¿Qué sería de los videojuegos a día de hoy sin los títulos indies, sin esos cerebros que, pese a no tener los recursos de los grandes, son capaces de imaginar nuevos mundos y plasmarlos con gran acierto dentro de una nueva propuesta interactiva? Pues sinceramente, no queremos ni imaginarlo, puesto que no estaríamos perdiendo títulos a priori tan suculentos como No Man’s Sky.
Al videojuego de Hello Games la palabra ‘ambición’ se le queda corta. Algo bastante lógico si tenemos en cuenta que su principal propuesta se basa en soltarnos en un universo cuasi infinito para que hagamos lo que nos venga en gana. La teoría dice que debemos tratar de alcanzar el centro de la galaxia, pero en realidad no hay objetivo más importante que el que cada cual quiera imponerse a sí mismo, y eso es algo que sencillamente nos encanta.
Echábamos de menos los simuladores espaciales, un género que está resurgiendo con mucha fuerza durante los últimos años. Pero No Man’s Sky es mucho más que un simulador al uso, puesto que su propuesta es bastante más libre y abierta. Siendo un universo permanente y conectado, en nuestras manos estará deambular por él cual llanero solitario o buscar cualquier tipo de alianza de provecho con otros jugadores.
Optemos por la opción que optemos, la libertad es la línea guía en este juego. Podremos subirnos a nuestra nave para volar de un sitio a otro, saltando de sistema en sistema y de planeta en planeta, o bien descender en aquel cuerpo celeste que nos llame la atención para explorarlo en profundidad. Es decir, podremos poner los pies en el suelo para recorrerlos, catalogando nuevas especies de animales y plantas mientras recolectamos recursos.
Dichos recursos serán valiosísimos, puesto que nos permitirán mejorar nuestra nave, armas y armadura de forma que podamos saltar más alto, recibir más daño o golpear con más fuerza. Aquí habrá un cierto nivel de complejidad, puesto que necesitaremos herramientas concretas para extraer ciertos tipos de recursos que, a su vez, serán cruciales para mejorar por ejemplo la velocidad y la resistencia de nuestra nave.
Como veis nada estará dejado al azar, algo bastante curioso teniendo en cuenta que el juego crea planetas y más planetas de forma aleatoria. Igual que por ejemplo las diferentes formas de vida, que se contarán por centenares teniendo cada una de ellas sus propias características en pro de una diversidad nunca antes vista en un videojuego.
La única limitación para nuestro afán por explorar la podemos encontrar en que, para movernos de un lado a otro, será necesario tener combustible, el cual podremos comprar o bien fabricar por nuestra cuenta. Efectivamente existirá un sistema de comercio, entrando aquí en juego la codicia de riquezas de cada uno. Dichas riquezas también podremos usarlas, como viene siendo lógico, en la mejora de nuestro personaje, nave y armas.
En conclusión, la libertad absoluta es la esencia de No Man’s Sky. Pero no puede haber libertad si no contamos con un rico y muy variado mundo, o en este caso galaxia, que explorar. Y ahí está precisamente uno de los puntos más llamativos del juego, su capacidad para crear un complejo universo repleto de estrellas, planetas, satélites, asteroides, plantas, animales y (esperemos) jugadores con los que competir y cooperar.
Sí, gracias a No Man’s Sky esperamos poder sentir lo que se siente al ser los primeros en posar una nave en un planeta inexplorado, adentrándonos en la boca del lobo sin advertencias a las que atender ni instrucciones que seguir. Y eso amigos creemos que es una sensación que no tiene precio.
¿Para cuándo? Preparaos para explorar el universo en PC y PS4 antes de que acabe este año.
A tener en cuenta:
- La libertad es la línea guía del título de Hello Games.
- Un complejo y extensísimo universo para explorar puesto a nuestra entera disposición.
- Infinidad de especies animales y vegetales, así como recursos, para catalogar y recolectar.