En esto de los videojuegos dentro de cada género encontramos a un rey absoluto, o por lo menos al mayor representante entre todos los de su calaña de cara al mundo exterior. Dentro de los plataformas tenemos a Super Mario, entre los juegos ‘de tiros’ hoy en día se alza la franquicia Call of Duty, y si tenemos que hablar de videojuegos de lucha nuestra mirada se gira inevitablemente hacia los míticos Street Fighter de Capcom por haber sido durante años los juegos más famosos, los más disfrutados en los salones de recreativas y los que mayor impacto han tenido fuera de los videojuegos con innumerables comics, películas y derivados.
Casi podría decirse que, para un gran número de fans, Street Fighter forma un universo en sí mismo. Un universo repleto de personajes carismáticos, cada uno de ellos con una historia personal única e intransferible, aunque unida de una forma u otra a la de sus rivales. Además, al contrario de lo ocurrido con decenas de franquicias del pasado, la de Capcom mantiene su vigencia siendo a día de hoy uno de los pilares indiscutibles dentro de los juegos de lucha sin haber dejado atrás su espíritu original, empezando por un apartado gráfico estilo cartoon poco convencional hoy en día.
Ya en verano de 2008 aterrizó en las recreativas un sobresaliente Street Fighter IV. En febrero de 2009 dicho título llegó al mercado para Playstation 3 y Xbox 360, mientras que la versión de PC tuvo que esperar hasta el verano de ese mismo año. Su éxito comercial fue indiscutible, propiciando el lanzamiento de nuevas versiones como Super Street Fighter IV y Ultra Street Fighter IV. El pasado mes de diciembre, con motivo de la Playstation Experience, el mismísimo Yoshinori Ono presentó al mundo su Street Fighter V, título que debería aterrizar en Playstation 4 y PC a finales de este año o comienzos del siguiente.
El camino desde la primera versión de la cuarta entrega numerada y esta quinta entrega ha sido largo y tortuoso, aunque por suerte, tal y como se aseguró allá por 2011, no nos tocará esperar diez años entre entrega y entrega como pasó con Street Fighter III y IV. En los últimos cuatro años hemos oído no pocos rumores hasta que por fin allá por el verano pasado el mismísimo presidente de Capcom lo mencionó no sin levantar polémica, al insinuar que haría uso de algún tipo de sistema para compensar a los jugadores menos hábiles mediante el uso de micropagos.
Dicha insinuación puso en pie de guerra a la comunidad de jugadores, hasta que el propio Yoshinori Ono, productor de la franquicia, la desmintió radicalmente: Street Fighter V no será un juego free to play, recurriendo al modelo de distribución tradicional en formato físico. Finalmente y después de no pocos rumores, el día 5 de diciembre Capcom lanzó por un supuesto error humano un breve teaser mezclado con imágenes reales de su comunidad de jugadores, siendo todo un homenaje a los fans. Al día siguiente, en el marco de la Playstation Experience, Yoshinori Ono realizó la presentación oficial como un juego exclusivo de PC y Playstation 4.
Sí, imaginamos que el dejar fuera de juego a las consolas de Microsoft será debido a una posible jugada maestra de la propia Sony, dado que desde los primeros rumores surgidos alrededor de esta quinta entrega se venía hablando de un posible pacto Sony-Capcom. Eso sí, los fans de PC no tienen de qué preocuparse, dado que además podrán disputar partidas contra los de Playstation 4 sin problema alguno. Así se garantiza el contar con una comunidad de jugadores más unida y de mayor tamaño, algo que debería servir para alargar en gran medida la vida útil del título.
En cuanto a los detalles propios del juego, se comenta que apostará por un estilo más rápido y ofensivo, más cercano a lo visto en Street Fighter III que en la última entrega. Por ahora se desconoce dónde se ubicará cronológicamente en relación al resto de títulos, aunque se sabe que volverán ciertos luchadores clásicos que supuestamente habían caído en combate, como Nash. Por supuesto están confirmados los míticos Ryu y Chun-Li tal y como pudimos ver en el primer tráiler gameplay, recuperando ciertos movimientos de la tercera entrega que desconocían en la cuarta.
Parece que se apostará por una mayor verticalidad, pudiendo realizar combos aéreos de una duración considerable. Además tendremos más recursos a la hora de romper la defensa de los rivales en pro de combates más dinámicos en los que nadie tenga la opción de perder demasiado tiempo adrede para ganar. En líneas generales casi se podría decir que Ono está trabajando para pulir los puntos más criticados de su predecesor.
Visualmente cuenta con un apartado realmente llamativo, manteniendo la estética cartoon de la cuarta entrega y sumando efectos visuales de gran calidad gracias a la utilización del famoso Unreal Engine 4. Los escenarios lucen una profundidad superior, y por lo que hemos podido ver algunos de ellos tendrán paredes rompibles que nos darán acceso a nuevas áreas. Habrá cantidad de pequeños detalles, como un buen número de objetos dinámicos y efectos de día y noche y climatológicos.
En definitiva, Yoshinori Ono y compañía tienen ante sí todo un reto que superar, dado que no es fácil mantener el nivel de calidad de una saga tan longeva siendo capaces además de contentar a una comunidad de fans la mar de exigente, que siente en su franquicia favorita todo un baluarte que defender frente a otras propuestas. Street Fighter es un auténtico icono de los videojuegos, por lo que se espera mucho de cada nueva entrega, más aún cuando pasan tantos años entre una y otra, o incluso se da un cambio total de generación.
Ciertamente a Street Fighter V aún le queda bastante camino por andar, ya que se encuentra en una fase de desarrollo no demasiado avanzada con aún muchas promesas por cumplir hasta su llegada a las tiendas. Pero hay algo que no se puede negar: nadie podrá decir que es la típica saga mal explotada, por lo que estamos seguros de que sus responsables, les salga redonda o no la jugada, están poniendo toda la carne en el asador para lograr una cota de calidad general envidiable, escuchando atentamente las quejas y solicitudes de la comunidad.