La vacuna rusa Sputnik V, lejos de España mientras se produzca sólo fuera de la UE

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
2 de febrero de 2021 17:58 h

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La vacuna rusa Sputnik V tiene una eficacia del 91,6%. Pero es difícil que se pueda distribuir en la Unión Europea a menos que llegue a cumplir con una de las prioridades comunitarias para firmar un contrato: que el laboratorio tenga alguna planta de producción en territorio comunitario. “Cada acuerdo que la Comisión Europea cierra con las empresas establece una lista de lugares identificados para producir la vacuna, y entre ellos hay lugares dentro de la UE”, ha afirmado Stefan De Keersmaecker, portavoz de la Comisión Europea: “Es un criterio importante”.

Según De Keersmaecker, “todas estas fábricas son responsables de garantizar la capacidad de producción de vacunas, según los contratos firmados con empresas”. Y añade: “Sobre la vacuna rusa, como he dicho antes, uno de los criterios de selección de empresas, fijados en nuestra estrategia de vacunas, es que la empresa debe tener capacidad de producción dentro de la UE. Ese es un punto importante. El objetivo es asegurarnos de que se puedan entregar los suministros muy rápidamente, en cuanto la vacuna reciba luz verde, y que las vacunas se puedan entregar el mismo día en que están listas para usarse. Es un punto importante, que se tendrá en cuenta a la hora de decidir si queremos cerrar un contrato de compra anticipada con una empresa”.

Y para el suministro al mercado mundial, “la vacuna será producida por los socios internacionales de RDIF [Russian Direct Investment Fund] en India, Brasil, China, Corea del Sur y otros países [pero ninguno comunitario]”, según explica la web de la Sputnik V. Es decir, de momento, no cuenta con fabricación dentro de la UE.

No obstante, la ministra de Exteriores española, Arantxa González Laya, no ha descartado que en un futuro pueda emplearse la vacuna rusa Sputnik V en la UE y, con ello, en España. Así, ha recordado que son las instituciones comunitarias las que se encargan de ver que se cumplen “los requisitos médicos de eficacia y eficiencia” y ha apuntado a que si un productor es “capaz de desarrollar una vacuna que cumpla esos requisitos” entonces esta podría entrar en el mercado comunitario. González Laya ha insistido en que es una decisión que compete a la Agencia Europea del Medicamento, que requiere una petición previa de autorización por parte del laboratorio. La ministra ha subrayado que lo importante es garantizar que las vacunas que llegan a los ciudadanos europeos y españoles “sean eficaces para protegerles del virus y que, a través de esa inmunización, podamos controlar la escalada en los contagios”.

La vacuna rusa, de doble dosis, tiene una eficacia del 91,6% contra la enfermedad sintomática, según los resultados provisionales de los ensayos publicados este martes en The Lancet. El porcentaje es similar entre los participantes mayores de 60 años, con un 91,8% de eficacia.

Los resultados preliminares se basan en el análisis de los datos de casi 20.000 participantes, de los cuales tres cuartas partes recibieron la vacuna y una cuarta parte un placebo. En el caso de las personas mayores, el ensayo incluyó a 2.144 participantes con más de 60 años: la vacuna fue bien tolerada y los datos de seguridad de 1.369 de estos adultos mayores revelaron que los efectos adversos más comunes fueron los síntomas gripales y la reacción local.