Bioware se ha hecho de rogar, pero por fin ha concedido a los fans su petición más extendida: un DLC para la campaña principal del galardonado Dragon Age Inquisition. Parecía que el estudio iba a tardar más en traernos este primer contenido, ya que anunciaron hace un par de meses que estaban empezando a trabajar en él y desde entonces no habían revelado más detalles. Sin embargo, hace un par de días sorprendieron a todos con el anuncio y posterior lanzamiento del contenido.
'Fauces de Hakkon' aporta una nueva trama al juego, una nueva región, muchas misiones y muchos secretos, y ya está disponible en Xbox One y PC. Por desgracia, los usuarios de PlayStation 4, Xbox 360 y PlayStation 3 todavía no lo han recibido, provocando quejas que empañan el lanzamiento de la expansión.
Dragon Age Inquisition ha recibido tres premios a Juego del Año, convirtiéndose probablemente en el RPG con mejores críticas de 2014. Deja el listón muy alto, y eso puede jugar en su propia contra. ¿Está 'Fauces de Hakkon' a la altura del resto del juego, o supone una decepción?
'Fauces de Hakkon' se activa una vez hemos llegado a Feudo Celestial, la gran fortaleza de la Inquisición que usamos como base de operaciones. En nuestro diario aparece una nueva misión, así como en la mesa de operaciones. Tan solo tenemos que acceder a ella, enviar exploradores y desbloquear la región, como ocurre con otras zonas del juego como el Acceso Occidental, las Tumbas Esmeralda o Emprise de Lion.
La nueva área se llama Cuenca de la Espalda Helada, y se encuentra al suroeste de Ferelden, en la esquina inferior izquierda. Podemos acceder a ella en cualquier momento, pero no lo aconsejamos. Al aterrizar allí con nuestro guerrero humano al nivel 12, enseguida se vio que era una mala idea. La Cuenca está plagada de enemigos con niveles superiores al 20, así que es mejor adentrarse en ella más avanzado el juego.
¿De qué trata Fauces de Hakkon? Cuando llegamos allí nuestra querida exploradora Harding nos recibe, como es costumbre al visitar una nueva región, y nos explica la situación. Un profesor de la Universidad de Orlais ha estado investigando qué le ocurrió al último Inquisidor, Ameridan, un bravo guerrero que hace ochocientos años se enfrentó a dragones, demonios y magos antes incluso de que existiera la Orden Templaria. Al parecer desapareció en la Cuenca, y es nuestro deber encontrarlo, ya sea para presentarle nuestros respetos o recuperar el valioso botín que portaba.
El problema es que la zona está plagada de Avvar, bárbaros procedentes de las montañas de Ferelden, que no responden a la ley de la Capilla ni a la Inquisición. Generalmente los Avvar no se meten con los habitantes de las llanuras, pero los que están allí son un grupo extremista que se hacen llamar las Fauces de Hakkon. Al parecer, Hakkon es un antiguo dios de los Avvar, temible y destructivo.
Mientras investigamos la Cuenca, pronto nos damos cuenta de que las Fauces de Hakkon planean traer de vuelta a su dios, lo que puede provocar temibles consecuencias sobre el mundo. Como si no tuviéramos ya bastante con el Antiguo. Ahora tendremos que encontrar al último Inquisidor y de paso frenar a los bárbaros, aunque no será nada fácil.
Por supuesto no desvelaremos por dónde tira la historia. Se trata de una trama paralela de la campaña principal, que no afecta a nuestra lucha por restaurar el orden en Thedas, pero que tiene sus momentos de tensión y emoción.
¿Qué ofrece este DLC? Además de las misiones principales relacionadas con las Fauces de Hakkon, el último Inquisidor y demás, varias misiones secundarias, tanto en el terreno como en la mesa de guerra, con las que conseguiremos recompensas en forma de oro, armas y armaduras. En total, casi 8 horas extra de juego que los fans de Inquisition sabrán apreciar.
