El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha presentado este miércoles en el Parlamento del país su 'plan para la victoria' con el que busca presionar a sus aliados para que “fortalezcan” la posición de Kiev, militar y diplomáticamente, con el objetivo de llevar a Rusia a la mesa de negociaciones. “Si empezamos a avanzar con este plan ahora, es posible que podamos poner fin a la guerra a más tardar el año que viene”, ha dicho.
Aunque el presidente ucraniano ha desvelado más detalles de la propuesta, cuyas líneas generales se han ido revelando a cuentagotas en las últimas semanas, algunas partes del publicitado plan continúan siendo confidenciales. Zelenski presentó primero la iniciativa a su homólogo estadounidense Joe Biden a finales de septiembre, y también prevé hacerlo este jueves en el Consejo Europeo.
“Este plan se puede implementar. Depende de los socios. No depende de Rusia”, ha dicho Zelenski, y ha agregado que Rusia “no busca una paz honesta”. “Debemos cambiar las circunstancias para que la guerra termine. Independientemente de lo que quiera Putin. Todos debemos cambiar las circunstancias para que Rusia se vea obligada a la paz”.
En este sentido, ha abogado por el plan como un camino hacia lo que llama una “paz justa”, que identifica con aquella que satisface las condiciones de Kiev. Y ha reconocido un aumento de la presión para negociar con Moscú. “Quiero ser franco con ustedes sobre cómo se está tratando la situación en algunas comunicaciones no públicas con Ucrania. Escuchamos la palabra 'negociaciones' de nuestros socios, y la palabra 'justicia' es mucho menos común. Ucrania está abierta a la diplomacia, pero a una diplomacia honesta”, ha añadido.
Zelenski ha insistido en que su país no está preparado para un “conflicto congelado” ni para ceder territorio. “Rusia debe perder la guerra contra Ucrania. Y esto no es una 'congelación'. Y no es comerciar con los territorios o la soberanía de Ucrania”, ha dicho. “Rusia debe perder el control sobre Ucrania para siempre y perder incluso el deseo de dicho control. Esto es una garantía de vida para Ucrania. Y, al mismo tiempo, es una garantía de paz para Europa”.
A lo largo de su discurso, Zelenski ha hecho un alegato en favor de que su país, exhausto tras más de dos años y medio de guerra, permanezca unido mientras se enfrenta a un momento difícil, con Moscú avanzando en el este, a las puertas de un invierno duro tras los bombardeos a su infraestructura energética y la incertidumbre por las cruciales elecciones estadounidenses a la vuelta de la esquina.
Cinco puntos y varios anexos secretos
Según ha explicado Zelenski en un discurso en la cámara, tras el que se ha reunido con los líderes de los grupos parlamentarios, la propuesta consta de cinco puntos geopolíticos, militares y económicos que exigen a los aliados decisiones políticas y armamento.
El primero, el más alto de la lista, es una medida que hasta ahora encuentra resistencias en Occidente: una invitación “incondicional” a Ucrania para unirse a la OTAN. “Rusia lleva décadas explotando la incertidumbre geopolítica en Europa, concretamente el hecho de que Ucrania no sea miembro de la OTAN. Esto fue lo que tentó a Rusia a invadir nuestra seguridad. Ahora, el hecho de que se invite a Ucrania a ingresar en la OTAN puede ser realmente fundamental para la paz”, ha dicho el presidente ucraniano este miércoles.
“Entendemos que la membresía en la OTAN es una cuestión del futuro, no del presente”, ha dicho, y ha agregado que una invitación mostraría al presidente ruso, Vladímir Putin, el error de “sus cálculos geopolíticos”. “Una invitación es una decisión firme que solo requiere determinación. Y hoy, la invitación simboliza mucho más que la OTAN. Para Ucrania, la decisión sobre la cuestión de la OTAN significa también la inevitabilidad de la integración europea para Ucrania y el hecho de que no hay alternativa a la democracia en Ucrania”.
Según ha publicado Reuters, la embajadora de Kiev ante la OTAN ha dicho que Ucrania quiere que esta invitación llegue antes de que Biden deje la Casa Blanca tras las elecciones del próximo 5 de noviembre. La alianza militar ha declarado que Ucrania se unirá a sus filas, pero defiende que no puede entrar mientras esté en guerra y se ha negado a fijar un plazo para la adhesión. La mayoría de los miembros, incluido Estados Unidos, no han mostrado voluntad de extender una invitación a Ucrania para que se una a la organización en este momento.
El segundo punto del plan ucraniano, que cuenta con un apéndice secreto al que solo tendrán acceso los aliados con potencial militar, tiene que ver con cuestiones armamentísticas, que Zelenski ha definido como “el fortalecimiento irreversible de la defensa ucraniana” y “la reversión de la guerra hacia la Federación Rusa”, es decir, llevar la guerra a territorio ruso para que la opinión pública rusa “sienta” las consecuencias y aumente su presión sobre el Kremlin. Aquí ha mencionado la ofensiva ucraniana en la región rusa de Kursk iniciada en agosto y ha abogado por la continuación de las operaciones de su ejército para evitar la creación de “zonas de seguridad” de las tropas rusas en Ucrania.
