El pasado sábado cundió el pánico en un complejo de oficinas de Plano, ciudad ubicada en Texas, EE.UU, debido a una alerta de coche bomba frente a las oficinas de Gearbox Software, estudio responsable tanto de la reputada franquicia Borderlands como de bodrios del calibre de Aliens: Colonial Marines y Duke Nukem Forever.
El propio Randy Pitchford, presidente de la compañía, ha dado a conocer los hechos a través de Twitter, asegurando que alrededor de las 7:30 de la mañana la Policía de Texas llegó al aparcamiento en tropel alertados por una amenaza de bomba:
“Fui testigo de muchos coches de policía, autobuses de la unidad de desactivación de bombas, el robot y varios miembros de BDU y PPD en acción. Yo (tontamiente) no estaba preocupado al creer que la amenaza no era creíble, pero la Policía de Plano actúo de forma profesional y desalojó los edificios manteniéndonos a todos a salvo”.
Sin embargo la policía no ha querido desvelar si esta amenaza, que luego ha demostrado ser falsa, tenía o no algo que ver con Gearbox o bien con cualquier otro de los negocios circundantes, aunque a sabiendas de lo radicales que se vuelven algunos cuando determinado juego les decepciona, no nos extrañaría nada que todo esto no fuera más que una broma de muy mal gusto gestada por algún fan descontento.
Poco más tarde el propio Pitchford bromeaba sobre el tema comentando en la red de mensajes cortos que tras arrancar su coche para irse a casa pasaron por su mente todas las películas en las que ha visto como el coche explota nada más encender el motor.
Tampoco es la primera vez que una compañía de videojuegos se convierte en el blanco de determinados radicales por el mero hecho de llamar la atención, tal y como ocurrió el pasado mes de agosto cuando el avión en el que viajaba el presidente de Sony Online Entertainment fue desviado por una falsa amenaza de bomba. En dicho caso el grupo Lizard Squad asumió la autoría junto con el último ataque hacker sufrido por Playstation Network.