Turquía rechaza la anexión de cuatro regiones de Ucrania anunciada ayer por Rusia y respalda la integridad territorial de Ucrania, según ha informado esta madrugada el Ministerio de Exteriores turco en un comunicado.
La nota recuerda que Turquía nunca ha reconocido la anexión de Crimea por parte de Rusia en un “referéndum ilegítimo” en 2014 y que “en todo momento” ha subrayado su apoyo por la integridad territorial de Ucrania, su independencia y soberanía.
“Acorde a esta postura adoptada en 2014, rechazamos la decisión de Rusia de anexionar las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia”, reza el comunicado.
Turquía califica la anexión de “grave violación de los principios establecidos de la ley internacional, que no puede aceptarse”, y reitera su disposición a apoyar una solución de la guerra mediante una paz justa alcanzada en negociaciones.
Informa EFE.
El Gobierno ruso ha adoptado este sábado sanciones contra aquellas empresas de transporte de los países que dieron pasos “inamistosos” contra Rusia a raíz de la guerra. Los vehículos de dichas empresas tienen a partir de ahora cerrada la entrada en territorio ruso, según la disposición gubernamental publicada el sábado.
La nota oficial precisa que se trata de compañías de la Unión Europea (UE), Ucrania, el Reino Unido y Noruega. La prohibición, que entrará en vigor el 10 de octubre y regirá hasta final de año, se extiende también al tránsito y al transporte de mercancías a terceros países.
Seguidamente, el Gobierno ha publicado una lista de mercancías eximidas del bloqueo al transporte de esos países “inamistosos”, entre las que figuran el ganado, los productos cárnicos y lácteos; huevos; pescado, marisco y moluscos; la miel natural; árboles y plantas; bebidas, incluido alcohólicas; piezas de cerámica y relojes.
Dichos artículos de países inamistosos serán transportados por territorio ruso en medios de locomoción locales una vez lleguen a lugares como San Petersburgo, el enclave báltico de Kaliningrado o regiones fronterizas como Carelia, Murmansk o Pskov, o, en su defecto, remolcados por camiones rusos.
Ramzan Kadyrov, el líder ruso de la región de Chechenia, ha dicho este sábado que Moscú debería plantearse el uso de armas nucleares de baja potencia en Ucrania, después de que las tropas del Kremlin se hayan visto obligadas a retirarse de la estratégica ciudad de Limán, en el este de Ucrania, ante el asedio de las tropas locales.
Kadryov, tras conocer las noticias sobre el avance ucraniano, ha enviado un mensaje en su canal de Telegram en el que ve necesarias “medidas más drásticas”, como declarar la “ley marcial” en las áreas fronterizas de Rusia con Ucrania y el uso de “armas nucleares de baja potencia”.
Myjailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dicho este sábado que las negociaciones de paz solo son posibles si Rusia elige a otro presidente, porque, ha añadido, su Gobierno no se sentará en una mesa con aquellos que “bailan sobre huesos”.
“No tiene sentido negociar con quienes bailan sobre huesos, Putin y su séquito. El precio de sus palabras tiene un valor negativo”, ha dicho Podolyak en un mensaje en Twitter en el que ha pedido un nuevo presidente ruso que sepa ver la realidad de forma más acertada antes de entablar algún tipo de conversación.
El gobernador de la región de Járkov, Oleg Synehubov, ha informado de que el número de fallecidos en el ataque ruso a un convoy humanitario reportado este sábado es ya de al menos 24 personas, entre ellos trece niños y una mujer embarazada.
De acuerdo con los primeros detalles difundidos esta mañana, el ataque se produjo “a finales de septiembre” y destruyó un convoy humanitario formado por siete coches.
“Un grupo de inteligencia y sabotaje ha perpetrado un ataque brutal contra civiles. Dispararon con armas de corto alcance contra seis coches y una camioneta. El enemigo prueba que su único objetivo es la destrucción de todos los ucranianos, sin importar su género o edad”, había informado esta mañana Vasyl Malyuk, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en un comunicado difundido por el Gobierno en Telegram.