Como se esperaba, Zelenski también ha incluido en el plan su solicitud para que los socios occidentales levanten las restricciones al uso de armas de largo alcance “en todo el territorio de Ucrania ocupado por Rusia y en territorio ruso –en infraestructuras militares–”. Hasta ahora, la administración Biden se ha mostrado reticente a conceder a Ucrania el permiso de usar armas suministradas por Estados Unidos para atacar objetivos militares en territorio ruso.
Asimismo, el plan ucraniano pide “operaciones defensivas conjuntas” con países vecinos europeos “para derribar misiles y drones rusos al alcance del escudo aéreo” de los aliados. Kiev quiere que Polonia intervenga activamente derribando misiles, tanto en su propio espacio aéreo como en el oeste de Ucrania. Hasta ahora, Varsovia no ha cambiado su política.
El plan también exige más defensas aéreas, misiles de largo alcance, drones y “otros medios de destrucción”. Zelenski no ha especificado el tipo, pero el asesor de Zelenski, Mijailo Podolyak, dijo al Wall Street Journal que el plan incluía la petición de un mayor número de misiles ATACMS y Storm Shadow. Solicita asimismo que los aliados de Kiev le pasen “en tiempo real” la información de inteligencia para poder socavar el potencial de guerra ruso.
El tercer punto ha sido definido por Zelenski como el de la “disuasión” no nuclear, aunque no ha entrado en detalles y también tiene un anexo secreto que, según el líder ucraniano, los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania ya han recibido.
En este apartado propone desplegar en suelo ucraniano “un amplio paquete de disuasión estratégica no nuclear que será suficiente” para proteger al país, en sus palabras, “de cualquier amenaza militar de Rusia”. Según defiende, esto reducirá las opciones de Rusia “a las siguientes perspectivas: unirse a un proceso diplomático honesto para llevar la guerra a un final justo, o tener garantizada la pérdida de la capacidad de continuar una guerra agresiva”. Según ha dicho, este punto “puede garantizarse, en particular, mediante la financiación en el marco de acuerdos de seguridad” que Kiev ya ha firmado con numerosos países occidentales.
El cuarto punto tiene que ver con “el potencial estratégico y económico de Ucrania” y también cuenta con un anexo secreto. Aquí se propone firmar un acuerdo especial sobre protección e inversión conjuntas en la producción y uso de recursos con la Unión Europea y Estados Unidos.
“Los yacimientos de recursos críticos en Ucrania, junto con el potencial energético y de producción de alimentos de Ucrania, de importancia mundial, son algunos de los principales objetivos agresivos de Rusia en la guerra”, ha dicho Zelenski. “Ucrania propone que Estados Unidos, junto con los socios designados, entre ellos la Unión Europea, de la que Ucrania formará parte, y otros socios de todo el mundo, concluyan un acuerdo especial para proteger conjuntamente los recursos críticos de Ucrania, invertir conjuntamente y utilizar el potencial económico correspondiente”.
El mandatario ucraniano ha asegurado que “se trata de un acuerdo que complementará y reforzará orgánicamente el actual sistema de presión económica sobre Rusia, es decir, todas las sanciones existentes”, los topes a los precios del petróleo, las restricciones a la exportación y otras medidas“.
El quinto punto se dedica a la posguerra. Zelenski ha argumentado que la experiencia ucraniana debería utilizarse para la defensa de Europa y ofrece reemplazar “determinados contingentes” del Ejército estadounidense en Europa por unidades ucranianas después de la guerra.
Qué dicen los socios occidentales y Rusia
Por ahora, la mayoría de los aliados occidentales no han expresado su opinión públicamente sobre la propuesta ucraniana. De momento, parece reinar la cautela. El Departamento de Estado de Estados Unidos afirmó que el plan incluye “una serie de pasos productivos”, pero, según informó el Wall Street Journal a finales de septiembre, algunos de los que conocían las líneas generales se mostraron “poco impresionados”. El mismo diario recogía que la Casa Blanca está preocupada porque la iniciativa carece de una estrategia clara para ganar contra Rusia.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha afirmado que el plan estará sobre la mesa durante las reuniones esta semana en Bruselas y ha dicho que no está centrado únicamente en la pertenencia de Ucrania a la Alianza Atlántica. “El ‘plan de la victoria’ no consiste únicamente en una invitación a convertirse en miembro de la OTAN. El plan de la victoria tiene más elementos, como ha explicado hoy el presidente Zelenski a su parlamento. Y a menudo, esto siempre forma parte de un debate que está en curso”, ha comentado.
El Kremlin, por su parte, ha dicho que considera “ilusorio” el plan del presidente ucraniano y el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, ha dicho en su rueda de prensa diaria que Kiev debe “recuperar el juicio y entender las razones que llevaron al conflicto en Ucrania”.