Hoy por hoy España da miedo. Lo sabemos, y entendemos muy bien los motivos: miles millones de euros del erario público que desaparecen como por arte de magia cada año, una justicia que prefiere procesar jueces en vez de ladrones, gente de otra sangre intocable por la ley, gobernantes que dirigen un país a través de un plasma, cadenas de televisión diseñadas para lavar cerebros, ministras de sanidad más peligrosas que el peor de los virus… En definitiva, que este país cuenta con todos los requisitos para provocar mil y una pesadillas.
Quizás sea por ello que el maestro del terror, el japonés Shiji Mikami, pensó en estas tierras para ambientar su prometedor The Evil Within, título con el que busca recuperar el trono de los survival horror de la mano de Bethesda con un lanzamiento oficial previsto para mañana mismo día 14 de octubre (por mucho que El Corte Inglés haya decidido saltarse a la torera esta fecha).
Tal y como ocurrió con la cuarta entrega numerada de Resident Evil, el nipón ha asegurado que pensaron en España para ambientar The Evil Within, y que de hecho realizaron un viaje de documentación gráfica del que aún quedan evidencias en el juego final; al igual que los nombres de ciertos personajes secundarios son hispanos. En conclusión, de este viaje (imaginamos que por los aledaños del Congreso y las oficinas de Bankia), asegura haber extraído muchas ideas que han terminado por cuajar o al menos influir de algún modo en su aterradora propuesta.
Pero es evidente que España y mucha España, una ‘marca’ que acojona, por lo que Mikami decidiría apostar por otra ambientación antes que arriesgarse a perder público debido a tal exceso. ¿Acaso podéis siquiera imaginar el pánico producido por una Ana Mato virtual que nos persigue al grito de ‘¡No hay peligro, no hay peligro!’ por los desolados pasillos del Hospital de Alcorcón?
Un servidor se acaba de orinar encima. Eso es demasiado fuerte incluso para el más terrorífico de los videojuegos.