Según los nuevos datos, el ataque sucedió el 25 de septiembre por la mañana en el noreste de Ucrania. La información no ha podido ser verificada de forma independiente por los medios o asociaciones internacionales presentes en el país.
Las tropas rusas se han retirado este sábado del bastión prorruso del Limán, en la región de Donetsk, para evitar ser cercadas totalmente por el Ejército ucraniano.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado en un comunicado del repliegue y ha admitido que el enemigo prosigue su ofensiva pese a sufrir numerosas bajas en su intento de recuperar nuevos territorios en el Donbás. “Debido al riesgo de ser cercados, las fuerzas aliadas han sido retiradas de la localidad de Limán a posiciones más ventajosas”, señala el comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia, que admite así su segunda gran derrota en el último mes en Ucrania.
Durante la mañana, el Ejército ucraniano había informado de que más de 5.000 soldados habían conseguido cercar al contingente ruso que defendía esa ciudad, un punto estratégico puesto que une por tren los principales bastiones ucranianos en Donetsk: Kramatorsk y Sloviansk. Limán había sido invadida por las tropas del Kremlin y controlada desde entonces por los prorrusos desde el pasado mayo.
En un intento por repeler el cerco establecido por Ucrania este sábado, las tropas rusas han comenzado a bombardear los alrededores de la ciudad, una estrategia defensiva que no ha surtido efecto ni impedido que apenas horas después los soldados ucranianos penetrasen en la ciudad y provocasen la retirada rusa.
Este nuevo hito en Donetsk forma parte de una exitosa contraofensiva emprendida a principios de septiembre por el Ejército local, que le ha permitido recuperar decenas de miles de kilómetros cuadrados en el este del país y retomar el control de algunos puntos claves, como la ciudad de Izium algunas semanas atrás.
Esta victoria tiene además un componente simbólico: es un nuevo avance de las tropas ucranianas en uno de cuatro los territorios que el Kremlin se anexionó este viernes tras convocar referéndums no reconocidos por la comunidad internacional en el este del país invadido.
Con información de EFE.
Un nuevo ataque ruso a un convoy humanitario en las últimas horas, esta vez en la región de Járkov, ha dejado al menos veinte fallecidos, entre ellos diez niños, según las informaciones preliminares difundidas por el Gobierno ucraniano.
De acuerdo con los primeros detalles, el ataque ha ocurrido “a finales de septiembre”, aunque no precisa más información sobre la fecha, y ha destruido un convoy humanitario formado por siete coches.
“Un grupo de inteligencia y sabotaje ha perpetrado un ataque brutal contra civiles. Dispararon con armas de corto alcance contra seis coches y una camioneta. El enemigo prueba que su único objetivo es la destrucción de todos los ucranianos, sin importar su género o edad”, ha afirmado Vasyl Malyuk, jefe del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) en un comunicado difundido por el Gobierno en Telegram.
Estas informaciones no han podido de momento ser contrastadas por los medios internacionales en el país.
El Tribunal Constitucional de Rusia ha admitido a trámite la solicitud presentada por el presidente ruso, Vladímir Putin, tras firmar el viernes tratados de anexión con cuatro regiones ucranianas, Donetsk, Lugansk, Jerzón y Zaporiyia.
La corte ha confirmado este sábado en su página web que estudiará la constitucionalidad de las cuatro solicitudes remitidas en la madrugada del sábado por el jefe del Kremlin. Putin está siguiendo los mismos pasos que dio cuando Rusia se anexionó en 2014 la península ucraniana de Crimea, que también celebró un referéndum y se integró en la Federación Rusa tras un proceso de incorporación exprés.
Además de los referendos separatistas condenados por la comunidad internacional, Putin esgrimió ayer en su discurso en el Kremlin el hecho de que esos territorios prorrusos fueron separados de la “madre patria” por la desintegración de la Unión Soviética, acontecimiento que consideró una tragedia impuesta sin consultar con la población.
Según los expertos, la anexión de esos territorios ocupados parcialmente por el Ejército ruso exigirán la reforma de la Constitución rusa, ya enmendada hace dos años en un controvertido referéndum para que Putin pueda seguir en el poder hasta 2036. La anexión formalizada el viernes en el Kremlin obligará a enmendar el artículo 65 de la Carta Magna, que incluye 85 entes federales, que pasarán a ser ahora 89.