Lo principal que aporta esta expansión es la nueva área, la Cuenca de la Espalda Helada, que rivaliza en tamaño con las Tierras Interiores y que al igual que el resto de escenarios de Thedas destaca por su belleza única. Se trata de un lugar lleno de montañas, vegetación y cuenta con su propio mar. Además, la iluminación y el nivel de detalle son perfectos, convirtiéndola en una de las zonas más bonitas del juego, un lugar donde apetece perderse y explorar.
Sin embargo, la Cuenca es tan bella como letal. Como decía, los enemigos superan el nivel 20, y son tan variados como peligrosos. Encontramos guivernos, dragones y gigantes, que si a niveles inferiores ya son duros de pelar, ahora pueden destrozarnos de un golpe. Eso por no hablar del nuevo tipo de enemigos, los Avvar, que en rondan el nivel 21.
Estos bárbaros son especialistas en la lucha con arco, así que empezarán a dañarnos antes incluso de que podamos alcanzarlos. Además, siempre van acompañados por guerreros con escudo, capaces de romper nuestra línea defensiva y dejarnos vulnerables a las flechas de sus compañeros. Sin embargo, no son los peores.
Algunos recordaréis una pequeña misión del juego principal en la que había que luchar contra un caudillo Avvar que quería enfrentarse al Heraldo de Andraste. Era un tipo alto como un Qunari, armado con un mazo gigantesco con el que daba unos golpes letales. Además, cada dos por tres se fortificaba, haciendo que nuestros ataques no le hirieran directamente. Pues bien, en Fauces de Hakkon nos encontraremos con más de estos caudillos, encima a un nivel muy superior. Preparad pociones, armaduras potentes y hechizos de barrera, porque cuesta derrotarlos.
El nuevo DLC no trae sólo más misiones, un nuevo área y enemigos, que conste. También incorpora una nueva técnica para el Inquisidor, consiste en una barrera con forma de burbuja que las flechas no pueden penetrar. Eso sí, dura poco tiempo y tarda en recargarse, así que es mejor usarla con cabeza.
Otros añadidos: nuevos materiales de fabricación, que podemos obtener de animales que sólo aparecen en la Cuenca, así como de plantas y flores. Eso, sumado a nuevos esquemas para armaduras, hacen que la personalización de las características y la apariencia de las armaduras de los personajes sean aún más amplias.
Conclusiones
ConclusionesCada vez que sale un nuevo DLC tenemos dudas de si merece la pena comprarlo o no. Es normal, ya que es un gasto extra que podría no incluir suficientes novedades al juego principal como para que merezca la pena. ¿Lo hace 'Fauces de Hakkon'? Eso depende del tipo de jugador que seas.
Si en Inquisition disfrutaste explorando los escenarios, completando todas las misiones secundarias y descubriendo todos sus secretos, sin duda este DLC te encantará, ya que ofrece varias horas extras de lo mismo. Si por el contrario quieres una gran expansión narrativa, con una misión principal comparable a la de otros DLCs de la saga, como Legacy, La Marca de la Asesina o el Awakening de Origins, puede que te decepcione un poco.
La trama no es mala, es divertida de jugar, pero una vez terminada no tiene un impacto importante. Además, tampoco profundiza en los personajes, los compañeros de equipo o el propio Inquisidor. Es una misión más, como las que podemos encontrar en Emprise de Lion o Las Tumbas Esmeralda, pero con alguna que otra cinemática.
En definitiva, Fauces de Hakkon es una ampliación decente de Dragon Age Inquisition, pero no espectacular. Disfrutaremos jugándola, pero no pasará a la historia como uno de los contenidos más brillantes de Bioware.
Lo mejor:
- La nueva área, Cuenca de la Espalda Helada, con una belleza sorprendente. Además está plagada de secretos y zonas ocultas para explorar.
- Varias horas más de contenido, que siempre vienen bien a los fans.
- El nivel de dificultad es bastante decente. Nos encontraremos con algunas batallas complicadas contra los Avvar o las criaturas salvajes de la zona.
Lo peor:
- No ofrece nada sorprendente o que se desmarque del resto del juego. Tampoco es algo malo, si tenemos en cuenta la calidad de Inquisition, pero alguna variante habría sido interesante.