.
Su hija destaca que la “atmósfera es estupenda”, lo que sugiere que “todo el país está unido”: “Sería extraño no estar aquí”, dice.
Con información de EFE.
El féretro de la reina Isabel II ya ha llegado a la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor tras la procesión final de cinco kilómetros.
En breve dará comienzo el sepelio televisado al que asistirán unas 800 personas y que será presidido por el deán de Windsor David Conner, con la bendición del arzobispo de Canterbury. Al final del servicio, el ataúd se trasladará a la cripta real de la capilla, donde también están enterrados los restos del príncipe Felipe, esposo de la reina, fallecido en 2021 con 99 años.
A las 19:30 horas de Reino Unido, Isabel II será enterrada junto a su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, en una ceremonia privada a la que asistirán miembros de la familia real. La losa de mármol de su sepultura quedará grabada con las palabras: “Elizabeth II 1926-2022”.
Con información de agencias.
Unos 800 invitados, incluidos empleados de la difunta reina, se encuentran ya en el Castillo de Windsor, en cuya capilla de San Jorge será enterrada esta tarde Isabel II al lado de su esposo, el duque de Edimburgo.
En este espacio reposan también los restos del padre de la soberana, el rey Jorge VI, así como su madre, Elizabeth Bowes y su hermana Margarita. La capilla de San Jorge también ha sido escenario de bodas reales como la del príncipe Harry y Megan Markle en 2018.
El Castillo de Windsor era uno de los lugares preferidos de Isabel II, donde solía pasar los fines de semana.
El féretro de la reina Isabel II ya ha llegado a las inmediaciones del castillo de Windsor, donde ha dado comienzo la procesión final desde Long Walk hasta la capilla de San Jorge en el castillo de Windsor.
Ambos puntos están separados por cinco kilómetros que forman la característica avenida arbolada que desemboca en la residencia real.
La policía y miembros de los servicios militares se han unido para montar guardia a lo largo del camino. Miles de personas se han alineado en el Long Walk hasta el castillo, y el Royal Borough of Windsor and Maidenhead ha advertido que la ruta está cerrada y no puede permitir el acceso a más visitantes.
Con información de The Guardian.
Con motivo de los actos por el fallecimiento de la reina de Inglaterra, se han producido algunas detenciones a manifestantes antimonárquicos estas semanas.
El pasado lunes, 12 de septiembre, la Policía de Escocia informó de que un hombre de 22 años y otro de 52 habían sido arrestados en relación con una alteración del orden público en la Royal Mile de Edimburgo. En este caso, los agentes sacaron a un hombre de la multitud, donde había personas que parecían empujarle después de que se le viera gritar a la procesión que acompañaba al féretro de la reina mientras el rey Carlos III, la princesa real, Ana, el duque de York, Andrés, y el conde de Wessex, Eduardo, caminaban detrás del coche fúnebre.
En un artículo en elDiario.es, Zoe Williams se pregunta '¿Por qué Reino Unido arresta ahora a los republicanos que protestan?': “Cada vez hay menos debate sobre la monarquía y parece que solo se puede mostrar adoración por ella; la paradoja es que todo empezó con la muerte de Lady Di”, reflexiona Williams.
El coche con los restos mortales de la reina Isabel II ha salido hacia Windsor desde el arco de Wellington pasadas las 14.30 horas de la tarde –hora peninsular española–.
El vehículo recorrerá así los 35 kilómetros que separan el Castillo de Windsor de Londres. Una vez allí, comenzará otra procesión que se dirigirá desde Long Walk hasta el castillo por los 5 kilómetros que forman la característica avenida arbolada que desemboca en la residencia real.