Los prorrusos de Donetsk y Lugansk quieren conservar su estatus de república, lo que les equipararía con las otras 22 repúblicas ya existentes. La anexión será refrendada por ambas cámaras del Parlamento ruso, Duma y Senado, la próxima semana, tras lo que Putin promulgará la ley federal correspondiente.
Informa EFE.
El Ejército ruso se está sirviendo de intensos bombardeos para romper el cerco ucraniano de la estratégica ciudad de Limán, en la región oriental de Donetsk, donde unos cinco mil soldados están aparentemente rodeados.
Unidades del Distrito Militar del Sur han atacado las posiciones ucranianas “con el fin de desbloquear el cerco de Limán”, según ha afirmado Rodión Miroshnik, embajador en Moscú de la autoproclamada república popular de Lugansk.
Las tropas ucranianas estarían reagrupándose tras ver bombardeadas sus posiciones en torno a las localidades de Séverska y Drobíshevo. “Limán está bajo total control de las fuerzas aliadas”, ga subrayado, para añadir que las unidades prorrusas siguen patrullando la ciudad.
Según Miroshnik, los prorrusos seguirían controlando también la carretera que lleva desde Limán a Kreminna, ya en la región de Lugansk.
Limán, bajo control prorruso desde mayo, es un importante nudo ferroviario que conduce a los principales bastiones ucranianos en Donetsk: Kramatorsk y Sloviansk. El Ejército ucraniano tiene la iniciativa en el este del país desde que recuperara el control de parte de la región de Járkov tras la retirada rusa el pasado 8 de septiembre.
Informa EFE.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha aplazado un mes la llamada a filas de nuevos reclutas este otoño debido a la saturación de los centros militares por la movilización parcial para guerra en Ucrania, según ha explicado el Kremlin.
“Ahora las oficinas de alistamiento están muy saturadas por la movilización parcial. Para no agravar aún más esa congestión, se ha tomado esa decisión”, ha dicho Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a la agencia RIA Nóvosti.
Peskov se ha mostrado convencido de que dicha decisión permitirá conjugar tanto el flujo de hombres movilizados como el de reclutas que deben cumplir el servicio militar.
Putin llamó a filas a 120.000 personas entre 18 y 27 años, que iniciarán el servicio obligatorio el 1 de noviembre en vez del primero de octubre, como es tradición. Esa leva otoñal también incluye a 7.000 rusos menos que hace un año, aunque nadie ha explicado por el momento el motivo de esa reducción.
Informa EFE.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido cree que en el ataque contra civiles en Zaporiyia las tropas rusas usaron misiles de largo alcance tierra-aire, de alto valor y destinados para la defensa contra sistemas aéreos y no para ataques sobre el terreno, lo que expone, según entiende, que el Ejército del Kremlin sufre importante escasez de otro tipo de municiones.
“La munición usada fue con probabilidad un misil de largo alcance para la defensa antiaérea. El stock ruso de este tipo de misiles es seguramente limitado”, dice el informe diario del departamento de defensa basado en los reportes de inteligencia. Para Reino Unido, es “bastante probable” que Rusia haya usado estos sistemas de alto valor “debido a la escasez de otro tipo de municiones, sobre todo de las de largo alcance”.
Más tarde, Ucrania ha informado de que ese ataque fue llevado a cabo con misiles S-300 modernizados, con un alcance mucho mayor que sus predecesores.
El titular del Interior ucraniano, Denys Monastyrsky, ha afirmado en un comunicado ministerial que recogen las agencias ucranianas que el misil explotó nada más tocar el suelo, mientras que las versiones anteriores de este artefacto detonaban hundiéndose varios metros en el suelo. Formaban profundos cráteres, pero golpeaban a menos personas que se encontraran cerca del lugar del impacto.
“Esto se hace para que muera la mayor cantidad de gente posible. Y ahora hemos visto lo letal que es y cuántas personas pueden morir”, ha añadido.
Con información de EFE.